FALLECIO EL CINEASTA CUBANO OCTAVIO CORTAZAR
Por José Luis Estrada Betancourt (Juventud Rebelde)
El infarto lo sorprendió sin que el Premio Nacional del Cine, al que estaba nuevamente nominado, le fuera concedido. Así sucede cuando han sido tantos los que han dejado una huella significativa, trascendente, que ha ido conformando la historia de nuestra cinematografía nacional. Y no obstante la muerte no va a impedir que el maestro del cine documental cubano, Octavio Cortázar, viva en nuestra memoria por siempre.
Su inmenso documental de 1967, Por primera vez, hubiera bastado para quien se desempeñaba como actual director de la Casa Productora de Documentales Hurón Azul, de la UNEAC, fuera venerado por su gente, pero este cineasta, autor de una treintena de filmes, prefirió seguir retratándonos con esa agudeza y sensibilidad que distinguieron a cada una de las propuestas que emprendía.
No importó que cuando se estrenara Por primera vez algunos pensaran que era una película «imperfecta». Lo cierto es que se convirtió en un clásico al dejar registrados en celuloide, magistralmente, aquellos rostros excitados por el hallazgo de la magia del cine.
Ese afán de escudriñar nuestra realidad llevó al joven que comenzó trabajando en el ICAIC como asistente de dirección y que se graduara de director cinematográfico en la Universidad Carolina de Praga, a regalarnos otras cintas que constituyeron valiosos testimonios como Al sur del mandadero, Acerca de un personaje que unos llaman San Lázaro y otros Babalú; El Programa del Moncada, En un fin de curso, Sobre un primer Combate, ¿OVNIS en Cuba? 50 años de misterio y Hablando del punto cubano.
Realizador de algunas ediciones del Noticiero ICAIC Latinoamericano, así como prestigioso director de espectáculos artísticos y musicales, el fundador de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños llegó a la ficción en 1977 con El brigadista, experiencia que repitió en otras dos ocasiones: en 1980 con Guardafronteras; y en 1994 con Derecho de asilo; las dos primeras no solo multipremiadas, sino también entre las películas más taquilleras del patio.
De su talento artístico dieron fe los importantes reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera en festivales de Francia, Australia, Inglaterra, Alemania, la antigua Unión Soviética, España, Chile... Poseedor de la Orden Juan Marinello, que otorga el Consejo de Estado, de la Distinción por la Cultura Nacional, la Alejo Carpentier y la Raúl Gómez García, entre otras tantas, Octavio Cortázar aseguró que el cine había sido siempre para él un arte maravilloso. Yo empecé amando verdaderamente el cine, antes de pensar en expresarme a través de él».
Y fue ese amor por el arte y por su pueblo que se descubría en cada película suya, en sus excelentes comentarios de Pantalla Documental, en sus aportadoras clases en el ISA o en San Antonio, cosas que harán que Octavio Cortázar viva por siempre entre nosotros.
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