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sábado, febrero 24, 2007

Es un pez diablo el extraño animal marino capturado en aguas cubanas

Por Luis Hernández Serrano (Juventud Rebelde)
Foto: Roberto Suárez

El raro animal marino capturado el martes en Cojímar no es realmente la primera vez que se encuentra en Cuba y ya se había descrito. Se trata del llamado pez diablo.

Aunque raramente son vistos, uno de la misma familia fue pescado en 1990 por Juan Luis Valdés Ramírez en aguas cercanas al Náutico, en el municipio de Playa, y otro el verano pasado por un joven de Cienfuegos. Además, detalles científicos sobre ese animal aparecen en dos textos publicados hace años en nuestro país.

«Lo vi, saltaba en el fondo como un gorrión. No era muy ágil. Lo llevé, ya muerto, a la casa, lo metí en el refrigerador y mi madre me lo botó», dijo Juan Luis.

Yasmani Vilches Rey, de 18 años, trabajador del INDER de Cienfuegos, capturó un ejemplar semejante cuando buceaba a una profundidad de tres metros en la playa Rancho Luna.

«Le di un golpe con un palo y lo saqué del agua. Murió al poco rato. Lo conservo disecado en mi casa, pero no sé nada sobre él», nos comentó.

El médico veterinario Juan Sánchez de la Morena, de Ciudad de La Habana, nos dijo que de ese «pez raro» se habla en dos libros cubanos: Sinopsis de los peces marinos de Cuba, de Darío Guitart, páginas 396-400 del tomo II, de la Editorial Científico Técnica, 1985; y en Los peces, de Alfonso Silva Lee, Editorial Gente Nueva, 1981, página 27.

Hay cuatro especies y dos géneros de la familia del pez diablo en las aguas cubanas. Dos de esas cuatro especies se denominan diablito; una de las dos restantes: ñato, y la otra: narizón. Esta última precisamente se corresponde con el capturado en Cojímar.

No muerde ni es venenoso. Es sumamente manso. Hace pensar en un avión submarino. Con sus aletas, parecidas a las patas de un mamífero, camina en el fondo y también nada.

Concretamente, el pez diablo narizón tiene hábitos bentónicos (del fondo marino), nerítico (de bajas profundidades) e igualmente de las zonas profundas del mar. Alcanza hasta 25 centímetros de largo. Fue descrito en 1758 por el sabio sueco Carlos Linneo. Pertenece a la familia Ogcocephalidae y a la especie Ogcocephalus vespertilio. No hay claridad sobre si está en peligro de extinción.

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