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viernes, marzo 18, 2011

SIN CONSECUENCIAS PERCEPTIBLES

Por Orfilio Peláez (Granma)

Una de las noticias más publicitadas en torno al violento sismo ocurrido en Japón el pasado viernes 11 de marzo, es la referida al probable desplazamiento del eje de rotación de la Tierra en alrededor de 10 centímetros.

Muchos preguntan cuáles serían las consecuencias de ese hecho y para aclarar tales interrogantes, Granma contactó con el experimentado astrónomo Jorge Pérez Doval, una de las voces más autorizadas del país en esa disciplina.

Lo sucedido, explica, solo resulta interesante desde el punto de vista científico, pues demuestra el efecto que puede tener la liberación de una enorme cantidad de energía en el interior del planeta, la cual, incluso, es capaz de mover varios metros hacia el mar franjas territoriales situadas en las cercanías del epicentro, como acaba de suceder en la nación asiática.

Sin embargo, para el ciudadano común no entraña ningún efecto palpable, ya que de acuerdo con los cálculos hechos por los expertos, el citado desvío de 10 centímetros en el eje de rotación acortaría en apenas 1,6 microsegundos la duración del día, algo imperceptible y sin ninguna implicación en la vida del hombre y las demás especies.

Según precisó el profesor Doval, las mareas también retardan de manera natural la rotación de la Tierra en periodos que superan los ocasionados por los grandes terremotos, con magnitudes superiores a los 8 grados en la escala de Richter.

Vale recordar que a tenor con el Centro de Información de Terremotos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, los cuatro mayores sismos registrados en el mundo son el de Chile, en 1960 (9,5 en la escala de Richter), Alaska, 1964 (9,2), Sumatra, Indonesia, en el 2004 (9,1), y este último de Japón, que las más recientes informaciones lo sitúan en 9,0 grados.

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