RICARDO ALARCÓN RESPONDE A ELIECER ÁVILA
Por Harold Cárdenas Lema (La Joven Cuba)
Hace
varios años la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) fue testigo de un
debate inusual con la presencia de Ricardo Alarcón de Quesada y un grupo de
estudiantes que tuvieron la oportunidad de preguntarle temas variados ante las
cámaras. Ese día un estudiante llamado Eliécer Ávila se puso de pie y lanzó
varias preguntas. Alrededor de la respuesta de Alarcón existió una polémica
intensa y un fragmento del video fue utilizado profusamente en el exterior del
país con fines políticos. El político cubano no se había vuelto a referir al
tema públicamente, hasta el día de hoy.
Luego
de lo sucedido, el estudiante de informática que realizó las preguntas estuvo
envuelto en una intensa campaña que lo situaba como víctima del gobierno cubano
por su intervención ese día, el propio Eliécer apareció en la televisión
nacional desmintiendo tales acusaciones. El joven se graduó y fue ubicado en su
municipio como es costumbre, con el paso del tiempo se convirtió en figura
política de los grupos que se oponen a la gestión gubernamental y recientemente
regresó de un extenso viaje al extranjero donde fue centro de la atención
mediática. Aunque a menudo hace referencia a lo ocurrido aquel día, nunca
recibió respuesta de ninguna autoridad política del país ni el propio Alarcón.
El
expresidente de la Asamblea Nacional asistió recientemente a un encuentro deblogueros y en plena conversación se le preguntó su opinión sobre lo sucedido
años atrás en la UCI. Su respuesta inicial partió de la ironía: “si alguno de
ustedes viera a Eliecer, recuérdenle que en gran medida me debe el viaje a mí,
yo esperaba que me trajera por lo menos un souvenir de las pirámides o algo de
Bolivia”. Acto seguido un bloguero presente le recordó que a diferencia de la
intención expresada ese día en la universidad, el primer lugar que visitó el
joven no fue Bolivia sino Suecia.
Según
Eliecer, después de ese día en la UCI ocurrieron dos cosas: “el apoyo de la
gente en la calle” y “unos dirigentes que no me ofrecen la oportunidad de
establecer un debate”. Alarcón coincidió con él, el debate no se hace posible
porque tampoco a él se le permitió en su momento rebatir la campaña que se armó
alrededor del suceso universitario: “yo nada más hice una sugerencia: ¿por qué
no divulgamos completo lo que pasó allí?”. El video, que la mayoría de las
personas habían visto editado y no completo, no fue exhibido en la televisión
nacional bajo el pretexto de no dar a conocer un suceso del que ya la mayoría
de la nación tenía conocimiento.
Dijo
haber sufrido “una profunda decepción porque ese señor, ese compañero, ese
joven, era el jefe de la Operación Verdad” (1). Varias preguntas pueden surgir
acerca de cómo una persona puede llegar a dirigir el combate contra aquellas
ideas de las que en el futuro se convertirá en paladín. En todo caso parece
hacerse realidad el axioma que afirma que no hay nada más dañino para una ideología
que un renegado de sus propias filas.
El
antiguo presidente de la Asamblea Nacional desmiente la campaña que presentaba
al joven como víctima de represalias luego del suceso: “salimos de ahí
conversando, con él y otros muchachos hablamos de continuar con ese tipo de
encuentro y hacer otros más”. El hecho es que la versión editada del video que
más circuló se prestaba para diversas interpretaciones y mientras Eliecer tuvo
la oportunidad hasta hoy de contar su versión, él se veía impedido de brindar
la suya. De esta forma y utilizando una frase de un presentador de la
televisión, no hay quien pueda sacar sus propias conclusiones.
Según
el propio Alarcón: “quedará para la historia, que esta persona que está aquí,
le dio como respuesta al tema de la tarjeta blanca, el argumento ese de que si
todos los cubanos viajaran chocarían los aviones. Quedé como defendiendo una
cosa que yo nunca he defendido y además, gracias a la autocensura nuestra, me
privaron a mí de mis argumentos y se los regalaron a él”.
Afirma
nuevamente que “lo menos que yo esperaba era recibir una tarjetica de París que
dijera: Gracias profe, porque me consiguió el viaje”, y aunque pudiera parecer
que trata el asunto a la ligera, cambia de expresión cuando hace un comentario
muy personal: “para mí fue muy desagradable porque con eso ya me embarqué,
moriré con el sambenito ese…”
(1) Operación Verdad era el nombre
de un grupo de jóvenes que desde la UCI hacían frente a las campañas masivas de
agresión que tenían lugar contra Cuba en Internet. Valga recordar que pocos
años atrás no existía una blogosfera cubana como la actual y los discursos
políticos eran fuertemente antagónicos y carecían de matices a la hora de
analizar la realidad cubana.
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