PALABRAS QUE VAN Y VIENEN
Lisura
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)
El idioma tiene cosas «que pa’qué», como dicen los madrileños. Una lectora desea saber el significado de lisura. Viene de liso; «igualdad y tersura de la superficie de algo». Hasta ahí no hay problema. Pero si en España es figuradamente «ingenuidad, sinceridad»; en Guatemala, Panamá y Perú, «palabra o acción grosera o irrespetuosa». En Panamá y Perú, «atrevimiento, desparpajo», y en Perú, además, «gracia, donaire». Así es que en ese número antológico de Chabuca Granda, La flor de la canela, una no sabe si esa muchacha que «derramaba lisura», era lisa —nada de elevaciones ni por aquí, ni por allá—, si ingenua y sincera, si capaz de acciones y palabras groseras e irrespetuosas, si atrevida o desparpajada, o si, como la autora seguramente pretendió dar a entender, llena de gracia y donaire.
¡Ah!, lo olvidaba: «La flor de la canela» quiere decir lo mejor.
LA RESPUESTA DE HOY
Los pescadores se lamentan: «Fue un lance de agua», cuando recogen vacía la red que habían lanzado. Por extensión, llamamos así a la gestión que no produce frutos. No digamos: «espontaniedad», sino: espontaneidad, de espontáneo. Tampoco «cotidianeidad». Lo correcto es: cotidianidad, derivado de cotidiano.
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)
El idioma tiene cosas «que pa’qué», como dicen los madrileños. Una lectora desea saber el significado de lisura. Viene de liso; «igualdad y tersura de la superficie de algo». Hasta ahí no hay problema. Pero si en España es figuradamente «ingenuidad, sinceridad»; en Guatemala, Panamá y Perú, «palabra o acción grosera o irrespetuosa». En Panamá y Perú, «atrevimiento, desparpajo», y en Perú, además, «gracia, donaire». Así es que en ese número antológico de Chabuca Granda, La flor de la canela, una no sabe si esa muchacha que «derramaba lisura», era lisa —nada de elevaciones ni por aquí, ni por allá—, si ingenua y sincera, si capaz de acciones y palabras groseras e irrespetuosas, si atrevida o desparpajada, o si, como la autora seguramente pretendió dar a entender, llena de gracia y donaire.
¡Ah!, lo olvidaba: «La flor de la canela» quiere decir lo mejor.
LA RESPUESTA DE HOY
Los pescadores se lamentan: «Fue un lance de agua», cuando recogen vacía la red que habían lanzado. Por extensión, llamamos así a la gestión que no produce frutos. No digamos: «espontaniedad», sino: espontaneidad, de espontáneo. Tampoco «cotidianeidad». Lo correcto es: cotidianidad, derivado de cotidiano.
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