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jueves, noviembre 08, 2007

NG La Banda, una orquesta cubana en pleno auge

Por Rafael Lam (Colaborador de Prensa Latina)

Considerada una de las grandes orquestas surgidas a finales de los años 80 en Cuba, NG La Banda, bajo la dirección de José Luis Cortés, cumplirá en 2008 sus 20 años de fundada con un arraigo permanente en el gusto popular y los halagos de una crítica internacional seducida por sus sonoridades.

Tiene montajes acabados (...) armonías de estructuras complicadas y mezclas con funk, bloques, secciones de percusión y música-danza afrocubanas, centelleantes ideas melódicas. La sección de metales es una de las maravillas, señaló Peret Watrou, en The New York Times, tras escucharle sus temas de carnaval.

Probablemente es la mejor orquesta de salsa del hemisferio occidental, destacó, por su parte, Ben Tavera King, de San Antonio Espress-News, Estados Unidos.

Con ella, el ritmo de la isla explota. Tienen sabor salvaje y al mismo tiempo muy refinado, afirma Masahiko Yu, de Japón, y en opinión del español Charles Baya es una de las formaciones de latin-jazz más prestigiosas del mundo.

Su director es graduado de las escuelas de arte de la isla y se caracteriza por una formación de virtuoso a la que añade su apego al acervo rítmico que le antecedió.

Para que no haya dudas, se permite transitar por los clásicos más puros. A juicio de muchos de sus colegas, Formell entre ellos, su flauta es capaz de todos los prodigios posibles.

NG La Banda se estrenó en La Habana el 4 de abril de 1988. Todos sus aniversarios los festeja en el salón Benny Moré, de los Jardines de la Tropical, en la barriada de Marianao, para muchos el templo de la música bailable.

El ofrecido con motivo de su 29 cumpleaños fue potenciado con la orquesta más famosa de Cuba, Los Van Van, de Juan Formell; el grupo Bamboleo, el rap de Eddy K, Alain Daniel y la rumba de Yoruba Andabo, entre muchos otros.

Formell prometió estar en todos los festejos para animar la música bailable y mantener en alto el estandarte de la Tropical, un sitio de leyenda. El salón se estremeció a lleno completo con miles de bailadores que disfrutaron la música más caliente del momento en la isla.

José Luis Cortés se sentía eufórico con este nuevo cumpleaños, su música persiste, el concepto "timbero" (nueva modalidad de la salda) es la base de la música bailable contemporánea cubana. Influye al rap, a las músicas más juveniles en sus tumbaos, montunos, coros y estribillos.

- Recuerdo el estreno de tu banda aquel 4 de abril de 1988 en el teatro Bertold Brecht, de La Habana, le comento en un breve diálogo.

- Entonces alzamos una copa, brindamos por el nuevo proyecto y prometimos abandonar la orquesta en caso de que, al cabo de un año, no tuviéramos éxito.

- ¿Cómo fueron los inicios de aquel camino?

- No fue un camino de rosas, nada que se proyecta en grande resulta fácil. Tuvimos críticas muy fuertes de los detractores que nunca faltan, pero nos mantuvimos con la idea fija de que estábamos defendiendo la música cubana contemporánea y el tiempo nos dio la razón.

- ¿Cuándo se dieron cuenta de que habían conquistado al gran público bailador?

- Al principio, muchos de nuestros músicos querían hacer el jazz a lo cubano, como el grupo Irakere, de donde procedín cuatro de los metales.

Durante los carnavales de 1989, cuando vi que los bailadores no se movían con la música que tocábamos, decidí echar mano a los recursos más notables de la música bailable cubana: el montuno, los tumbaos, los estribillos, los coros sabrosos. Funcionó, la gente comenzó a gozar con NG La Banda.

- ¿De qué manera aprovechaste esa corriente bailable?

- Decidimos organizar la primera gira por los barrios de La Habana realizada por una orquesta. En noviembre de 1989 comenzamos a difundir nuestro nuevo sonido musical, el concepto NG La Banda, la salsa y la timba.

- Seguí la gira de NG por la zona oriental de la isla (Santiago de Cuba y Holguín), el público entendía el mensaje, bailaba, coreaba; sin embargo, hacer esa nueva música no era cosa sencilla para otras agrupaciones.

- Yo mismo me sorprendía de que los bailadores pudieran moverse con una música tan elaborada. Los metales hacían maravillas, pero la base rítmica era sencilla, en clave y bien cubana.

- ¿A los músicos cubanos les fue difícil entender esa nueva vertiente, esa técnica timbera?

- Muchos de los que intentaron tocar con NG decidieron retirarse porque los pasajes de "los metales del terror" eran alucinantes, como dicen los críticos de Brasil. En Cuba existe una alta escuela de música académica y una tradición de percusionistas que se cuentan entre los mejores del mundo.

- ¿Qué te aportaron las orquestas con las que trabajaste desde 1969?

- Con Los Van Van adquirí esa sencillez que ayuda tanto al bailador, la manera en que Formell manejaba sus composiciones, orquestaciones y su concepto musical.

Los Irakere de Chucho Valdés me aportaron la complejidad estructural de una nueva música de jazz latino o afrocubano. Esos dos canales los sintetizo y fabrico la nueva timba cubana.

- La banda actual está más encaminada al espectáculo.

- Cuento con cuatro voces femeninas, se mantiene el timbre vocal de NG, con Tony Calá. Las muchachas están muy bien entrenadas, voces muy juveniles, atractivas y muy audaces.

- También entrenas a un grupo de flautistas.

- Es una escuela de flautistas jóvenes apoyados por el Instituto Cubano de la Música.

- Se habla de un documental muy difundido que filmaron cineastas de la ciudad norteamericana de Los Angeles.

- Ellos consideraron que valía la pena filmarlo en La Habana y entrevistaron también a muchos colegas de la música. Es un documental que seguramente va a difundirse mucho.

- ¿Tienes muchos planes?

- Como digo siemore, sólo estamos comenzando

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