María Teresa Nuestra
Por Bladimir Zamora Céspedes (La Jiribilla)
El país nuestro se ha construido con los esfuerzos colectivos, como cualquier otro lugar donde se pueda decir que ha fructificado el espíritu de una nación. Y en ese proceso de perfilación, la cultura es siempre marca la definición. Y la música es, como ninguna otra, una manifestación del arte que muestra las características esenciales de que se va a convertir en la materia duradera de la nación.
En este sentido María Teresa Vera es madera dura de corazón. Ella nació en Guanajay el 6 de febrero de 1895. Vino pronto para La Habana y se metió pronto en la bohemia trovadoresca, de tal modo que muy pronto fue dueña del más abarcador repertorio de la trova tradicional. Buscó la manera de que su voz prima se viera trenzada con otros juglares de parecidas intenciones. Incluso algunos que apenas puede retener la memoria de nadie. Entre ellos brillan Zequeira y Lorenzo Hierrezuelo.
Gracias a Dios Cuba es uno de los países que puede preciarse de una música que represente su imagen. Y entre esos seres que pueden representar la nacionalidad cubana, está María Teresa Vera. Ella cantando puede armar la imagen imborrable del país. Las señas imprescindibles, por las cuales pueden encontrar en cualquier multitud. La identificación nuestra.
Me gustaría mucho que todos los cubanos supieran que el 6 de febrero, esta mujer recia nos cumple años. Que cualquiera fuera capaz de tirarle un poquito de ron contra el piso. O quisiera cantarle una de de esas canciones que ella alzó sin prevención sobre Cuba.
Hace ciento diez años nació María y ahora mismo su voz puede estar escuchándose en un café de París, o en Jiguaní. Lo cierto es que ella es una sólida manera de ser nosotros mismos. Yo quisiera, que cuando nadie se acuerde de mi nombre, María Teresa eche sobre mi cuerpo una canción tan plena como es ese paño digno que es nuestra bandera.
MUSICA DE MARIA TERESA VERA
1.- Veinte años
2.- Arrolla cubano
3.- Nena
4.- Los cantares de Abakuá
5.- Tumba la caña
6.- La Rosa No.1
7.- Una mirada
8.- ¿Por qué latió mi corazón?
0 comentarios:
Publicar un comentario