PALABRAS QUE VAN Y VIENEN
El uso del gerundio
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)
Salíamos de una clase de Español, allá por los años del bachillerato, Berta, una querida amiga de entonces, de siempre, me dijo: «¿Puedes creer que al oír la palabra gerundio, se me acalambra la cara?» Se refería a la dificultad que encerraba para nosotros el entender cuándo sí, y cuándo no, debíamos usarlo. En aquella oportunidad me reí muchísimo; pensé que no era para tanto, pero he de confesarte que ahora se me acalambra, no la cara, sino el cuerpo entero, cada vez que leo, o escucho, el empleo absolutamente disparatado de esa forma impersonal del verbo, que ocupa páginas y páginas de los libros de gramática.
Hay quien decide prescindir de él; pero no resulta aconsejable tal determinación; es elegante, y lo necesitamos en muchas ocasiones.
Bueno, bueno, un momento, casi pongo la carreta delante de los bueyes. Ante todo, ¿qué es el gerundio? Pues, vamos a un diccionario —no tiene que ser gramatical, uno cualquiera—: «Forma verbal invariable del modo infinitivo, cuya terminación regular es -ando, en los verbos de la primera conjugación, -iendo, en los de la segunda y tercera: amando, temiendo, partiendo. Comunica a la acción verbal carácter durativo; puede referirse a cualquier tiempo, así como a cualquier género y número, según el sentido de la frase de que forme parte: Estuve (estoy, estaré) leyendo».
Lo primero que debemos tener clarísimo es que el gerundio hace función de adverbio.
Esto quiere decir sencillamente, que no ha de modificar a un sustantivo. Se exceptúan: agua hirviendo y casa ardiendo. Ya se habla también de: hombres trabajando. O sea, nada de: «Este tomo conteniendo versos»..., ni: «Esa caja conteniendo bombones».
Por su carácter adverbial puede expresar modo, condición, motivo o circunstancia: Llegó corriendo, Hablando se entiende la gente. A veces se emplea como ablativo absoluto: Estando casada con él, salió embarazada.
Otra cuestión que ha de tenerse muy presente es su significado de simultaneidad. Sí, Él entró a la casa gritando de terror, quiere decir que mientras entraba, gritaba; sin embargo: «Él entró a la casa, gritando después de terror», es un soberano disparate. Y por supuesto, mucho menos: «Llegó a nuestras costas el sábado, siendo herido el domingo» o «Tuvo un accidente, muriendo un mes después». ¿De verdad crees que nadie dice cosas como esas? ¡Qué equivocado estás! ¡Deja que yo te cuente!
LA RESPUESTA DE HOY
Liliana del Río pregunta desde Las Tunas: ¿Cuál es la forma correcta: «yo núcleo» o «yo nucleo»? Se lo contestaré... cuando el verbo nuclear aparezca registrado. Supongo que entonces, como sucede en casos semejantes, se dirá: yo núcleo; ya que el sustantivo que da origen a ese verbo, es núcleo.
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