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sábado, julio 26, 2008

AUDAZ CAPTURA DE UN TIBURON DIENTUSO HEMBRA

El ejemplar de cuatro metros de largo y 370 kilogramos fue capturado a cuatro millas de la costa del municipio de La Habana del Este.

Por Luis Hernández Serrano (Juventud Rebelde)
Foto: Yanisel Rodríguez

Un tiburón dientuso hembra, de vientre blanco y cuerpo prieto, de aproximadamente cuatro metros de largo y 370 kilogramos, fue capturado el pasado día 15 en forma casual, pero audazmente, por los hermanos pescadores Wilber y Javier Marzo Companioni, a cuatro millas de la costa del municipio de La Habana del Este.

Ambos hombres, de 37 y 35 años, respectivamente, hijos de Vitalia y Ángel, de una familia de pescadores, residen en el apartamento 1 del Edificio 660, en la Zona 18 del reparto Alamar.

Ellos capturaron el animal cuando pescaban a más de tres millas de la costa, a la altura de La Habana del Este, en su pequeña embarcación Batallita, con motor, perteneciente a la base de pesca Ernest Hemingway.

«Estábamos pescando agujas y casteros y ese tiburón se embuchó la carnada con anzuelo y todo. Cuando salió a la superficie, aunque se veía sangrando mucho, herido de muerte, no lo soltamos, porque iba a morir de todas maneras. Por eso lo trajimos a tierra», explicó Wilber.

«Ese bicho se tragó el anzuelo, que era grande —número 12— (al decir de Carlitos, el chofer, una “minidosis de ancla”). La carnada era un agujón vivo y el nailon de dos milímetros. Picó a unos 200 metros de profundidad. Estábamos al pairo, con los avíos echados, y sentimos su fuerte picada. Halamos duro y se “embuchó” con parte de sus vísceras», relató Javier.

Los pescadores contaron que como era tan grande no pudieron subirlo a su pequeña embarcación, de unos tres metros de largo.

«Más de dos horas estuvimos tratando de arrimarlo al barquito nuestro. Nos hizo recordar a El viejo y el mar, la novela de Ernest Hemingway. Tuvimos que pedir ayuda al barco Calixto, de la misma base nuestra, pero fue imposible», evoca Javier.

Puntualiza Wilber que si costó trabajo que saliera a la superficie, más trabajo costó traerlo a estribor (a la derecha de su embarcación).

«No obstante estar muriéndose, el animal retrocedía en el agua y halaba duro el barco hacia atrás. Aunque estaba el motor funcionando, avanzaba con mucha dificultad por la resistencia que el tiburón le hacía», especificó Javier.

«El dientuso, aún “embuchado”, amarrado y moribundo, se revolcaba en el agua, y si en vez de estar a flote se sumerge y enfila hacia abajo, hubiéramos tenido que picar la soga para no hundirnos con barco y todo», comentó Wilber.

La entrenadora de esgrima y licenciada en Cultura Física Nancy Quesada Lorda, residente en Cojímar y corresponsal de la Comisión nacional de esa rama deportiva —quien nos dio a conocer la noticia—, recordó a los pescadores que la dientusa estaba preñada y cuando se le abrió el vientre tenía siete «cazoncitos».

«El bicho era demasiado grande para Batallita. Seguro antes de morir soltó al mar varias de sus crías. Es curioso, porque tenía muchos dientes fuera de la boca, de pulgada y media de largo y sin labios. Para subirlo a un camión fue tremendo, y hubo que doblarlo para que cupiera», dijeron finalmente.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente es toda una proeza lo acontecido con el tiburón. Pero yo me pregunto si tenían necesidad de cazar esa hermosa pieza. Debo decirles que yo vivo en Uruguay desde no hace mucho y antes viví en Suecia, país al que me tuve que exiliar en el año 1979 luego de haber estado preso de la dictadura fascista 7 años y medio.

Desde alli comprendí cómo el capitalismo no sólo se ensaña con los trabajadores y los pueblos a los que oprime, sino que también lo hace con las especies vivas que las caza sin piedad por el sólo hecho de las ganacias del capitalsimo y los gustos burgueses. Un país como Cuba, donde se guía por el ideal del socialismo, debería, y creo que en cierta medida lo hace, tomar precauciones para no caer en actitudes similares e irresponsables a las del capitalismo.

Hoy somos unos cuantos que en Uruguay intentamos combatir contra el espíritu depredador e irresponsable hacia nuestro planeta, su flora y su fauna, actitud inculcada en nuestro pueblo por el imperialismo y su mentada globalización, aparte de prepararnos para luchar contra la dependencia económica, la liberación nacional y el socialismo, como lo ha hecho Cuba. Un saludo muy apretado en el día de conmemoración del asalto al cuartel Moncada.

Hector Marabotto.