PALABRAS QUE VAN Y VIENEN
“Te invito a comer callos”
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)
Caricatura: LAZ |
N: «La sociedad recordaba al actor Fulano,
asesinado durante el segundo congreso», parecería que el actor había sido
ultimado en medio del evento. Es otro caso de la tan frecuente oscuridad o
anfibología.
Oí: «No las tengo todas consigo». Lo correcto
hubiera sido: No las tengo todas conmigo, o: ella no las tiene todas consigo.
Un amigo me habla de los piropos andaluces, y
pone un ejemplo: «Tienes los ojos como mis calcetines, negros y rasga’os».
Todos entendemos la frase: «Un barco surto en
puerto», pero no todos sabemos que surto es el participio pasivo irregular de
surgir. Significa dar fondo a la nave y, en sentido figurado, tranquilo, en
reposo, en silencio. Surtir y surgir son sinónimos en la acepción de brotar,
saltar o simplemente salir del agua, y más en particular, hacia arriba.
Tras es preposición cuando decimos: Tras la
cerca hay un rosal, andan tras la noticia. Se usa también con la preposición
de: Cayó tras del muro, iba tras de sus huellas. Solo que entonces adquiere
valor adverbial.
Los truenos no matan a nadie. Trueno es un
estruendo asociado al rayo. El rayo es la chispa eléctrica de gran intensidad
producida por descarga entre dos nubes o entre una nube y la tierra.
Cuando alguien se ofende por una crítica, debe
recordar las palabras del gran Lope de Vega: «No es castigo, que es regalo, la
reprensión del amigo».
Un profesor español radicado en Costa Rica,
cuyo nombre no logro recordar, aclaró en un programa de radio que el
conocidísimo refrán: «Quien se fue a Sevilla perdió la silla», no lleva a, sino
de. Se refiere al arzobispo de aquella región que se marchó cuando llegaron los
árabes.
LA RESPUESTA DE HOY
Un lector oyó en un filme: «Te invito a comer
callos» y pregunta si así se llaman en España las patas de res y de cerdo. No,
los callos son allá pedazos del estómago de la vaca ternera o del carnero, que
se comen guisados.
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