CUBA: UNA DONCELLA DE 495 AÑOS
Por Mayra Pardillo* (Prensa Latina)
Sancti Spíritus, Cuba (PL).- El majestuoso Puente sobre el río Yayabo, con sus cinco arcos distintivos, cuya fortaleza según la tradición oral se debe al uso de leche de burra o vaca en la mezcla, y la Iglesia Parroquial Mayor, considerada la construcción más antigua, son dos símbolos de esta ciudad al centro del país.
Pero Sancti Spíritus, a unos 350 kilómetros al este de La Habana, tiene más que develar al visitante e incluso a quienes transitan a diario por sus estrechas calles sin detenerse a observar los ventanales con sus verjas o ver desde algún punto de referencia los techos de tejas rojas, los cuales aún perduran.
Algunas casas conservan muebles de antiguos períodos como los balancines llamados comadritas, espejos enmarcados donde se colgaban los bastones y sombreros e incluso lavabos y otras piezas sanitarias de antaño, al hacer todavía un uso cotidiano de ellos.
Otras viviendas destacan por el empleo de madera preciosa en la carpintería de los techos y de la pintura mural, sus amplios patios centrales para el esparcimiento, así como por los espacios abiertos, sobre todo en la cocina.
Llaman la atención los vitrales, en especial cuando los rayos del sol atraviesan ese conjunto de vidrios de distintos colores.
Varios museos tiene esta ciudad, fundada el 4 de junio de 1514 por el Adelantado Diego Velázquez, pero quien traspase los umbrales del destinado al Arte Colonial, conocido como la Casa de las Cien Puertas o el Palacio de Valle – por el apellido de sus antiguos y acaudalados dueños – quedará prendado de ese lugar.
La fuente en el patio de este museo es mudo testigo de diferentes manifestaciones artísticas.
Con diversas influencias de estilo en la construcción del Centro Histórico urbano, aunque con predominio del período colonial, esta villa se asemeja a otras de su época y a la vez luce sus ya próximos 495 años como si aún fuera una doncella.
Aquí también se fundieron en una mezcla las costumbres de aquellos esclavos traídos de África para que terratenientes espirituanos obtuvieran la opulencia con el sudor de hombres, mujeres y niños de piel color de ébano, con las tradiciones de quienes arribaron de la legendaria China o de España.
De este último país, específicamente de Andalucía, provenían los maestros de obra Domingo Valverde y Blas Cabrera, quienes dirigieron la construcción del Puente sobre el río Yayabo, en el siglo XIX.
Para María Antonieta Jiménez Margolles, historiadora de la ciudad, esta construcción civil resulta la única que se conserva en la isla con esas características y antigüedad, mientras la Iglesia Parroquial Mayor o Templo del Espíritu Santo "es la construcción más antigua que se ha fechado en la ciudad de Sancti Spíritus".
Cuando la cuarta de las siete primeras villas fundadas en la Isla por los conquistadores españoles logra un crecimiento económico, fundamentalmente en la producción azucarera, esto le permite el nacimiento del ferrocarril.
En la construcción de la estación terminal sobresalió otro maestro de obras andaluz: Diego Dorado, quien luego luchó contra el gobierno español y murió en acción, en 1871, con el grado de Coronel.
El 23 de abril de 1864 fue inaugurada la línea de Tunas de Zaza hasta Sancti Spíritus.
Dicen que el mar es inspiración de poetas, pintores, músicos y escritores, sin embargo Sancti Spíritus está bastante lejos de él y hay quien lo añora muy a menudo, intentando conformarse con las a veces escasas aguas que corren por debajo del puente Yayabo.
Sin embargo, la ciudad tiene otros encantos para aquellos grandes exponentes de las mejores tradiciones artísticas y ha sido cuna de reconocidos poetas, pintores y escritores, algunos de los cuales jamás salieron de su pueblo natal y por algo debe haber sido.
Su Centro Histórico Urbano fue declarado Monumento Nacional el 10 de octubre de 1978.
Fue asaltada por piratas y corsarios durante los siglos XVI y XVII, al igual que Trinidad (Patrimonio Cultural de la Humanidad) y la tercera villa fundada también en 1514 por Diego Velázquez.
Por si fuera poco contó con ilustres hijos, patriotas insignes, entre los que descolló el Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, quien participó en las tres Guerras de Independencia contra el colonialismo español y fue amigo y colaborador del Héroe Nacional cubano José Martí (1853-1895).
Hoy, junto a esta historia acumulada, se alza una localidad que abre sus brazos a residentes y forasteros. Orgullosa, jaranera y vital, esta señora se rejuvenece con la risa contagiosa de sus niños y jóvenes retumbando en el aire, pero sin olvidar el pasado, con vistas a preservar todo cuanto encarne su patrimonio.
Por estos días ya la ciudad comienza a lucir colores nuevos. Realmente, arribar a 495 años es suficiente como para recordarlos y retocarse, y así esperar airosa otro lustro, tras el cual la ciudad de Sancti Spíritus cumplirá 500 años de existencia.
*Corresponsal de Prensa Latina en Sancti Spíritus.
0 comentarios:
Publicar un comentario