Periodismo en Guanajay
Por Gilda Guimeras (Radio Artemisa)
Guanajay, La Habana, Cuba.- Alguien dijo una vez en mi presencia que nada hay mejor para el conocimiento de una localidad, que la lectura de su prensa. Esto es doblemente válido para Guanajay, tanto por la destrucción de muchos de sus archivos históricos que convierten a la prensa en una fuente de primerísimo orden, así como por la cantidad de publicaciones periódicas salidas a la luz desde el siglo XIX hasta nuestros días – más de 140.
Así, a partir de El Agricultor Cubano - periódico nacido en 1844 de la pluma del médico y agrónomo José María Dau - la prensa guanajayense ha devenido reflejo más o menos real del acontecer local. Tomó partido, en época del colonialismo español, unas veces a su favor, otras en contra y dio títulos tan relevantes como La Luz y El Criollo, donde Joaquín Nicolás Aramburu (autonomista en tránsito hacia el independentismo), manifestó su pensamiento en toda su hondura y agudeza.
Ya en la época republicana, las rivalidades entre los partidos políticos y las difíciles condiciones económicas en que debieron mantenerse, lastraron no pocas veces la calidad y el brillo de algunas plumas.
No siempre las publicaciones pudieron resistir estas pruebas; pero al desaparecer una, generalmente surgía otra. Tal era la fuerza de la tradición. Proliferaron en aquellos años las revistas. Carentes, en ocasiones, de los valores que hoy la nostalgia al evocarlas les atribuye; pero voceras muchas de ellas de lo mejor de la cultura local: Aramburu, Vicente Silveira, Luis Manuel Nuñez, Agustín Heras y tantos otros hallaron acogida en sus páginas.
Hubo también, como para que nada faltara, publicaciones humorísticas. Generalmente de un humor blanco, bonachón y provinciano, que por ello mismo retrató al pueblo y a sus gentes.
Queremos dejar algo en claro: no fueron perfectas estas publicaciones y no podían serlo. Excepciones aparte, el periodista de ayer era también el maestro, el boticario, el empleado que dedicaba su tiempo libre al trabajo creador.
De entre ellos salieron los más relevantes hombres de la prensa local: Joaquín Nicolás Aramburu en el pasado siglo y José María Valdés, en el presente. Figuras junto a las cuales hay que situar a Carlos Baliño (en su fugaz, pero profunda incursión juvenil por el periodismo guanajayense), Manuel Marteiga, Enrique Díaz Ortega o Julio A. Carreras por solo citar a algunos Periodistas todos con los que guardamos una deuda de gratitud, hacedores de una tradición que en nuestros días sigue viva en nuevas y briosas plumas.
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