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viernes, octubre 26, 2007

La huella de los asturianos

Por Alberto Pozo (Bohemia)

El bello y poderoso edificio situado frente al Parque Central de La Habana, ocupando completamente la manzana formada por las calles Zulueta, Monserrate, San José y San Rafael, constituye un símbolo de la impronta social y la importancia económica de los asturianos en Cuba durante la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio de la vigésima centuria.

Asturias es un pequeño, pero trascendental territorio de la península ibérica. Frente a sus hombres se estrelló el paso arrollador de los musulmanes en la batalla de Covadonga. A partir de esta victoria del Rey Don Pelayo, comenzó la reconquista.

Por esos recovecos del transcurrir históricos, no fue hasta mediados del siglo XIX que la Corona Española eliminó las trabas a sus habitantes del norte para emigrar a la América. Estas circunstancias hicieron que en el período 1493-1700 apenas el 0.6 por ciento de los emigrantes a Cuba, según cifras oficiales –y ya sabemos que el trasiego clandestino se calculaba en el 50 por ciento o más de las estadísticas gubernamentales-, estuviera constituido por asturianos. La situación se mantuvo igual aproximadamente (0,5 por ciento) en el período de 1701 a 1800.

Pero las circunstancias cambiaron con el tiempo. Justamente en el siglo XIX los asturianos ocuparon el segundo lugar, (12,41 por ciento) solo superados por los originarios de Islas Canarias.

En el centro y oriente alcanzaron las cifra del 15,12 por ciento, por debajo de los catalanes. Y en 1900, al terminar el siglo, los asturianos alcanzaron el segundo lugar, 23,72 por ciento, sólo superados por los gallegos, 28,56 por ciento.

A la época que va de 1880 a 1930 se le ha llamado "La segunda conquista de América" pues emigraron tres y medio millones de españoles, más que nunca antes. No hay que darle vueltas: consecuencia del atraso económico de España. Los asturianos en particular contaban con la más alta tasa de población de España, asentados en una región muy fría, toda montaña, apenas con pequeños valles, atrasados en la industria y en la agricultura. Había que emigrar... No en balde en el Censo de Cuba de 1932 aparecía en el segundo lugar de las regiones de España, con el 33 por ciento, es decir, la tercera parte de la población de la península en nuestro país.

Organizaciones sociales y de beneficencia

En efecto ese magnifico edificio frente al Parque Central nos da la imagen de la prosperidad económica alcanzada por un grupo de asturianos. Ya en 1877 se había fundado la Sociedad Asturiana de Beneficencia con el objetivo de auxiliar a su región en España, acosada por la "espantosa miseria", así como en nuestra tierra ayudar a sus miembros desde el punto de vista social, e incluso, a sus hermanos en otras partes de América.

A ello le sucedió la fundación del Centro Asturiano de La Habana, cuya sede se instalaría en lugar tan céntrico como es frente al parque Central. Un incendio barrió con la edificación en 1918. pero de nuevo se levantó de las cenizas con más vigor y pujanza en 1927. En ese edificio social crearon el Banco Asturiano de Ahorro.

Otra obra-símbolo fue la fundación en 1894 del sanatorio La Covadonga, en el Cerro, el más grande y primero de su tipo en La Habana. Contaba con una Escuela de Enfermeros supervisada por la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de La Habana, así como un hogar-asilo para asociados enfermos. Hoy la Covadonga es el Hospital Docente "Dr. Salvador Allende".

Asimismo inauguraron el plantel "Jovellanos" (1918) en honor del enciclopedista asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), modernizador de las ideas económicas en España, una de cuyas creaciones fue la Sociedad Económica de Amigos del País, de gran trascendencia en Cuba para el desarrollo de la economía y la cultura.

Hablando de recias personalidades destacadas en la sociedad cubana, habría que nombrar a Manuel Isidro Méndez, llegado en 1896, historiador e hijo adoptivo de Artemisa, a quien se considera el primer biógrafo de José Martí.

Personas pudientes y otras populares

Algunos lograron posiciones relevantes en la industria y el comercio: Domingo Méndez, cigarros Regalías el Cuño; Ramón Rodríguez, cigarros y tabacos Partagás; Benjamín Menéndez, cigarros y tabacos H. Upmann; Florentino García, gerente de La Época y fundador de la tienda Flogar y la peletería California..., todas figuras influyentes en el desarrollo económico de aquel entonces en Cuba. Es indiscutible que durante la dominación española y la seudo república las condiciones de explotación de esos sistemas económico-sociales permitieron un enriquecimiento considerable de los más inteligentes y hábiles de su comunidad.

Al hablar de las personalidades asturianas demos un toque de folklore, citemos un personaje popular de esta Habana, el llamado Bigote de Gato, que el cantante dominicano Daniel Santos, en la década del 50, le dedicara una de sus composiciones: "Bigote de Gato es un gran sujeto, que vive allá por el Luyanó... ". Manuel Pérez y Rodríguez llegó a Cuba en 1910, y se dedicó a trabajar en los bares. Se hizo de una figura llamativa con sus bigotes inmensos y su boina roja. Andaba en un auto del 1926, con el que ganó carreras para vehículos de esas condiciones.

Y en la gastronomía no olvidemos dos símbolos imperecederos de Asturias: la fabada y la sidra.

En 1960 el edificio del Centro Asturiano de La Habana fue nacionalizado. Se convierte entonces en sede del Tribunal Supremo Popular. En estos momentos, totalmente remozado y adaptado, forma parte de las edificaciones del Museo Nacional de Bellas Artes, y están expuestas en él las obras de otros países.

Ese mismo año se funda la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba, con sede en Prado y Trocadero. Dedicada a la obra social y benéfica dirigida a sus más de 18 mil asociados, lleva adelante dos programas fundamentales: Atención médica integral a la ancianidad y Atención al emigrante. Desde luego, continúa difundiendo la presencia asturiana en la historia y cultura cubana, y para ello cuenta con la Noche Asturiana sabatina; la Distinción Jovellanos, dedicada a personalidades del país; la Escuela de Bailes Típicos Asturianos; el Grupo Andecha Folclor Astur de La Habana; la Biblioteca Especializada, el Círculo Filatélico y la Peña Periodística "Manuel Isidro Méndez", dirigida por Rolando Aniceto.

Estos datos los debemos, principalmente, al libro de Jesús Guanche, "Componentes étnicos de la nación cubana". Entre otras fuentes nos apoyamos en "España en la savia de Cuba", también de Guanche, y sobre todo, en el folleto "Los Asturianos en Cuba", del periodista y escritor Rolando Aniceto.

DATOS ADICIONALES

A este artículo faltaría agregarle el nombre de mi abuelo, Francisco García Méndez, más conocido por Don Pancho, quien nació en Luarca y fue administrador de la entonces Quinta Covadonga, actual Hospital Salvador Allende, de 1921 a 1950, por lo cual fue nombrado Socio de Mérito del Centro Asturiano de la Habana, donde ingresó como miembro en 1895.




Busto de Don Pancho develado por los trabajadores de la Quinta Covadonga el 20 de noviembre de 1955 y que se encuentra frente al edificio de la Administración.


















Banquete en honor de Don Pancho, celebrado en el Centro Asturiano de la Habana el 30 de marzo de 1946 y en el cual se le entregó el diploma de Socio de Mérito de dicha sociedad.





La Junta General del Centro Asturiano de la Habana acordó en la sesión del VIII de Febrero de MCMXLVI conceder al socio Sr. Francisco García Méndez el título de Socio de Mérito en reconocimiento a los valiosos servicios con que ha honrado a esta Sociedad.

Y para constancia se extiende el presente en la Habana y Marzo de MCMXLVI.

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