Contraste y diversidad en el transporte cubano
La República de Cuba, nación caribeña con una historia de más de cinco siglos, atesora características propias que la convierten en atractivo único para los miles de visitantes que arriban cada año a su territorio.
Playas, zonas vírgenes y apenas tocadas por la mano del hombre, cultura con raíces africanas, aborígenes e incluso europeas, una rica historia de lucha y el carácter afable de los cubanos se combinan para conformar una oferta tentadora en el Caribe.
A todo lo anterior se suma el panorama social y económico de la isla, con sus industrias, escuelas, centros de recreación y en especial, una verdadera muestra de contraste y diversidad en el transporte.
Situada entre las naciones del continente que vieron circular por sus vías aquellos monstruos humeantes representados en los primeros automóviles hace ya mas de 100 años, refleja en la actualidad el panorama de un país en desarrollo donde lo nuevo convive en perfecta armonía con lo viejo.
A simple vista, los vacacionistas tropiezan a su llegada al país con la sorpresa de miles de vehículos poseedores de una historia de más de 60 años, en perfecto estado de conservación a pesar de que sus piezas fueron borradas ya de las producciones de las industrias dedicadas a esa actividad.
El buen humor de los cubanos también se refleja en el transporte, donde las soluciones al servicio publico dieron lugar al nacimiento de los famosos "camellos", así llamados por su similitud con aquellos animales de zonas desérticas con dos jorobas, y que enlazan a varios puntos de la capital en el traslado de pasajeros.
La propuesta de la bicicleta, con amplia presencia en países asiáticos y algunas naciones del viejo continente, llego también para quedarse en la mayor de Las Antillas gracias a la aceptación ganada entre los cubanos para recorrer distancias cortas (siempre y cuando las condiciones del tiempo así lo permitan).
Una versión de ese medio se incorporó a la infraestructura de servicios de la industria del ocio, convertido ahora en bici-taxis, donde serviciales choferes transportan a aquellos que prefieren un trayecto a escasa velocidad para disfrutar al máximo de los atractivos que ofrece la isla, tanto en la capital como en las ciudades del interior.
El auge del turismo trajo también consigo, junto a los vehículos de marcas reconocidas, el nacimiento de un singular ingenio de forma redondeada, color amarillo y que responde al nombre de Cocomovil.
Surgido hace pocos años de la mano de una asociación entre empresas cubanas y extranjeras, el mencionado medio tiene una presencia cada vez mayor por las calles de la ciudad gracias a la demanda que genera, en especial cuando el verano eleva la temperatura en los termómetros y un refrescante recorrido se presenta como opción para combatir el calor.
Por supuesto, a todo lo anterior se suman modernos automóviles de primera línea, procedentes de las fabricas de Mercedes Benz, Toyota, Nissan, Hyundai, Daewoo, Volkswagen y muchas firmas mas, que aportan su toque de modernidad al transporte cubano.
Sin embargo, han sido incapaces de desplazar a los más diversos medios que recorren la isla, cada uno de ellos con un toque singular que le favorece y resalta su atractivo ante los curiosos, ya sean del país o vengan del exterior.
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