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jueves, julio 22, 2010

PAULINA ALVAREZ, LA EMPERATRIZ DEL DANZONETE

La altivez y elegancia que imponía a cada interpretación le granjearon la simpatía del público y el sobrenombre de Emperatriz del Danzonete. Su sólida preparación musical y su gran versatilidad interpretativa la hicieron capaz de incursionar en diversas modalidades y ritmos cubanos

Por Jesús Risquet Bueno (Trabajadores)

Decir en Cuba “La Emperatriz del Danzonete” es hacer referencia a una voz excepcional, a una cadencia majestuosa, a un ritmo suave como las olas del mar de verano, a melodías irrepetibles eternas en la memoria. Todo eso y más significa Paulina Álvarez a quien nuestro pueblo dio ese trono y cetro musicales y así la identificó hasta su desaparición física.

Nació esta melodiosa mujer negra en la ciudad de Cienfuegos, en la zona centro-sur de la Isla el 29 de junio de 1912.

Fue Paulina Álvarez la primera mujer que de manera exitosa interpretó el Danzonete, popular género o modalidad musical cuya creación estuvo a cargo del genial compositor Aniceto Díaz. Podemos decir que Paulina Álvarez inició su carrera musical desde la niñez, pues siempre interpretaba canciones en las fiestas escolares y en diversas actividades socioculturales que se desarrollaban en su Cienfuegos natal.

Pero no es hasta la década de los años treinta que Paulina Álvarez comenzó a sobresalir, por su voz prodigiosa y cristalina, dentro del ámbito musical cubano.

En su voz fue posible escuchar las más gustadas melodías de esa época y por consiguiente se hicieron populares diversas creaciones, pero sobre todo marcó un hito en la memoria musical cubana, por el que se le permite seguir siendo recordada; la interpretación del primer Danzonete compuesto que lleva por título Rompiendo la Rutina.

Sus grabaciones eran recibidas con júbilo por los bailadores y sus discos se agotaban mucho antes de que pudieran llegar a manos de todos los que aspiraban a su posesión. Realmente fue una artista del pueblo, mimada por el pueblo y siempre recordada por su sencillez y su modestia.

Partiendo de su condición de mujer, humilde y negra, siempre mantuvo un aposición digna y representó lo mejor de la música cubana sin hacer concesiones que menoscabaran su dignidad.

Subió a todas las pistas y a los más exigentes escenarios para cosechar aplausos y, sobre todo, para proporcionar momentos de placer.

Falleció esta gloria de la cultura nacional cubana el 22 de julio de 1965 en la ciudad de La Habana dejando vació su reinado y la añoranza por aquellas noches en que su voz llenaba todos los rincones de los salones donde los bailadores seguían la cadencia inigualable del Danzonete.
(edigital@trabaja.cip.cu)


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog! No conocía a "La Emperatriz del Danzonete", ahora mismo me pongo a investigar!

A lo que descubrí el otro día fueron a los chicos de "Free Hole Negro", cubanos y geniales!

http://bit.ly/dC08au

Un saludo!