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martes, enero 12, 2010

PALABRAS QUE VAN Y VIENEN

En los tiempos de Maricastaña
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)

Decimos: «En los tiempos de Maricastaña», cuando deseamos expresar que algo ocurrió hace muchos años. ¿Quién era Maricastaña? Se cuenta que su nombre era María Castaño. Con sus hermanos y esposo estaba al frente del llamado «Partido Popular» de Lugo, España. La Iglesia, en aquel lugar, obligaba a pagar unos impuestos elevadísimos. Ellos protestaron contra tal injusticia, y en una de aquellas luchas resultó muerto el mayordomo del Obispo. De Cervantes, tomamos: «En tiempos de Maricastaña, cuando hablaban las calabazas». Los franceses utilizan una frase en casos semejantes: «Del tiempo en que Berta hilaba».

Karmático es derivado de karma. Se refiere a la creencia de que hemos vivido otras existencias anteriores a esta. Karma es el resultado de esas vidas.

Un autor español cuenta que en la lengua hablada, la be suele confundirse con la pe y con la eme; Billón suena a veces como millón; por eso le agregan algunos la coletilla «con be», dando paso a la palabra: «billonconbé», que parece extraída de un dialecto africano.

LA RESPUESTA DE HOY

¿Cuándo debes acentuar ortográficamente qué y cuándo no? Es fácil. Creo que hablé de esto ya, hace algún tiempo. Si se trata de una exclamación o de una interrogación directa, o indirecta, lleva tilde: «¿Qué piensa de ese asunto?» (directa) o «Me gustaría saber qué piensa de ese asunto». (indirecta) «¡Qué bien cocina!» o «Verás qué bien cocina». (Fíjate en el matiz interrogativo o exclamativo, incluso cuando no lleva el signo).

Sin embargo, en otros casos, no hay necesidad de ponerle la tilde: «Lo que piensa no le interesa a nadie». «Te darás cuenta de que cocina muy bien». «Tengo que contarle algo». «Que quieras, que no quieras, tendrás que cumplir lo que te ordenaron».

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