INICIO DE UN PROCESO IMPOSTERGABLE
La unificación monetaria es uno de los
procesos trascendentales para asegurar el desempeño lógico de la economía
nacional. Así lo valoran, en diálogo con JR, el presidente de la Asociación
Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, Danilo Guzmán Dovao, y el premio
nacional de Economía Doctor Joaquín Infante
Por José Alejandro Rodríguez (Juventud
Rebelde)
Ya se
vislumbra el inicio del fin de la dualidad monetaria, con el reciente acuerdo
del Consejo de Ministros de la República de Cuba de poner en vigor un cronograma
de ejecución de las medidas que conducirán a la unificación monetaria y
cambiaria.
Por la trascendencia de este acuerdo, y
las derivaciones que tendrá la eliminación de una dualidad que en los momentos
más críticos del período especial desempeñó un papel de salvamento, pero que
introdujo a la larga distorsiones en la macroeconomía en el ámbito empresarial y
hasta en la economía y la vida de los ciudadanos, es que solicitamos la
valoración al respecto de dos voces representativas: el presidente de la
Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, Danilo Guzmán Dovao, y
el premio nacional de Economía Doctor Joaquín Infante.
Para Danilo Guzmán «este es uno de los
procesos trascendentales para asegurar el desempeño lógico de la economía”. No
obstante, señala que por sí solas, las medidas que se adopten en materia de
unificación monetaria, no constituyen soluciones mágicas.
«De lo que se trata, afirma, es de que
el peso cubano se convierta de manera efectiva en la moneda cuyo valor
restaurado contribuya a estimular la actividad productiva; y que, por otra
parte, sea la moneda única que permita ejercer operaciones bancarias,
financieras en general, y servir de medio para la redistribución de los
recursos».
Para el Presidente de la ANEC el impacto
de la medida en la economía nacional radicará en que contribuirá a establecer
las proporciones adecuadas y propiciará una visión más objetiva del
comportamiento de la misma, en tanto se acercan los registros de las actividades
económicas a los hechos reales y se reduce lo que de subjetivo introduce la
aplicación de una tasa de cambio que no refleja con exactitud las proporciones
reales.
«Esto contribuye a una planificación más
ajustada a la realidad. Y, por otra parte, los registros en las cuentas
nacionales, a través de la contabilidad gubernamental, permitirán disponer de
fuentes de datos más precisos y certeros. Todo ello facilita, además, que las
decisiones acerca de las medidas y políticas que se insertan en el contexto
económico, sean más adecuadas. En general, hace más eficaces los procesos de
administración y conducción de la economía nacional, en tanto registran más
nítidamente los costos, los gastos y, por ende, la determinación de los
precios».
En el ámbito empresarial, considera que
la unificación establecerá una homologación directa de las condiciones
productivas, en que la diferencia no estará en función del tipo de moneda, sino
de las condiciones materiales del proceso productivo. Así, la competencia entre
entidades productivas se hace más leal, en tanto desaparecerán las distorsiones
que introduce el uso de distintas tasas de cambio y de una doble
moneda.
Asevera Guzmán que, por otra parte,
mejoran las condiciones de operatividad empresarial: «No es lo mismo recurrir a
los cálculos de dos monedas y al trasiego consecuente en el proceso de
administración empresarial y de gestión financiera, que cuando esto se realiza
directamente y de manera más expedita.
«El ejercicio contable y los
instrumentos de control y de determinación de los precios se hacen más
transparentes y objetivos. Hay que señalar, de manera enfática, que esto tiene
un efecto directo sobre la capacidad de elevar la eficiencia de la producción,
la productividad y la eficacia. Esto solo no es una medida que directamente
asegure ese impacto, también es importante que quede claro que la posibilidad de
éxito reclama de la participación de los factores de producción de forma
efectiva.
«En este contexto, la adopción de
decisiones y las proyecciones en función del plan empresarial, y en su engarce
con la economía nacional, se hacen más objetivas. Y la dirección, como proceso,
puede ser más precisa y contribuir mejor a resolver las dificultades y proyectar
las soluciones».
No soslayó el Presidente de la ANEC el
papel del individuo en este proceso y el efecto sobre el mismo: «Para la
economía del ciudadano, el acercamiento paulatino a la unificación monetaria lo
aleja de manera progresiva de lo que resulta tortuoso en muchas ocasiones,
cuando es necesario recurrir a un mercado en CUC para garantizar determinados
medios básicos e imprescindibles en la dieta cubana o de enseres y recursos
domésticos solo adquiribles en esta moneda».
Pero en el ámbito del ciudadano, la
trascendencia tiene doble dimensión, en tanto productor y consumidor, señala. En
la primera acepción, considera que debe producirse un efecto de estímulo, y en
la segunda, puede llegar a ser un medio de elevación de la capacidad
adquisitiva. Pero también alerta de que no estamos en presencia de procesos
automáticos, sino que de manera gradual y por etapas dejarán sentir su impacto
sobre la economía en general y más allá, en la personal o
doméstica.
El avance de la aplicación de los
Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución
requiere de la unificación monetaria, concebida desde el Lineamiento No. 55,
como un proceso. Por ello, el tránsito hacia esa unificación, para Guzmán, no
puede excluir los factores propios del proceso productivo y los resultados de la
producción.
«El dinero —asevera— es un lubricante de
la producción y la circulación de las mercancías y productos; pero no es posible
olvidar que, en el caso de nuestra sociedad, lo que prevalece no es la
conducción y equilibrio de la economía a través del mercado, porque la esencia
del proceso cubano, poniendo al ser humano en el centro de los problemas, no es
una divisa, sino una convicción profunda.
«De ahí, que estas medidas contribuyen a
crear las condiciones para progresar, pero el peso fundamental de ese proceso en
pos de un nuevo estadio de desarrollo, recae sobre la capacidad de los hombres y
mujeres de nuestra sociedad para mantener la creación, entendida como tal en
sentido amplio: para asegurar elevar de manera creciente la calidad de vida de
la población.
Finalmente, refiere el Presidente de la
ANEC que «este complejo y gradual proceso, plantea a los economistas y
contadores cubanos nuevos retos para asegurar que los pasos previstos en el
cronograma, desde la base hasta nuestras organizaciones superiores, se cumplan
con eficiencia y contribuyan así, una vez más, a garantizar lo que la Patria
necesita».
ALCANZAR LA MÁXIMA EFECTIVIDAD EN LA ACTUALIZACIÓN
El premio nacional de Economía Doctor Joaquín Infante considera que esta es una decisión transcendental. Y lo fundamenta: «Representa el inicio de un proceso impostergable requerido para alcanzar la máxima efectividad de las demás acciones acometidas en la actualización del modelo económico cubano. Y ello se reflejará, en primer lugar, en alcanzar una valoración razonable de nuestra moneda, el peso, en relación con las monedas extranjeras, y por ende, poder medir con un mayor grado de precisión los valores de nuestras producciones de bienes y servicios.
ALCANZAR LA MÁXIMA EFECTIVIDAD EN LA ACTUALIZACIÓN
El premio nacional de Economía Doctor Joaquín Infante considera que esta es una decisión transcendental. Y lo fundamenta: «Representa el inicio de un proceso impostergable requerido para alcanzar la máxima efectividad de las demás acciones acometidas en la actualización del modelo económico cubano. Y ello se reflejará, en primer lugar, en alcanzar una valoración razonable de nuestra moneda, el peso, en relación con las monedas extranjeras, y por ende, poder medir con un mayor grado de precisión los valores de nuestras producciones de bienes y servicios.
«En segundo lugar, posibilitará disponer
de una sola moneda, el peso, con fuerza liberatoria ilimitada en nuestro país.
Acertadamente se comenzará con las entidades jurídicas, como plantea la decisión
del Consejo de Ministros, y posteriormente, acorde con el incremento de la
productividad y la producción, se irán incorporando el sector no estatal y la
población.
«El gran beneficio para la economía del
país, en el sentido global, será que la unificación monetaria y cambiaria,
señala, permitirá medir con mayor objetividad todos los indicadores
macroeconómicos, como el Producto Interno Bruto, el Ingreso Nacional, los
indicadores de la Balanza de Pagos, del Plan de la Economía, del Presupuesto del
Estado».
Para la economía empresarial, apunta, es
sustancial el hecho de que los empresarios puedan utilizar los estados
financieros como un verdadero instrumento de dirección, sin tener que estar
efectuando operaciones extralibros para conocer el valor de sus producciones, su
rentabilidad y competitividad. Y, además, lograr una participación activa y
efectiva de los trabajadores en el proceso productivo, pues ellos estarán
conscientes del valor que realmente crea su trabajo reflejado en el valor
agregado bruto (VAB)».
En cuanto al papel que podrían
desempeñar los economistas y contadores en este proceso hacia la unificación,
manifiesta que es fundamental, pues en él tienen que trabajar todas las
instituciones del país, órganos y organismos, empresas y unidades
presupuestadas, en cuyas entidades las secciones de base de la ANEC serán las
responsables de movilizar a todos los afiliados para lograr el cumplimiento
estricto de las tareas asignadas en la fechas establecidas en el cronograma que
se apruebe.
0 comentarios:
Publicar un comentario