MAYORES FACILIDADES PARA EL COMERCIO Y LOS CLIENTES
Directivos del Banco
Central de Cuba y del Grupo Empresarial Cimex ofrecieron ayer una conferencia
de prensa sobre la circulación de billetes de alta denominación de 200, 500 y 1
000 pesos cubanos (CUP) a partir del primero de febrero
Por Amaya Saborit Alfonso, Arlin Alberty Loforte y Onaisys Fonticoba (Granma)
Ofrecer mayores
facilidades para los clientes y trabajadores de los centros comerciales que
expenden productos en las dos monedas, pesos cubanos (CUP) y convertibles
(CUC), es uno de los propósitos de la próxima circulación de billetes de alta
denominación, explicó ayer la vicepresidenta comercial del Grupo Empresarial
Cimex, Bárbara Rosa Soto Sánchez, en conferencia de prensa con medios
nacionales.
“Cuando revisamos la
venta y composición de los billetes que estaban circulando en la red minorista
—refirió—, nos percatamos de que la
mayoría eran de 20 y 50 CUP. Ello implicaba que, si el producto tenía un
valor alto, el cliente debía transportar un volumen de dinero considerable; y
si además eran billetes pequeños, el proceso se alargaba para él y los que
esperaban ser atendidos.
“A ello se suma que
en las cajas de nuestras unidades no existen los espacios adecuados para ese
volumen de dinero, lo cual aumenta las extracciones. Donde hay un centro
comercial no hay tantas dificultades porque existe una caja central, pero en
los puntos de venta se dificulta el proceso”—, señaló:
Por su parte el
vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), Francisco Mayobre Lence,
destacó que las nuevas denominaciones no difieren de las que hoy circulan en
cuanto al tamaño o la forma, sino en los diseños en el anverso y reverso de los
billetes, entre otros elementos.
Respondiendo a varios
lectores de Granma que llamaron la atención sobre la similitud de colores entre
los billetes de 5 y 500 CUP y los de 100 y 1 000 CUP, dijo que “a pesar de ese
inconveniente, hay que recalcar que también existen monedas, por ejemplo el
dólar, que utilizan el mismo color. No es una obligatoriedad que el billete
esté clasificado por colores”.
Comentó que las
nuevas denominaciones poseen una gran concentración de medidas de seguridad,
algunas de las cuales se estaban empleando en las últimas emisiones de billetes
de 50 y 20 pesos cubanos, posteriores al año 2014.
Entre estas señaló
las dos marcas de agua, una con la efigie de Celia Sánchez a un extremo del
billete, y otra encima de su denominación. “Ese es un elemento importante
—aclaró—, porque nuestra marca de agua es en el papel, o sea, no forma parte de
la impresión; y el papel es muy difícil de falsificar porque es fiduciario y
tiene otras características.
Incluso cuando usted
le hace una revisión más profunda y le aplica un tratamiento de luz ultravioleta
no reacciona igual que el papel común, lo cual es un elemento importantísimo de
la seguridad de los billetes”.
Mayobre Lence
mencionó que para la divulgación de estas denominaciones se ubicarán en las
unidades comerciales y bancarias varios afiches con información al respecto, y
además, serán entregados plegables con el mismo fin en las oficinas bancarias.
“También se
capacitará a los cajeros, ya sea del banco como del comercio, sobre todo estos
últimos que son los que van a recibir los pagos para que se vayan
familiarizando con las características de los nuevos billetes”, apuntó.
—Granma: ¿Esta
decisión forma parte del cronograma para eliminar la dualidad monetaria en el
país?
—Francisco Mayobre
Lence: No, no tiene nada que ver.
—Granma: ¿Se
registrarán en las tiendas los nombres y apellidos de las personas que compren
los productos con los nuevos billetes como sucede con los de 50 o 100 CUC?
—Bárbara R. Soto
Sánchez: No. Los billetes en ninguna denominación en CUP llevan registro,
solamente está establecido para los billetes de 50 y 100 CUC.
—Granma: Los
billetes se encuentran impresos desde el 2010. ¿Cuál es la razón para que sea
en el 2015 que se emiten?
—Francisco Mayobre
Lence: Porque ahora es que existe la demanda. No tiene que haber una
obligatoriedad entre la fecha de impresión y la de emisión y puesta en
circulación. Incluso pueden estarse imprimiendo en el 2014, billetes que en la
práctica sea dentro de dos o tres años que salgan a la circulación. Eso depende
de cuando se produce la demanda. La demanda para poner en circulación billetes
de 200, 500 y 1 000 existe ahora.
—Granma: ¿Se van a
adquirir los billetes solo a través de los bancos, o también a través de
cajeros automáticos o salarios?
—Francisco Mayobre
Lence: A partir del primero de febrero se adquirirán a través de los bancos y
las casas de cambio para las transacciones que se hagan por la caja, donde no
se descarta la posibilidad de extracción por la nómina. Lo que hay que tener en
cuenta los salarios que comprende. No es lo mismo, para ejemplificar, la
situación que tiene ahora el sector de la salud pública que cualquier otro
sector.
“Habrá que tener en
cuenta los límites de los salarios, porque si se paga en denominaciones altas
salarios bajos, se puede crear un problema. Esta alternativa no se descarta,
pero no es la intención ponerlos en circulación a través del salario. El propósito
es hacerlo a través de operaciones de esos importes. En cuanto a los cajeros
automáticos sucede algo parecido. Se trata de máquinas de cuatro gavetas que
todavía tienen CUC y CUP y entonces habría que analizar donde se ubican.
Esta alternativa se
está estudiando pero no se concibe para el primero de febrero. Quizá más
adelante se tome la decisión en sitios donde existen baterías de cajeros.”
—Granma: ¿Los
cajeros tienen algún implemento en las cajas para identificar billetes falsos?
—Bárbara Soto Sánchez:
No. A los cajeros se les da una preparación y el cajero por el tacto y los
demás elementos del billete, sabe si el dinero es falso o no. Pero en este
caso, tenemos previsto comprar contadoras de billetes —que situaríamos en los
grandes centros comerciales—, algunas de las cuales detectan los falsos.
“Realmente los
cajeros solamente con tocar el billete saben si es verdadero o no. Al
introducirse la alta denominación, estos tendrán menos cantidad de billetes
para manipular y desde el punto de vista de su protección, esto lo beneficiará
pues disminuye la cantidad de dinero que tiene que contar y revisar.
“Los billetes falsos
los paga el cajero, y con esta implementación ahora nuestros trabajadores
correrán menos riesgo a la hora de aceptar los billetes”.
—Trabajadores: ¿Si
los billetes de alta denominación se suman al dinero impreso y en circulación
tanto en bancos como en la calle, esto va a estar compensado con la recogida de
parte del que ya existe?
—Francisco Mayobre
Lence: Las transacciones económicas no aumentan. Es verdad que estamos poniendo
billetes de 200, 500 y 1 000 CUP pero están dejando de salir otros de más baja
denominación. Al final es la misma cantidad de dinero, usted va a sacar 5 000
pesos cubanos de su cuenta, lo que antes se lo dábamos en billetes de 100 y 50,
hoy se lo daremos en billetes de 200, 500 y 1 000.
—Juan Luis Gamboa
Santana, director general de Tesorería del BCC: Ese es un proceso natural sin
dejar de sacar los billetes de 20 y 50 de la circulación, o sea, cuando los
bancos lo vuelvan a demandar, el Banco Central se los vuelve a facilitar.
“No se puede
relacionar la emisión primaria del Banco Central con la salida de dinero física
de sus bóvedas, es un proceso más complejo”.
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