LENNON PALPITA EN UN PARQUE HABANERO
Por Anubis Galardy (Prensa Latina)
La Habana (PL).- Fundida en bronce, la estatua del ex Beatle John Lennon conserva su apariencia humana en un parque apacible del barrio habanero del Vedado, como invitando a las confidencias.
Ya se ha perdido la cuenta de las veces que algún admirador apasionado, un transeúnte cualquiera o, tal vez un turista, lo han despojado de sus gafas de armadura redonda, con sus lentes imaginarios a través de los cuales parece contemplar la vida que pasa.
Con su aire meditabundo, quizás piense que la paz aún es posible, una quimera conquistable, en medio de la caldera hirviente de guerras y agresiones con que un puñado de poderosos pretende cegar los sueños y borrar de raíz el planeta Tierra.
Lennon nunca está solo. O casi nunca porque para cualquier habanero o cubano venido de algún lugar de la isla, es una tentación atravesar ese parque de árboles frondosos y sentarse a la vera del ex Beatle, tan vivo como cuando cantaba o extraía del torrente humano sus mejores canciones.
El escultor José Villa una vez le atornilló los lentes a su Lennon de bronce, en un intento vano de preservar su obra, la imagen minuciosa y exacta de ese hombre que emergió de Liverpool para convertirse, sin proponérselo si quiera, en un símbolo radiante, universal, que nos pertenece a todos.
Villa lanzó incluso algún que otro llamado para que los lentes de Lennon dejen de tentar a sus compatriotas. Ilusorio empeño. Cada cierto tiempo desaparecen como una reliquia demasiado próxima, codiciable.
El ex Beatle, volcado en su estatua de dimensión humana, llena de misterio y belleza, sigue recostado a su banco habanero, a escasas manzanas del Ministerio de Cultura y a medianía de cuadra de una escuela de música donde los alumnos aprenden a solfear, al amparo de su compañía.
Lennon nuestro, dicen los cubanos, como si recitaran una plegaria, palpitante y tierna. Hay quienes lo visitan día a día, en un peregrinaje placentero.
Lennon es ya parte de La Habana, como La Habana lo es de él; como Cuba lo fue, de algún modo, de Ernest Hemingway, más allá de su literatura.
A los dos es posible encontrarlos donde uno menos lo imagina. No sólo desde las estatuas de bronce que habitan por obra del arte, y los perpetua.
2 comentarios:
Todavía me acuerdo aquella mañana en la que mi padre trajo aquel periódico con el titular de su asesinato. Tenía 9 años y ya conocía a los Beatles por los discos de mi hermano.
Deja que se lleven sus gafas; mucha gente necesita ver las cosas desde el punto de vista del Lennon.
Un abrazo desde un Madrid abrasador!
Hola David:
Yo era un poco mayor que tu, pero tambien recuerdo la noticia sobre el asesinato de John Lennon. El tiempo ha pasado, ya solo quedan dos ex Beatles, pero ya tienen un bien ganado lugar en la historia de la musica universal.
Saludos Desde Cuba,
Juan
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