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lunes, agosto 06, 2007

Matanzas: La belleza también va por dentro

Los atractivos de Matanzas, famosa por acoger en sus límites al popular balneario cubano de Varadero, incluyen una amplia carga de historia, tradiciones, cultura y también reliquias ubicadas en el mundo subterráneo.

En ese territorio, ubicado en la porción occidental de la mayor de Las Antillas, se encuentra una de las cavernas más visitadas por los miles de turistas que arriban a la isla, conocida como las Cuevas de Bellamar.

Descubiertas en el siglo XIX, figuran en la actualidad entre las más conocidas del país, con sus cerca de dos kilómetros de extensión y compuestas por formaciones cristalinas con gran cantidad de estalagmitas y estalactitas, en un conjunto donde sus salones descienden en busca del manto freático y terminan en lagos de aguas cristalinas.

Con una antigüedad de 300 mil años, está conformada por tres cavernas, que se considera que fueron una sola en tiempos remotos: Bellamar, El Jarrito y Soto Jíbaro.

Según las leyendas, el azar abrió el camino a su hallazgo, cuando en 1861 en una cantera de Matanzas uno de los esclavos perdió su instrumento de trabajo de las manos y este se hundió en la tierra, donde excavaciones posteriores sacaron a la luz un verdadero tesoro natural.

La antigüedad de sus galerías y los niveles que se hallan permitió que sirvieran de refugio a la fauna cuaternaria de la región, hecho confirmado por el hallazgo en las excavaciones de restos de animales prehistóricos, además de ubicarse en el área la mayor cavidad de origen freático de Cuba.

De interés turístico, Matanzas también cuenta con la cueva de Saturno, con una profundidad de 20 metros, la cual se muestra como una caverna inundada en la que llaman la atención las estalactitas y estalagmitas.

La misma presenta dos galerías en las que pueden encontrarse peces y camarones ciegos, fauna típica del mundo subterráneo cubano, además de espacios de limpias aguas para el disfrute de los visitantes.

En los alrededores de Bellamar se ubica la cueva de Catalina, con una extensión superior a los 10 kilómetros.

La profusión de cavernas en la isla tiene su fundamento geológico, pues más de las dos terceras partes del territorio cubano está constituido por rocas calcáreas, lo cual ha permitido además la formación de las mayores cavidades del área caribeña.

Organismos especializados estiman en unas 10 mil las cuevas ubicadas en la mayor de Las Antillas, muchas de ellas con una historia acumulada que se acerca a los 25 millones de años de evolución.


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