Un día con mexicanos
Por Michel Hernández (Granma)
El actor Diego Luna, quien se estrenó como director con el documental Julio César Chávez, dijo estar "sorprendido por el nivel de atención que se genera alrededor de este Festival", al que calificó como "un bálsamo necesario para todo el que hace cine".
Diego Luna y Gael García Bernal, que además del cine comparten los recuerdos de la infancia y su amor por el fútbol, "cuya práctica es sagrada todos los sábados y por eso hicimos un pacto para empezar a filmar los domingos", expusieron detalles de su nueva condición de directores y productores ante la prensa y admiradores que repletaron una de las salas del Hotel Nacional, para darse el gusto de arrancarles un autógrafo o tomarse una foto con estos dos populares artistas mexicanos.
A una pregunta de Granma para rastrear el origen de este documental, que recoge la vida de ese legendario boxeador mexicano, Luna, de 28 años, comentó "que el boxeo es una gran metáfora para hablar de mi país, es un deporte que se gana por resistencia aguantando golpes, que solo si se tiene mucha hambre se llega lejos y habla mucho del porqué somos muy malos para comunicarnos y ponernos de acuerdo en México, pues por eso nos va tan mal en el fútbol y en el béisbol y en todos aquellos deportes que son de entendernos, de hacer equipo, y cuando se trata de sobrevivir somos buenísimos".
Luna, en cuyo catálogo cinematográfico aparecen conocidos títulos como Open Range, The terminal, Solo Dios sabe, y Criminal, entre otros, añadió que "el boxeo me deja hablar también de una época que a mí me marcó, la caída del PRI en México. De alguna manera, Chávez estuvo presente en toda esa época. Me acompañó en mi proceso de niño-adolescente-adulto, y era la única buena noticia que teníamos. Además creo que es una historia especial para un país que estaba acostumbrado a la palabra derrota; es un tipo que por 11 años y medio no sabía lo que era la derrota".
Sobre la reacción de Chávez ante el documental, que presentó ayer en el cine 23 y 12, Luna expresó: "Creo que le gustó y lo disfrutó mucho. Al principio estaba muy emocionado con los momentos de la gloria, estaba prendido, y de repente el documental se empieza a volver más personal, más profundo, y empieza a hacer una reflexión de dónde está él ahora. Él lloró la primera vez que lo vio, y al final me dijo que estaba increíble y que valía mucho la pena contar la historia. Y que era la pura verdad".
"Luego fue a la premier e hizo promoción. Es un tipo que estaba acostumbrado a tener este nivel de atención todos los días de su vida, dondequiera que se parara y de repente a los 40 años nos olvidamos de él, creo que agradeció mucho el documental y tener un acercamiento con nuevas generaciones a través de la película", agregó.
Gael García (Amores perros, Diarios de motocicleta, Y tu mamá también, La mala educación, Babel), de 29 años, quien mostró hace pocos días en el Festival la cinta Déficit, que marca su debut como cineasta, explicó que su película "es una especie de homenaje a mi generación. Quizás porque somos una generación que nació escuchando por todos lados la palabra déficit".
Gael y Luna son socios en la productora Canana, con la cual se lanzan a la exploración de formas de expresión propias.
"Canana fue como formalizar una serie de energías en torno a nosotros y generadas por nosotros también. Ha requerido muchísimo trabajo y dinero, que hemos tenido que buscar por diferentes vías. Así ha nacido todo esto, seguiremos nuestro camino a ver hasta dónde aguantamos. Por lo menos estamos haciendo lo que nos gusta. Sacar a la superficie nuestros propios puntos de vista", puntualizó Gael.
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