En Cuba se juega Scrabble
Por Dalia González Delgado y Rachel Domínguez Rojas, estudiantes de Periodismo (Juventud Rebelde)
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con un viejo amigo que me habló con mucho entusiasmo de un juego. Consiste en formar sobre un tablero palabras que se crucen entre sí (algo así como un crucigrama), haciendo uso para ello de fichas marcadas con letras, las cuales tienen distintos valores que van del uno al diez.
La meta para cada jugador es tratar de conseguir la mayor puntuación posible, armando palabras que solo pueden ser leídas de izquierda a derecha, o de arriba hacia abajo.
El Scrabble, término que traducido al español significa «garabato», es un juego de mesa inventado por el arquitecto norteamericano Alfred Butts a mediados del siglo pasado. Tiene similitud con el dominó, por la conexión de una palabra con otra y por el orden en que se arman; con el ajedrez, por la táctica y la estrategia que son necesarias en las distintas etapas; y hasta con el béisbol, por ser muy rico en estadísticas y variantes.
Este juego no conoce límites geográficos, ni barreras lingüísticas, pues puede adaptar el abecedario a cualquier lengua. Actualmente se juega en 131 naciones del orbe y existen 31 versiones en idiomas distintos. Tal es su prestigio, que se ha convertido en uno de los entretenimientos más vendidos del planeta, con unos cien millones de ejemplares en todo el mundo. Incluso, ha encontrado muchos adeptos entre las personas ciegas, pues la empresa comercializadora de este pasatiempo fabrica modelos con fichas impresas en sistema braille.
De esta manera, el Scrabble se ha transformado en una excusa para que los puristas, conocedores y fanáticos del idioma demuestren sus conocimientos y estrategias ante un tablero, que los convida a pasar un rato entretenido.
EL SCRABBLE EN ESPAÑOL
Hace unos once años, jugadores argentinos, uruguayos y españoles fundaron la Federación Internacional de Scrabble en Español (FISE), entidad que hoy cuenta con 19 países miembros y tiene como presidente al argentino Horacio Moavro.
Los practicantes del Scrabble se reúnen al menos una vez cada año para celebrar el único evento internacional que existe: el Campeonato Mundial, el cual es autofinanciado. El primer torneo de este tipo en lengua española se organizó en 1997. Hasta ahora se han coronado diez campeones mundiales: nueve varones y una mujer, la argentina Claudia Amaral, pero solo un jugador ha logrado ganar dos veces: el venezolano Claudio González. Por cierto, en Venezuela, regalar un juego de Scrabble se considera un gesto de buen gusto.
Actualmente, el Scrabble en español se práctica en todos los países iberoamericanos y en menor medida en Estados Unidos y Canadá. Las potencias fundamentales son España, Venezuela, Argentina, México y Uruguay. Según las estadísticas, las edades promedio de los jugadores superan los 35 años y quienes más se involucran en esta aventura son los intelectuales. Este juego no es considerado un deporte; ni siquiera está avalado por la Asociación Internacional de Juegos de Mente como el ajedrez y el dominó.
EN CUBA SE JUEGA
Aunque la mayoría de la gente no lo sabe, en nuestro país se juega Scrabble. Desde agosto de 2005, los amantes de este juego tienen su sede en la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, ubicada en el Centro Histórico capitalino. Allí se realizan entrenamientos para los interesados los sábados alternos, además de una competencia mensual.
René Mesa, coordinador del Grupo Promotor de Scrabble en Cuba, cuenta que supo del juego por unos amigos puertorriqueños que le regalaron uno.
«Comencé a jugar en el barrio, buscamos el reglamento, y entonces en vez de pasar el tiempo con el dominó, jugábamos Scrabble. Con la idea de crear un proyecto, me dirigí al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), pero aunque se motivaron, todo lo nuevo genera siempre cierto escepticismo, y entre desintereses y problemas objetivos, no lo aceptaron. Sin perder el entusiasmo, se lo propuse al historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, a quien le interesó mucho esta idea novedosa y me remitió aquí, a la Biblioteca. Desde entonces la familia ha ido creciendo, ya somos como 80 jugadores. Y enhorabuena, pues en los próximos Juegos del ALBA, dentro de dos años, el Scrabble se incluirá como exhibición».
El proyecto que se desarrolla en la Biblioteca tiene como principales objetivos crear un espacio para la enseñanza, práctica, competencia y divulgación de este noble juego; conformar clínicas y talleres para aspirantes a jugadores por parte de expertos o profesores; habilitar un área para su práctica y estudio; organizar competencias a nivel sectorial, provincial e incluso, eventualmente, nacional e internacional en nuestro país. Además, divulgar estas ideas como un proyecto de la referida Biblioteca, en particular del Centro Histórico de la Ciudad; conformar las coordinaciones pertinentes con el INDER municipal, instituciones culturales, juveniles para estimular el estudio, la práctica y la competencia sistemática de este juego; y promover el estudio del idioma español y la literatura.
A pesar de algunas limitaciones, dadas fundamentalmente por la escasez de juegos ya que el país no los produce, en estos momentos se están dando pasos para crear una Asociación o Federación cubana y extender el proyecto a toda la Ciudad de La Habana, y luego al resto de la Isla.
«Los presidentes o coordinadores de los distintos países pertenecientes a la FISE han expresado el deseo de que Cuba participe en campeonatos mundiales, pues reconocen nuestro desarrollo en la cultura, la educación y otras esferas, pero es necesario realizar un esfuerzo aquí, antes de fomentar cualquier participación internacional», comenta René Mesa.
NO ES SOLO ENTRETENIMIENTO
Este juego, además de servir para la recreación, tiene un trasfondo cultural importante. Sucede que como solo son válidas las palabras que aparecen en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), los jugadores se ven obligados a profundizar en el idioma.
El Scrabble ayuda a ampliar el vocabulario, a aprender los significados y desarrollar las habilidades del lenguaje. Además, hay quienes afirman que jugar regularmente es un provechoso ejercicio para la memoria y la agilidad mental, ya que en tan solo dos minutos el jugador debe armar una palabra en su atril y ponerla en el tablero.
Estudios realizados demuestran que para los niños es una manera innovadora de desarrollar el vocabulario y la matemática. Pensar dónde colocar las palabras en el tablero construye relaciones espaciales y habilidades estratégicas del pensamiento. Los jugadores que asisten a la Biblioteca coinciden en que ahora se sienten mejor preparados. Cuentan que su ortografía ha mejorado mucho, pues cuando tienen alguna duda están obligados a buscar en el diccionario; son mejores lectores, hasta se han hecho usuarios frecuentes de la institución.
A mi amigo no he vuelto a verlo, pero me dejó el «bichito» y ahora frecuento la Biblioteca casi todos los sábados. Quizá un día hasta usted se embulle y nos encontremos por allá.
0 comentarios:
Publicar un comentario