LA GUANTANAMERA: UNA TONADA "MULTIUSO"
Por Josefina Ortega (La Jiribilla)
“Compases destinados al cierre de bailes y guateques, tonada campesina que acompaña la narración de sucesos de la crónica roja en programas radiales, o simplemente un tema indefectible en toda reunión festiva, La Guantanamera ha sido entonada por todo el mundo”.
Son estas, unas certeras palabras del musicólogo Helio Orovio, acerca de La Guajira Guantanamera, acaso la composición cubana más entonada universalmente. Siendo originalmente una guajira son se ha interpretado en todos los ritmos, con todos los acentos y en todas las formas, incluida la sinfónica.
Su creador, Joseíto Fernández (La Habana, 5 de septiembre de 1908 - La Habana 1979) es una figura emblemática de la música popular cubana. Cultivador de todos nuestros géneros musicales, poseía una voz expresiva e inconfundible y un estilo muy propio, por lo que fue llamado El Rey de la melodía.
Popular como cantante, expresaba también en su estampa al criollo típico. Siempre vestido de blanco, impecable en sus zapatos de dos tonos, el pantalón de dril, la guayabera y el sombrero de jipijapa.
Según su autor, la fama de La Guajira Guantanamera arrancó allá por el año de 1935, con la orquesta típica del pianista Alejandro Riveiro en la emisora radial habanera CMCO.
“Un día… eché manos a una guajira que yo había compuesto en 1929 y la pusimos como cierre del programa. Era La Guantanamera. Sobre la misma melodía yo cantaba una décima distinta cada día. Los versos eran míos también. Allí comenzó la popularidad del número.
“Cuando la orquesta llegaba a los bailes, todos querían La Guantanamera. Era la atracción. Los bailadores se detenían a oírla. Cuando terminaba, la gente se iba de la fiesta.”
Su éxito le abriría otras puertas, hasta llegar a protagonizar el estelar programa de la emisora CMQ, patrocinado por el jabonero Crucellas llamado El suceso del día. Allí la Calandria, una cantante guajira de la época, y el propio Joseíto narraban en décimas escritas por Chanito Isidrón y con música de La Guantanamera, un hecho de la crónica roja. Corría entonces el año de 1939.
Después sería Coralia Fernández la voz femenina de La Guantanamera. El programa El suceso del día estuvo 14 años en el aire, sin decaer ni un ápice su extraordinaria audiencia.
Por supuesto, esta no es la única versión del nacimiento de La Guajira Guantanamera. Y ¡cómo serlo¡ si ella se ha convertido en toda una leyenda que recorre el mundo, como la melodía cubana por excelencia.
Cuentan que detrás de la célebre tonada campesina hubo una joven Guantanamera, de la que no se conoce el nombre, y con la que tuvo amores Joseíto, en los días que cantaba décimas en una emisora radial…
Hay quien afirma que el propio autor lo contó así: “Por esa época en la radio no se sacaba ni una peseta, y ella me llevaba dulces y hasta pan con bisté…Y quién te dice que se pelea conmigo, y yo, para endulzarla, me paro en el micrófono y arranco: Guantanamera, guajira guantanamera…
“Enseguida me llamó por teléfono y me dijo: “Espérame que voy para allá con un flan de caramelo”. Y el acabose vino después. De todo el país llovieron las cartas pidiendo La Guajira Guantanamera.
“Y desde entonces se llamó así, porque el pueblo fue quien le escogió el nombre.”
Por cierto, la fama de La Guajira Guantanamera opacó un tanto la obra autoral del Rey de la melodía, que fue bastante amplia. Entre ellas: Amor de madre, Sonerito, Así son boncó, Son candela y Elige tú que canto yo, popularizada por ese otro grande de la música cubana, Benny Moré.
La Guantanamera hizo creer a muchos que su autor era de Guantánamo. Sin embargo, Joseíto era habanero de pura cepa. Nació y vivió hasta su muerte en el barrio de Los Sitios, en el corazón de la capital, donde cada mañana, salía de su humilde casa de Gervasio 658, entre Estrella y Maloja, rumbo al cementerio, en la visita diaria a la tumba de la madre; o donde cada tarde, sentado en el quicio de la puerta, bebía el café humeante en su jarrito esmaltado.
En la década del 60 el conocido cantante y compositor norteamericano Peter Seeger grabó La Guantanamera con Versos Sencillos de José Martí. Y aunque se ha suscitado una larga polémica sobre quién tuvo la idea original de incorporar la poesía martiana a la famosa tonada, lo cierto es que, desde ese momento, como dijera el ensayista Juan Marinello, La Guantanamera pasó de los límites insulares al ancho escenario universal que hoy domina.
Cantada por los más populares intérpretes cubanos y por incontables figuras extranjeras en cualquier rincón del mundo, La Guajira Guantanamera, de Joseíto Fernández se ha convertido casi en un segundo himno que identifica nuestra cubanía en cualquier parte del mundo.
ARTICULO RELACIONADO
Joseíto Fernández y su Guantanamera
Por Jesús Risquet (Trabajadores)
“Compases destinados al cierre de bailes y guateques, tonada campesina que acompaña la narración de sucesos de la crónica roja en programas radiales, o simplemente un tema indefectible en toda reunión festiva, La Guantanamera ha sido entonada por todo el mundo”.
Son estas, unas certeras palabras del musicólogo Helio Orovio, acerca de La Guajira Guantanamera, acaso la composición cubana más entonada universalmente. Siendo originalmente una guajira son se ha interpretado en todos los ritmos, con todos los acentos y en todas las formas, incluida la sinfónica.
Su creador, Joseíto Fernández (La Habana, 5 de septiembre de 1908 - La Habana 1979) es una figura emblemática de la música popular cubana. Cultivador de todos nuestros géneros musicales, poseía una voz expresiva e inconfundible y un estilo muy propio, por lo que fue llamado El Rey de la melodía.
Popular como cantante, expresaba también en su estampa al criollo típico. Siempre vestido de blanco, impecable en sus zapatos de dos tonos, el pantalón de dril, la guayabera y el sombrero de jipijapa.
Según su autor, la fama de La Guajira Guantanamera arrancó allá por el año de 1935, con la orquesta típica del pianista Alejandro Riveiro en la emisora radial habanera CMCO.
“Un día… eché manos a una guajira que yo había compuesto en 1929 y la pusimos como cierre del programa. Era La Guantanamera. Sobre la misma melodía yo cantaba una décima distinta cada día. Los versos eran míos también. Allí comenzó la popularidad del número.
“Cuando la orquesta llegaba a los bailes, todos querían La Guantanamera. Era la atracción. Los bailadores se detenían a oírla. Cuando terminaba, la gente se iba de la fiesta.”
Su éxito le abriría otras puertas, hasta llegar a protagonizar el estelar programa de la emisora CMQ, patrocinado por el jabonero Crucellas llamado El suceso del día. Allí la Calandria, una cantante guajira de la época, y el propio Joseíto narraban en décimas escritas por Chanito Isidrón y con música de La Guantanamera, un hecho de la crónica roja. Corría entonces el año de 1939.
Después sería Coralia Fernández la voz femenina de La Guantanamera. El programa El suceso del día estuvo 14 años en el aire, sin decaer ni un ápice su extraordinaria audiencia.
Por supuesto, esta no es la única versión del nacimiento de La Guajira Guantanamera. Y ¡cómo serlo¡ si ella se ha convertido en toda una leyenda que recorre el mundo, como la melodía cubana por excelencia.
Cuentan que detrás de la célebre tonada campesina hubo una joven Guantanamera, de la que no se conoce el nombre, y con la que tuvo amores Joseíto, en los días que cantaba décimas en una emisora radial…
Hay quien afirma que el propio autor lo contó así: “Por esa época en la radio no se sacaba ni una peseta, y ella me llevaba dulces y hasta pan con bisté…Y quién te dice que se pelea conmigo, y yo, para endulzarla, me paro en el micrófono y arranco: Guantanamera, guajira guantanamera…
“Enseguida me llamó por teléfono y me dijo: “Espérame que voy para allá con un flan de caramelo”. Y el acabose vino después. De todo el país llovieron las cartas pidiendo La Guajira Guantanamera.
“Y desde entonces se llamó así, porque el pueblo fue quien le escogió el nombre.”
Por cierto, la fama de La Guajira Guantanamera opacó un tanto la obra autoral del Rey de la melodía, que fue bastante amplia. Entre ellas: Amor de madre, Sonerito, Así son boncó, Son candela y Elige tú que canto yo, popularizada por ese otro grande de la música cubana, Benny Moré.
La Guantanamera hizo creer a muchos que su autor era de Guantánamo. Sin embargo, Joseíto era habanero de pura cepa. Nació y vivió hasta su muerte en el barrio de Los Sitios, en el corazón de la capital, donde cada mañana, salía de su humilde casa de Gervasio 658, entre Estrella y Maloja, rumbo al cementerio, en la visita diaria a la tumba de la madre; o donde cada tarde, sentado en el quicio de la puerta, bebía el café humeante en su jarrito esmaltado.
En la década del 60 el conocido cantante y compositor norteamericano Peter Seeger grabó La Guantanamera con Versos Sencillos de José Martí. Y aunque se ha suscitado una larga polémica sobre quién tuvo la idea original de incorporar la poesía martiana a la famosa tonada, lo cierto es que, desde ese momento, como dijera el ensayista Juan Marinello, La Guantanamera pasó de los límites insulares al ancho escenario universal que hoy domina.
Cantada por los más populares intérpretes cubanos y por incontables figuras extranjeras en cualquier rincón del mundo, La Guajira Guantanamera, de Joseíto Fernández se ha convertido casi en un segundo himno que identifica nuestra cubanía en cualquier parte del mundo.
ARTICULO RELACIONADO
Joseíto Fernández y su Guantanamera
Por Jesús Risquet (Trabajadores)
0 comentarios:
Publicar un comentario