El yerno cubano de Carlos Marx
Por Juan Morales Agüero (Visión Tunera)
¿Sabía usted, amigo internauta, que un ciudadano cubano fue yerno de Carlos Marx, el preclaro fundador del socialismo científico? Pues ya está enterado. Sobre este compatriota, VisónTunera le ofrece algunos datos.
Pablo Lafargue —que así se llamó el insigne cubano— nació en Santiago de Cuba el 15 de enero del año 1842. "Hijo único de una antigua familia de plantadores", como le escribió Marx a su gran amigo Federico Engels, era descendiente de un judío francés y de una mulata haitiana, quienes habían escapado de la violencia que reinaba en Haití en tiempos de la rebelión contra el colonialismo.
Luego de cursar sus primeros estudios en Cuba, el padre, quien tenía un próspero negocio de café en la región oriental, se llevó a toda la familia a Francia. Allí Pablo comenzó sus primeros estudios e ingresó más tarde en la Facultad de Medicina de la Universidad de París. Al tiempo que estudiaba se permeaba de las ideas socialistas en boga por aquellos tiempos y ello lo indujo a ingresar en la llamada Internacional. Por haber tomado parte en un congreso estudiantil en la ciudad belga de Lieja, fue expulsado de la Universidad por dos años.
En una ocasión hizo una visita de cortesía a Carlos Marx y "el muchacho empezó a encariñarse conmigo –escribió de nuevo a Engels—, pero pronto traspasó el cariño del padre a la hija". Se trataba de Laura, la segunda descendiente del famoso pensador alemán, con la cual en 1866 formalizó Pablo Lafargue relaciones. Ambos acordaron que el matrimonio no se celebraría hasta tanto él no culminara su carrera de médico. En ese mismo año la culminó y se celebró la boda. Carlos Marx no solo encontró en Pablo a un yerno que haría feliz a su hija, sino también a un auxiliar capaz e inteligente y a un intérprete fiel de su obra.
Lafargue escribió varias obras sobre la historia del marxismo y fue uno de los fundadores del Partido Obrero francés en el año 1879. También devino el primer diputado marxista en la historia de Francia. En la Primera Internacional sirvió de secretario-corresponsal para España entre los años 1866 y 1868 y fue miembro-fundador de sus secciones francesas, españolas y portuguesas.
El 25 de noviembre de 1911, convencidos de que habían vivido ya lo suficiente, Pablo y Laura Lafargue se suicidaron de común acuerdo, luego de haber pasado la tarde en un cine de París y haberse regalado unos pasteles. Ante sus tumbas hablaron personalidades tales como Jean Jaurés, la máxima figura del socialismo francés, y un revolucionario ruso exiliado que se llamaba Vladimir Ilich Ulianov, más conocido en aquellos predios por el seudónimo de Lenin.
En su carta testamento hecha pública después, Lafargue explicó las razones de su decisión: "Sano de cuerpo y espíritu, me doy la muerte antes de que la implacable vejez, que me ha quitado uno tras de otro los placeres y goces de la existencia, y me ha despojado de mis fuerzas físicas e intelectuales, paralice mi energía y acabe con mi voluntad, convirtiéndome en una carga para mí mismo y para los demás. Desde hace años me he prometido no sobrepasar los setenta años; he fijado la época del año para mi marcha de esta vida, preparado el modo de ejecutar mi decisión: una inyección hipodérmica de ácido cianhídrico. Muero con la suprema alegría de tener la certeza de muy pronto triunfará la causa a la que me he entregado desde hace cuarenta y cinco años"
0 comentarios:
Publicar un comentario