MIGUEL FAÍLDE, EL CREADOR DEL DANZÓN
Por
Wilfredo Alayón* (Prensa Latina)
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Miguel Faílde (1852-1921) |
Tras la
colocación de una ofrenda floral, varios de los participantes coincidieron en
trabajar porque las generaciones futuras se preocupen por mantener vivo este
ritmo, considerado el baile nacional cubano.
Precisamente
la clausura de la cita danzonera sirvió de marco propicio para que el género
musical recibiera la condición de Patrimonio inmaterial de esa nación caribeña.
La
resolución del Ministerio de Cultura, leída por Gladys Collazo, Presidenta
Nacional de Patrimonio, destacó que ese género es una digna expresión de la
música tradicional de la mayor de las Antillas.
También,
la declaratoria de la cartera cataloga al ritmo como elemento destacado del
capital cultural inmaterial de Cuba.
"El
hecho de otorgar ese lauro es pagar una deuda histórica a la música matancera,
y un feliz reconocimiento", comentó a Prensa Latina María Victoria Oliver,
directora general del Festival, celebrado en esta urbe a 100 kilómetros al este
de La Habana.
GENESIS
DE UN CREADOR
Miguel
Ramón Demetrio Faílde y Pérez nació el 23 de diciembre de 1852 en Matanzas, y
sus padres fueron Cándido Faílde, natural de Galicia, España, y Justa Pérez,
una mulata matancera.
Tuvo
como primer maestro a su padre, quien descubrió sus aptitudes para la música,
ya que dominó el cornetín a la edad de 12 años. Al morir su progenitor estudió,
gracias a su hermano mayor, con Federico Peclier, profesor del Conservatorio de
París.
Apuntes
biográficos señalan que dirigió la Banda de Bomberos de Matanzas, y en 1871
formó su propio grupo llamado La Orquesta de Miguel Faílde, la cual tocó por
medio siglo con gran popularidad entre la población.
Miguel
tocaba el contrabajo y la viola, y pese a no ser pianista interpretaba piezas
complejas en ese instrumento.
También
daba clases de música en su casa y participó en la edición de un semanario
literario que llevaba por nombre Ideas Nuevas, proveniente de encuentros que
sostenía con intelectuales en una imprenta, acorde con reseñas de su vida.
Faílde
compuso la primera obra de danzón, estrenada en un baile el 1 de enero de 1879
en el antiguo Liceo Artístico y Literario de Matanzas, bajo el título de Las
Alturas de Simpson, una barriada de esa municipalidad.
Antes
de lanzarla al conocimiento público, ejecutó por primera vez en el inmueble
Quinta Luna, en el citado barrio, el novedoso ritmo, en el que fusionó la
contradanza francesa y ritmos africanos.
En unas
notas facilitadas por Miguel Faílde poco antes de su muerte al periodista
matancero G. Villa, y reportadas en Cuba Musical, el autor del danzón describió
del siguiente modo el nacimiento de ese ritmo:
"Se
bailaba por aquel tiempo en Matanzas un baile de cuadros que llevaba el mismo
nombre de danzón. Este baile lo formaban hasta 20 parejas provistas de arcos y
ramos de flores".
Y
añadió: "Era realmente un baile de figuras y sus movimientos se ajustaban
al compás de la Habanera, que es el compás verdadero que debe dársele al
danzón".
Faílde
agregó: "El que dirigía este baile de figuras me invitó a que escribiera
una música ad hoc, pues hasta entonces las parejas ejecutaban las figuras
cantando a viva voz".
Y al
escribir esa música -precisó- se me ocurrió la idea del baile que hoy se llama
danzón.
"Lo
escribí y puse en ensayo. Gustó a todo el mundo, es decir, a los músicos y a
los bailadores, y se hizo popular en muy corto tiempo. Después escribí muchos,
pero ¡cuántos más no se han escrito y se seguirán escribiendo!",
sentenció.
Entre
su repertorio de composiciones, que no eran solo danzones, figuran La diosa
japonesa, Cuba libre, Yo me voy para el otro mundo, Los mascavidrios, El
mondonguito, Antón Pirulero, La serenata de Schubert y Jota aragonesa.
Especialistas
aseguran que su sobrino, Osvaldo Castillo Faílde, recolectó al menos 144
danzones compuestos por el afamado tío.
Faílde
murió el 26 de diciembre de 1921, en su natal Matanzas, conocida desde el siglo
XIX como La Atenas de Cuba, por su desarrollo cultural.
CON UN
TATARANIETO
Desde
hace un año, ameniza bailables y espectáculos en Matanzas y en otras plazas
cubanas la Orquesta Típica Miguel Faílde, integrada por 15 jóvenes y dirigida
por el flautista Ethiel Fernández Faílde, tataranieto del creador del Danzón.
La
agrupación juvenil tiene como propósito revitalizar el género y ofrecerlo desde
su diversidad y posibles entendimientos, con las nuevas vertientes musicales,
comentó Fernández Faílde a Prensa Latina.
"Como
fecha de inicio del conjunto, compuesto íntegramente por egresados de la
Escuela de Arte, está un concierto efectuado el 14 de mayo de 2012",
rememora el joven director de 22 años de edad.
"Es
difícil el empeño y un reto grande. Las personas, y en especial los bailadores,
esperan mucho de nosotros. Tenemos un nombre que pesa mucho", reflexionó
Fernández Faílde, quien precisó que el colectivo tiene una edad promedio de 20
años.
"Tenemos
que reavivar el danzón también entre los jóvenes compositores de la Asociación
Hermanos Saíz y del Instituto Superior de Arte", argumentó. "Nuestro
proyecto es ambicioso", enfatizó.
*
Corresponsal de Prensa Latina en la provincia cubana de Matanzas
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