DECLARACIÓN DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE CUBA
Tomado de Granma
La
Sección de Intereses de los Estados Unidos (SINA) en La Habana sigue fungiendo
como cuartel general de la política de subversión del gobierno norteamericano
contra Cuba, que tiene entre sus propósitos fundamentales fabricar un
movimiento de oposición al gobierno legítimo de Cuba y fomentar la
desestabilización interna para provocar un "cambio de régimen" en
nuestro país.
Como ha
sido denunciado con anterioridad, durante los últimos años, la SINA ha
continuado realizando actividades ilegales, que nada tienen que ver con las
funciones de una misión diplomática y que consisten en promover, asesorar,
instruir, entrenar, financiar y abastecer con medios y tecnologías diversas a
sus mercenarios en Cuba. Diplomáticos de esa oficina incitan permanentemente a estas
personas, que responden a los intereses del Gobierno de los Estados Unidos
contra Cuba a cambio de una buena retribución monetaria, a protagonizar
acciones provocadoras, desplegar campañas de manipulación sobre la realidad del
país y actuar contra el orden constitucional cubano.
En su
empeño por ejercer un papel rector en la tarea imposible de convertir a sus
mercenarios en un movimiento creíble de oposición interna, la SINA canaliza
fondos del presupuesto del Gobierno de los Estados Unidos y medios financiados
por este para alimentar el negocio de la subversión interna.
En su
labor de injerencia en los asuntos internos de Cuba, la SINA ha llegado al
extremo de asumir tareas de capacitación, estableciendo dentro de su sede
locales y centros ilegales de Internet para proveer entrenamiento e impartir
cursos a personas, con el objetivo de que actúen contra los intereses del
Estado cubano, en violación flagrante de la Convención de Viena sobre
Relaciones Diplomáticas, de las leyes cubanas y del propio acuerdo que dio
origen al establecimiento de la Sección de Intereses.
En
Cuba, como en muchos países, se requiere del consentimiento del Estado cubano y
de la aprobación del Ministerio de Educación Superior para poder impartir
programas docentes o cursos. También se necesita la autorización y una licencia
de operación del Ministerio de Informática y Comunicaciones para ofrecer
servicios de Internet. La SINA no cuenta con ningún permiso para dar estas
prestaciones, que realiza sin la anuencia de las autoridades cubanas, por lo
que son ilegales.
Resulta
inaceptable y cínico que este tipo de programas que promueve la SINA,
incompatibles por demás con las funciones de una misión diplomática, sean
desarrollados por el país que sostiene, por ley y por decisión de su gobierno,
una política de abierta hostilidad y bloqueo dirigida a doblegar y destruir a
la Revolución, que, entre otros aspectos, restringe el libre intercambio
educacional, cultural, académico, científico y deportivo entre los dos países e
impide a Cuba conectarse a las decenas de cables submarinos que rodean la isla
para poder acceder a Internet.
Existen
pruebas irrebatibles de que las actividades ilegales que realiza la SINA son
financiadas con fondos oficiales del gobierno norteamericano, que en sumas millonarias
son adjudicados anualmente al Departamento de Estado y a la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en virtud de la
sección 109 de la Ley Helms-Burton, que tiene como objetivo explícito promover
un cambio en el sistema político, económico y social de Cuba.
Estas
acciones subversivas, unidas al recrudecimiento del bloqueo económico,
comercial y financiero, la persecución cada vez más feroz de las transacciones
financieras cubanas y la utilización de nuevos pretextos para evadir la
propuesta de sostener un diálogo serio, respetuoso y en condiciones de igualdad
entre ambos países, que Cuba ha reiterado, demuestran que el actual Gobierno de
los Estados Unidos no tiene la voluntad real de dejar atrás las peores políticas
y prácticas de la Guerra Fría y no desiste de sus intentos por tratar de
someter a nuestra nación a su dictado.
El
Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia las actividades ilegales,
injerencistas, ofensivas y provocadoras de la Sección de Intereses de los
Estados Unidos y demanda el cese de su incitación permanente a la realización
de acciones dirigidas a subvertir el orden constitucional que el pueblo cubano
ha elegido legítima y soberanamente.
El
Ministerio de Relaciones Exteriores ratifica que Cuba no cederá terreno a la
injerencia y que utilizará todos los mecanismos legales a su alcance para
defender la soberanía conquistada y hacer valer el respeto al pueblo cubano y a
las leyes del país.
La
Habana, 1 de noviembre de 2012
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