Cuba: Filatelia y trabajo comunitario, una experiencia
Por Juan Hernández Machado* (Prensa Latina)
La Habana.- Uno de los principales retos de la filatelia en los tiempos modernos es lograr expandirse, llegar a las nuevas generaciones y poder competir, de cierta forma, con los juegos electrónicos y otras amenidades que centran la atención de muchos.
El deasfío se multiplica en los países de América Latina y el Caribe, donde no son muchos los recursos disponibles para que esta afición adquiere un carácter masivo.
Por considerarla válida, presentamos la experiencia del Círculo Filatélico (CF) del Cerro, de la capital cubana, una de las 28 organizaciones de base de la Federación Filatélica Cubana (FFC) que se ha enfrentado a esos retos.
Este CF, fundado en 1982, se revitaliza y reorganiza en 1992. Tuvo varias sedes, desde la casa particular de su presidente hasta la Casa de la Cultura del Municipio y en 1999 se asienta en la Biblioteca Municipal. De conjunto con la dirección de la misma y del Municipio de Cultura comienza a desarrollar sus actividades de índole comunitaria.
A partir de los lineamientos trazados por la FFC en su XII Congreso, en 1999, se decide avanzar hacia un trabajo masivo-selectivo con el potencial de niños y jóvenes disponible.
De esa forma se desarrolla un trabajo comunitario de conjunto con la Biblioteca para captar nuevos miembros y con todos se promueve la lectura, la investigación; se eleva el conocimiento filatélico y mediante actividades diversas se les prepara para desempeños mayores.
Clases dominicales, seminarios y conferencias, encuentros con filatelistas destacados, análisis de colecciones, participación en concursos de diversos grados de complejidad y subastas, permitieron ir preparando grupos de jóvenes para los Concursos Nacionales y Exposiciones convocadas por la FFC.
Dos elementos importantes fueron la creación de un Boletín informativo para el Círculo a fin de facilitar información especializada a los asociados y la celebración de una Exposición propia cada dos años que permita a todos medir fuerzas con otros Círculos del país invitados a participar, previo al máximo evento nacional filatélico, los Campeonatos Nacionales.
Los jóvenes con los mejores resultados expositivos y competitivos van participando como ponentes en conversatorios y charlas para transmitir sus experiencias a los menos experimentados.
Se realizan dos actividades de estímulo en el año: en julio para reconocer el esfuerzo y resultados de todos en el curso escolar y en diciembre para premiar a los filatelistas más destacados en el período, los cuales reciben diplomas, libros y otros reconocimientos filatélicos y materiales en dependencia de sus resultados.
Esta metódica de trabajo ha permitido que el Círculo haya obtenido resultados ascendentes en los últimos 12 años de trabajo, apreciables en los múltiples premios logrados.
A partir de esos lauros, los ganadores fueron preparados para participar en las Exposiciones Juveniles y Temáticas a nivel nacional así como en el Campeonato Nacional que se realiza cada dos años.
Presencia internacional
En esta esfera también se produce un desarrollo similar al alcanzado en el plano nacional.
Los jóvenes de este Círculo Filatélico aportaron el grueso de las colecciones presentadas en este período a las diferentes Exposiciones binacionales con España y con México así como a Exposiciones Internacionales celebradas en Cuba, obteniendo los principales resultados tanto por las Medallas como por los Premios Especiales otorgados por los respectivos jurados.
Eso permitió que se constituyeran en la cantera para la participación cubana en las diferentes Exposiciones Mundiales.
Todo este trabajo y resultados permitieron que desde 2004 Cuba se encuentre en la élite de la filatelia juvenil en el mundo, junto a España y a Francia y que por primera vez la filatélica cubana pudiera ubicar, en el 2006, a tres jóvenes en la lista de los 10 mejores filatelistas juveniles del mundo.
También ha posibilitado que la filatelia sea reconocida como elemento de la cultura, medio educativo, entretenimiento y como cantera para ampliar la familia.
Tal vez uniendo esfuerzos entre países y trabajando de esa forma encontremos una vía más hacia nuestra integración en esta esfera y podamos incorporar a muchos más dispuestos a decirle ¡sí a la filatelia ¡, que es decirle ¡Sí a la vida, sí a la cultura, sí a la amistad!.
La Habana.- Uno de los principales retos de la filatelia en los tiempos modernos es lograr expandirse, llegar a las nuevas generaciones y poder competir, de cierta forma, con los juegos electrónicos y otras amenidades que centran la atención de muchos.
El deasfío se multiplica en los países de América Latina y el Caribe, donde no son muchos los recursos disponibles para que esta afición adquiere un carácter masivo.
Por considerarla válida, presentamos la experiencia del Círculo Filatélico (CF) del Cerro, de la capital cubana, una de las 28 organizaciones de base de la Federación Filatélica Cubana (FFC) que se ha enfrentado a esos retos.
Este CF, fundado en 1982, se revitaliza y reorganiza en 1992. Tuvo varias sedes, desde la casa particular de su presidente hasta la Casa de la Cultura del Municipio y en 1999 se asienta en la Biblioteca Municipal. De conjunto con la dirección de la misma y del Municipio de Cultura comienza a desarrollar sus actividades de índole comunitaria.
A partir de los lineamientos trazados por la FFC en su XII Congreso, en 1999, se decide avanzar hacia un trabajo masivo-selectivo con el potencial de niños y jóvenes disponible.
De esa forma se desarrolla un trabajo comunitario de conjunto con la Biblioteca para captar nuevos miembros y con todos se promueve la lectura, la investigación; se eleva el conocimiento filatélico y mediante actividades diversas se les prepara para desempeños mayores.
Clases dominicales, seminarios y conferencias, encuentros con filatelistas destacados, análisis de colecciones, participación en concursos de diversos grados de complejidad y subastas, permitieron ir preparando grupos de jóvenes para los Concursos Nacionales y Exposiciones convocadas por la FFC.
Dos elementos importantes fueron la creación de un Boletín informativo para el Círculo a fin de facilitar información especializada a los asociados y la celebración de una Exposición propia cada dos años que permita a todos medir fuerzas con otros Círculos del país invitados a participar, previo al máximo evento nacional filatélico, los Campeonatos Nacionales.
Los jóvenes con los mejores resultados expositivos y competitivos van participando como ponentes en conversatorios y charlas para transmitir sus experiencias a los menos experimentados.
Se realizan dos actividades de estímulo en el año: en julio para reconocer el esfuerzo y resultados de todos en el curso escolar y en diciembre para premiar a los filatelistas más destacados en el período, los cuales reciben diplomas, libros y otros reconocimientos filatélicos y materiales en dependencia de sus resultados.
Esta metódica de trabajo ha permitido que el Círculo haya obtenido resultados ascendentes en los últimos 12 años de trabajo, apreciables en los múltiples premios logrados.
A partir de esos lauros, los ganadores fueron preparados para participar en las Exposiciones Juveniles y Temáticas a nivel nacional así como en el Campeonato Nacional que se realiza cada dos años.
Presencia internacional
En esta esfera también se produce un desarrollo similar al alcanzado en el plano nacional.
Los jóvenes de este Círculo Filatélico aportaron el grueso de las colecciones presentadas en este período a las diferentes Exposiciones binacionales con España y con México así como a Exposiciones Internacionales celebradas en Cuba, obteniendo los principales resultados tanto por las Medallas como por los Premios Especiales otorgados por los respectivos jurados.
Eso permitió que se constituyeran en la cantera para la participación cubana en las diferentes Exposiciones Mundiales.
Todo este trabajo y resultados permitieron que desde 2004 Cuba se encuentre en la élite de la filatelia juvenil en el mundo, junto a España y a Francia y que por primera vez la filatélica cubana pudiera ubicar, en el 2006, a tres jóvenes en la lista de los 10 mejores filatelistas juveniles del mundo.
También ha posibilitado que la filatelia sea reconocida como elemento de la cultura, medio educativo, entretenimiento y como cantera para ampliar la familia.
Tal vez uniendo esfuerzos entre países y trabajando de esa forma encontremos una vía más hacia nuestra integración en esta esfera y podamos incorporar a muchos más dispuestos a decirle ¡sí a la filatelia ¡, que es decirle ¡Sí a la vida, sí a la cultura, sí a la amistad!.
*Es Mérito Filatélico de la Federación Filatélica Cubana. Colaborador de Prensa Latina.
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