VIOLENCIA DOMESTICA, UN OBSTACULO PARA EL DESARROLLO
Por Vivian Collazo Montano* (Prensa Latina)
La Habana (PL).- Golpes, amenazas, humillaciones, maltrato sexual y psicológico, son algunas manifestaciones de violencia dentro del núcleo familiar, un problema creciente en el mundo de hoy, un verdadero asunto de salud pública.
La doctora Clotilde Proveyer, de la Universidad de La Habana, asegura que la cuestión va más allá del hogar y la salud; ella afirma que la violencia doméstica es un problema social, un grave obstáculo para el desarrollo y la paz.
Al dictar una conferencia magistral en el Coloquio Internacional Violencia/Contraviolencia en la cultura de mujeres latinoamericanas y caribeñas, que sesionó en Cuba del 18 al 22 de febrero, la experta destacó que sacar a debate este tópico ha permitido, apenas, visualizar la punta del iceberg.
La victimización femenina en el hogar permanece oculta, invisibilizada tras la cortina de la vida privada, de la intimidad familiar, bajo el supuesto de no admitir la intromisión de ajenos, indica Proveyer.
Sin lugar a dudas, el carácter sexista de la sociedad y de la inferiorización del mal llamado sexo débil, fomentada en todas las culturas y muy difícil de desarraigar, se encuentra en la base de la explicación causal de este problema, aseveró la especialista.
Son ideas y sistemas de pensamiento que se trasmiten de generación a generación. Los conceptos del patriarcado agrupan una totalidad de procesos donde entran cultura, jerarquía, estructuras y su solución pasa por esa comprensión de totalidad, agregó.
La cultura patriarcal no se reproduce espontáneamente, se educa y trasmite de una generación a otra a través de la socialización diferente que prepara a hombres y mujeres en subculturas diferentes. Unos para el ejercicio del poder y otras para la subordinación y la dependencia, manifestó.
No es suficiente aún la participación de la mujer en responsabilidades de primer nivel de dirección, existe una sobrecarga en los roles y aunque ellas han ganado terreno en la sociedad, todavía permanecen en la zaga de la familia y están en una subordinación en el ámbito doméstico.
A pesar de un camino avanzado en el análisis, estudio y discusión en torno a la problemática de la violencia contra la mujer, es necesario coordinar esfuerzos para evitar duplicidades.
Además, se deben analizar aspectos medulares e imprescindibles para cualquier plan de intervención en esta materia y poder alcanzar niveles más altos de generalización que posibiliten la introducción a escala más amplia de sus resultados.
El reto es enorme, pero mayor es el compromiso de los profesionales de las ciencias sociales y jurídicas, de la salud, y de todos los actores implicados en la atención al problema por las muchas mujeres que sufren la violencia en la cotidianidad sin encontrar vías efectivas para salir de la situación de maltrato, concluyó la doctora Proveyer.
Variados e intensos fueron los debates llevados al Coloquio, en esta su edición 15, el cual permite el acercamiento a un asunto medular en las discusiones contemporáneas de género desde una perspectiva sociocultural y artístico literaria.
Fueron tratados temas cruciales como “Matrimonio y sociedad: violencia conyugal en Guadalajara durante la primera mitad del siglo XIX”, según la mirada de la profesora mexicana Graciela Esther Abascal Johnson; “Papeles y mujeres en la primera mitad del siglo XIX cubano”, por la doctora María del Carmen Barcia, profesora de la Universidad de La Habana; “Violencia familiar y eclesiástica en memorias y novela de la Condesa de Merlin”, a cargo de la doctora Luisa Campuzano.
Y también “Des-figuraciones: El discurso de la violencia en cuatro poetas (1842-1912)”, expuesto por la investigadora Catherine Vallejo, de Concordia University; “Bosquejos y sombras del Dolor de las Hijas de la América Morena”, propuesto por Laura Vásquez Gómez, de la Universidad ARCIS, de Santiago de Chile, centraron la atención de los asistentes.
*Periodista de la Redacción de Ciencia y Técnica de Prensa Latina.
La Habana (PL).- Golpes, amenazas, humillaciones, maltrato sexual y psicológico, son algunas manifestaciones de violencia dentro del núcleo familiar, un problema creciente en el mundo de hoy, un verdadero asunto de salud pública.
La doctora Clotilde Proveyer, de la Universidad de La Habana, asegura que la cuestión va más allá del hogar y la salud; ella afirma que la violencia doméstica es un problema social, un grave obstáculo para el desarrollo y la paz.
Al dictar una conferencia magistral en el Coloquio Internacional Violencia/Contraviolencia en la cultura de mujeres latinoamericanas y caribeñas, que sesionó en Cuba del 18 al 22 de febrero, la experta destacó que sacar a debate este tópico ha permitido, apenas, visualizar la punta del iceberg.
La victimización femenina en el hogar permanece oculta, invisibilizada tras la cortina de la vida privada, de la intimidad familiar, bajo el supuesto de no admitir la intromisión de ajenos, indica Proveyer.
Sin lugar a dudas, el carácter sexista de la sociedad y de la inferiorización del mal llamado sexo débil, fomentada en todas las culturas y muy difícil de desarraigar, se encuentra en la base de la explicación causal de este problema, aseveró la especialista.
Son ideas y sistemas de pensamiento que se trasmiten de generación a generación. Los conceptos del patriarcado agrupan una totalidad de procesos donde entran cultura, jerarquía, estructuras y su solución pasa por esa comprensión de totalidad, agregó.
La cultura patriarcal no se reproduce espontáneamente, se educa y trasmite de una generación a otra a través de la socialización diferente que prepara a hombres y mujeres en subculturas diferentes. Unos para el ejercicio del poder y otras para la subordinación y la dependencia, manifestó.
No es suficiente aún la participación de la mujer en responsabilidades de primer nivel de dirección, existe una sobrecarga en los roles y aunque ellas han ganado terreno en la sociedad, todavía permanecen en la zaga de la familia y están en una subordinación en el ámbito doméstico.
A pesar de un camino avanzado en el análisis, estudio y discusión en torno a la problemática de la violencia contra la mujer, es necesario coordinar esfuerzos para evitar duplicidades.
Además, se deben analizar aspectos medulares e imprescindibles para cualquier plan de intervención en esta materia y poder alcanzar niveles más altos de generalización que posibiliten la introducción a escala más amplia de sus resultados.
El reto es enorme, pero mayor es el compromiso de los profesionales de las ciencias sociales y jurídicas, de la salud, y de todos los actores implicados en la atención al problema por las muchas mujeres que sufren la violencia en la cotidianidad sin encontrar vías efectivas para salir de la situación de maltrato, concluyó la doctora Proveyer.
Variados e intensos fueron los debates llevados al Coloquio, en esta su edición 15, el cual permite el acercamiento a un asunto medular en las discusiones contemporáneas de género desde una perspectiva sociocultural y artístico literaria.
Fueron tratados temas cruciales como “Matrimonio y sociedad: violencia conyugal en Guadalajara durante la primera mitad del siglo XIX”, según la mirada de la profesora mexicana Graciela Esther Abascal Johnson; “Papeles y mujeres en la primera mitad del siglo XIX cubano”, por la doctora María del Carmen Barcia, profesora de la Universidad de La Habana; “Violencia familiar y eclesiástica en memorias y novela de la Condesa de Merlin”, a cargo de la doctora Luisa Campuzano.
Y también “Des-figuraciones: El discurso de la violencia en cuatro poetas (1842-1912)”, expuesto por la investigadora Catherine Vallejo, de Concordia University; “Bosquejos y sombras del Dolor de las Hijas de la América Morena”, propuesto por Laura Vásquez Gómez, de la Universidad ARCIS, de Santiago de Chile, centraron la atención de los asistentes.
*Periodista de la Redacción de Ciencia y Técnica de Prensa Latina.
2 comentarios:
Tuve el honor en 1999 de ser el primer hombre en Madrid que, de forma institucional en su Ayuntamiento, entró a formar parte de un equipo para intentar solventar este y otros problemas de la mujer en la sociedad actual. Evidentemente aprendí mucho más de mis compañeras, veteranas en la lu ha, de lo que pude aportar.
Sin embargo, mi posición fue siempre muy clara: EL TERRORISMO MACHISTA ES UN PROBLEMA DEL CONJUNTO DE LA SOCIEDAD, no sólo de la mujer. La implicación del hombre en este asutno es crucial para su resolúción
Hoy día, gracias al gobierno en España del PSOE, existe una ley específica contra la violencia de género, pionera en todo el mundo. Pero todavía estamos muy lejos de haber llegado a la solución final (sin ir más lejos, hace dos días se produjeron 4 asesinatos). Esta solución se producira inexorablemnte con el cambio cultural que la mujer esta produciendo en todo el munodo.
Saludos
Desgraciadamente el problema de la violencia domestica esta muy arraigado en el mundo entero, tanto en paises subdesarrollados como en los más desarrollados. Hace un tiempo vi una pelicula española titulada "Te di mis ojos" (si mal no recuerdo), donde el tema fundamental era ese. Me gusto mucho.
Lo peor del caso es que la mayoria de las veces las víctimas, al igual que en el caso de las adicciones, caen en un estado de negacion, y siempre piensan que el marido, al "arrepentirse", va a cambiar, lo cual nunca sucede y es entonces cuando terminan asesindas.
Saludos Desde Cuba.
Juan
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