El cantor de La Bayamesa, Sindo Garay
Por Jesús Risquet (Trabajadores)
Sindo Garay, auténtico genio popular, fue uno de los trovadores cimeros de la música cubana, hoy gloria de la cultura nacional.
Nació en Santiago de Cuba, el 12 de abril de 1867. Bautizado como Antonio Gumersindo Garay García, fue conocido en el mundo artístico como Sindo Garay y calificado por el poeta Federico García Lorca como El Gran Faraón de Cuba.
Con su vasta obra musical Sindo Garay es uno de los mitos de la música trovadoresca tradicional que despertó la admiración de diferentes músicos por la calidad y diversidad de sus composiciones.
Sindo creó más de 600 obras musicales y tuvo como inspiración principal su tierra natal, el paisaje que contemplaba, el amor y por supuesto la mujer cubana.
Desconocía las más elementales nociones técnicas formales de la música, Nunca estuvo en un conservatorio o academia musical; pero ello no fue óbice para que creara obras consideradas musicalmente perfectas. Toda la música de su compleja obra la aprendió en la vida, la elaboró en su mente, su garganta y sus manos sobre las cuerdas de la guitarra. El papel pautado con figuras y notas musicales no tuvo más significado que el de un misterioso jeroglífico indescifrable para este talento natural.
Fue el mejor exponente del bolero oriental porque le impuso su estilo peculiar con el rayado de las cuerdas de la guitarra para cerrar las frases musicales y la base rítmica con el llamado cinquillo cubano.
Sindo Garay, como casi todos los cultores de la trova, trabajó también la canción y lo hizo con libertad rítmica, aunque tiene en su haber alguna que otra criolla, guaracha, algún bambuco influenciado por el quehacer colombiano, formas manejadas con un estilo muy personal.
Perla Marina, La Tarde y Mujer Bayamesa se encuentran entre sus obras más populares. Vale destacar que también varias de sus composiciones tuvieron un marcado contenido político.
Llegó de visita a La Habana por vez primera en 1896 y diez años más tarde volvió, para quedarse, acompañado de una vieja maleta y su guitarra de cuerdas alemanas.
Vivió Sindo Garay 101 años, una larga vida siempre matizada por el sonar incansable de guitarras y cantores que, en su Santiago de Cuba, desde la cuna alegraban la pobrísima suerte de una familia de artistas.
Sindo Garay murió en la ciudad de La Habana el 17 de julio de 1968 y fue sepultado por petición expresa de él mismo en la ciudad de Bayamo, donde recientemente tuvo lugar la decimocuarta edición del Concurso Musical que lleva su nombre.
Al arribar al centenario de su existencia había afirmado: “Ahora que cumplo 100 años es cuando comprendo lo breve que es la vida”.
Este criollo juglar, que le estuvo cantando a su patria tantos años, tiene todos los 17 de julio una congregación de trovadores y amigos ante su sobrio panteón en la necrópolis de Bayamo. Allí dejan sobre la blanca losa nuevas flores, y en el aire, las notas de la canción que inmortalizara a esa ciudad, a su tierra, a su gente, a su obra: Mujer Bayamesa.
MUSICA DE SINDO GARAY
1.- Yo me quiero morir en Cuba
2.- Cualquier flor
0 comentarios:
Publicar un comentario