ENANOS NO, PERSONAS DE BAJA TALLA
Las redes sociales celebraron este 25 de
octubre el Día Internacional de las Personas de Baja Talla
Por René A. Castaño Salazar (Granma)
La vida es un reto para todos, pero ese
desafío se multiplica para las personas que con necesidades especiales cada
mañana les llega como una odisea.
Arnay Durán y su familia. Foto: José M. Correa |
Existen tablas que permiten el análisis o
el control de en qué grado de alto o bajo es un individuo con relación a la
población en general. El estudio del crecimiento de los niños en las consultas
de pediatría se rige por ellas. Se consideran bajas tallas a los individuos
masculinos que estén por debajo de los 157 cm y en el sexo femenino a quienes
midan menos de 146 cm, aclara la doctora Araceli Lantigua Cruz, Especialista en
Genética Clínica y Profesora Titular y Consultante de la Universidad de
Ciencias Medicas de La Habana.
"A las personas muy bajitas que se
encuentran por debajo del tercer percentil (el rango para describir las
variaciones de talla de las personas de una población) antiguamente se les
denominó como enanos y se les asoció, en ocasiones, como bufones de reyes y
atracciones circenses. Este término ya ha sido reemplazado por el de baja talla
atendiendo a criterios éticos internacionales."
CUESTIÓN DE GENÉTICA
Ariela Ramírez. Foto: Alberto Borrego. |
"Hay otros casos, como el del niño
que puede nacer con 44 cm, con un embarazo a término es una baja talla de
comienzo prenatal, quiere decir que las causas del origen están presente y
afectan el crecimiento del embrión. La acondroplasia entra en el grupo de las
bajas tallas de origen prenatal. Esta se caracteriza por extremidades muy
cortas, y una cabeza que parece ser grande, pero el aumento es relativo a las
proporciones corporales.
"Todos los acondroplásicos son baja
talla, pero no todos tienen la misma estatura, depende de la herencia. Su
coeficiente intelectual se considera dentro del rango normal. Pueden tener un
ciclo de vida lo suficientemente amplio como para reproducirse y disfrutar de
hijos y nietos.
"Una pareja de estatura normal (las
superiores a las medidas antes mencionadas) puede tener hijos con baja talla,
tanto de comienzo prenatal como postnatal, todo depende del origen genético o
ambiental de la baja talla y para definirlo se encuentran los equipos
multidisciplinarios del seguimiento pediátrico.
"Dentro del grupo de las
osteocondrodisplasias también se encuentra la acondroplasia y la
hipocondroplasia, ambas de origen prenatal genético, sin embargo la primera es
una baja talla mucho más notable que la segunda pero con similares defectos
óseos.
"El defecto genético expresa la
ineficiencia de una proteína que regula el crecimiento de los huesos. De los
dos genes que expresan esta proteína (aa), basta que se afecte uno de ellos
para que se exprese la baja talla y en ese caso su estructura genética sería en
lugar de aa, Aa."
Existen dos tipos de eventos genéticos,
uno que se caracteriza por tener herencia autosómica dominante, lo que
significa que una persona con cualquiera de estas condiciones presenta una
probabilidad de 50 % de trasmitir ese gen a sus hijos, independiente de que
estos sean hembras o varones, y otro que aparece súbitamente en descendencia de
parejas con tallas dentro del rango considerado normal y que se considera
eventos nuevos o defectos puntuales que ocurren en ese gen. Este tipo de evento
genético nuevo puede ocurrir tanto en el óvulo como en el espermatozoide. Sin
embargo a partir de esa persona con baja talla casado con una persona
considerada de talla normal pueden comenzar la herencia de un 50 % de hijos con
igual baja talla, concluye la especialista.
SUS HISTORIAS
SUS HISTORIAS
La familia Ferro de Los Arabos, Matanzas. Foto: del autor. |
En el municipio del Cerro, en La Habana,
vive Arnay Rafael Durán, acondroplásico, con 37 años de edad y una estatura de
105 cm. De su matrimonio con Milka Rodríguez, de estatura normal, nacieron dos
hijos. El varón, que hoy tiene 13 años de edad, heredó las características del
padre. La hembra, de 10 años, obtuvo las de su madre. Hasta que nació el
pequeño Abel, Arnay era el único caso de acondroplasia en su familia.
"En la calle he vivido, en
ocasiones, la burla de algunas personas, pero he enseñado a mi hijo a superar
los obstáculos que podría traer el cambio de enseñanza en los estudios de la
secundaria."
Arnay bailó, por un tiempo, con la
comparsa de Los guaracheros de Regla, luego condujo un bicitaxi. "Siempre
que iba a buscar trabajo me miraban y me decían que no tenían nada para
mi".
Más al este, en Marianao, vive Ariela
Ramírez (la Chiqui). Con 38 años de edad, 127 cm de estatura y una alegría
contagiosa, hace 15 años trabaja como secretaria en el Instituto Central de
Ciencias Pedagógicas. Ariela es acondroplásica, pero su hija de siete años es de
estatura considerada normal, no heredó el evento nuevo.
"Recuerdo que cuando terminé el pre
universitario no llegó la carrera de Medicina Veterinaria, que era la que
deseaba. Entonces para no quedarme en casa, sin estudiar, uno de mis hermanos
trató de inscribirme en un curso de Enfermería, pero la persona que nos atendió
fue muy evasiva hasta que finalmente dijo que por mi estatura no debía
desempeñarme en esa profesión, porque si alguna vez un paciente se desmayaba yo
no podría cargarlo. Luego fui a un curso de Gastronomía y allí tampoco me
aceptaron. Finalmente matriculé en el Técnico Medio de Secretariado, y desde
entonces ese ha sido mi trabajo"
Ariela no se siente inferior por su
estatura, pero considera que sería provechoso conocer a otras personas con sus
mismas características. Reunirse, dialogar, intercambiar experiencias sería un
apoyo más para quienes viven en un mundo que no ha sido diseñado al
"alcance de sus manos".
Existen barreras arquitectónicas en
algunos camiones de pasaje, tanto en sus escalones como en sus asientos.
Tampoco pensaron en nosotros quienes construyeron los mostradores de varias
tiendas, cafeterías y restaurantes, tanto en el sector privado como en el
estatal, comenta.
En Matanzas, en el municipio de Los
Arabos, a unos 190 km de la capital, vive la familia Ferro. Dentro de las bajas
tallas a la suya se le conoce como hipocondroplasia y la principal
característica radica en que son un poco más altos que los acondroplásicos.
Nayla Oquendo Ferro, de 25 años de edad y
135 cm de estatura, ha devenido en la portavoz de su familia. La energética del
policlínico municipal tiene una niña de dos años de talla normal, lo que
confirma la probabilidad de tener un 50 % de hijos de talla en rangos de la
población. "No tenemos problemas con la estatura, somos una familia
amplia, con abuela, padres, tías, primos y hermanos muy unidos."
Con un gran árbol genealógico, los Ferro
son ampliamente conocidos en Los Arabos. En esa región, según datos obtenidos
del Programa Genético Municipal, conviven 40 personas hipocondroplásicas, casi
todas emparentadas con ese apellido.
25 DE OCTUBRE
Desde hace varios meses ha cobrado
fuerzas, especialmente en las redes sociales en Internet, la celebración internacional,
el 25 de octubre, del Día de las Personas de Baja Talla.
La fecha, escogida por Little People of
America (LPA, por sus siglas en inglés) es en homenaje al nacimiento de Billy
Barty, quien fundó esa organización en 1957 para agrupar a personas de baja
talla y así compartir información, experiencias y los desafíos que supone
enfrentar esa condición. LPA se propone que la Organización de las Naciones
Unidas declare oficialmente el día elegido para la celebración.
La campaña mundial de concientización ha
echado a andar. El llamado a la sociedad comienza por hacer del mundo de las
personas de tallas normales uno más asequible para los de pequeña estatura,
porque ellos, como los demás, tienen grandes expectativas.
0 comentarios:
Publicar un comentario