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martes, julio 12, 2011

PALABRAS QUE VAN Y VIENEN

Un caso de acentuación
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)

Mi prima Mercedes Estévez de Trinchería me manda este curioso mensaje que encontró en la red:

Entre los matices que distinguen a la lengua española figuran en un sitio relevante las curiosidades. Pongo de muestra un caso de acentuación. Aquí se trata de una oración en la cual todas sus palabras —nueve en total— llevan tilde: «Tomás pidió públicamente perdón, disculpándose después muchísimo más íntimamente». A lo mejor es una construcción forzada, pero no deja de ser interesante. (Nota: Lo forzado radica en un mal uso del gerundio, recuerda que esta forma impersonal del verbo, hace función adverbial, y aquí no debió haberse empleado, porque indica una simultaneidad que no existe en el sentido de la oración).

La palabra oía tiene tres sílabas en tres letras.

En aristocráticos, cada letra aparece dos veces.


El término arte es masculino en singular y femenino en plural.

En la palabra barrabrava, una letra aparece una sola vez, otra aparece dos veces, otra tres veces y la cuarta cuatro veces.

En el término centrifugados todas las letras son diferentes y ninguna se repite.

El vocablo cinco tiene a su vez cinco letras, coincidencia que no se registra en ningún otro número.

LA RESPUESTA DE HOY

La frase «Amor alma é del mondo…» (Amor, alma es del mundo), corresponde a Torcuato Tasso, hijo de Bernardo Tasso, poeta italiano. Torcuato (1544-1595), nacido en Sorrento, fue uno de los escritores más famosos del Renacimiento.

¿Por qué —pregunta una lectora—, si se emplea enseñanza superior, debe decirse: madre superiora a la monja que dirige un convento? En el primer caso, tenemos un adjetivo de una sola terminación; en el segundo, superior (ra), es sustantivo, persona que manda, gobierna o dirige una congregación o comunidad, principalmente religiosa.

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