PALABRAS QUE VAN Y VIENEN
Casanova
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)
¿Dónde
está el disparate?: «¿Cómo es que llegarían esas naves a puerto?; yo pienso de
que la tormenta había amainado…». En «¿Cómo es que…?» aparece ese «que»
galicado del que hemos hablado antes. Digamos: «¿Cómo llegarían…?». Y en: «Yo
pienso que…», hay que quitarle la preposición «de».
Nadie
recurre contra una sentencia, sino se recurre una sentencia.
En
«espero que llegue» hay esperanza; en «espero a que llegue», decisión de
aguardar.
La
expresión «a espuertas», igual que «a raudales» significa en gran cantidad o
abundancia: «Gasta el dinero a espuertas». En el segundo caso, se usa más si se
trata de algo que fluye: «Corría el agua a raudales».
LAS
RESPUESTAS DE HOY
Una
cienfueguera me dice que no le parece correcto algo que leyó. Pregunta si está
en lo cierto. Por supuesto que sí. Se trata de la oración: «Allí van a haber
algunas distinguidas personalidades de la danza». Debieron haber escrito: «Allí
va a haber algunas distinguidas personalidades de la danza», o «Allí habrá…».
Si hubieran usado: «Van a ver…», «van a aplaudir», «van a estar», «van a
actuar», etc., sí pudieron haber usado el plural. (Ustedes verán, aplaudirán;
ellas estarán, actuarán…).
Un
lector desea saber si estas dos palabras aparecen registradas en el diccionario
o si se trata de «un invento cubano»: zarrapastroso y arrechucho. No es una
creación nuestra. La primera quiere decir ‘andrajoso, desaliñado,
despreciable’. La segunda es ‘arranque, ímpetu de cólera, prontitud excesiva’.
Las dos son correctas. Igual que el verbo arrechuchar (empujar).
¿Por
qué se dice «casanova» al hombre mujeriego? A causa de un italiano, Giovanni
Giacomo Casanova de Seingalt (Venecia, 1725-Bohemia, 1798), que escribió
Historia de mi vida, libro de memorias donde narra su existencia plagada de
aventuras amorosas.
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