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martes, noviembre 09, 2010

LAZO DESDE LAS GRADAS

Por Ronald Suárez Rivas (Granma)
Foto del autor

Aunque su presencia en el box sigue inspirando respeto, Pedro Luis Lazo Iglesias, el pitcher más ganador de la pelota cubana, siente que ha llegado el momento de decir adiós.

"Ya son 20 años, es bastante tiempo, se le debe dar oportunidad a los jóvenes", ha argumentado. Prefiere retirarse antes de perder facultades, y que sus envíos comiencen a ser descifrados con facilidad.

Con la decisión de poner fin a su carrera, renuncia, además, a seguir aumentando el récord de victorias en Series Nacionales, cuando todavía está en condiciones de sumar nuevos triunfos.

Aún así, el estelar lanzador pinareño no desea aferrarse a los números y dejarle la última palabra al terreno. "Puede que alguien logre ganar más de 257 juegos, pero es difícil. Van a pasar unos cuantos años".

Con un extenso palmarés, en el que se incluyen cuatro medallas olímpicas (dos de ellas de oro), Pedro Luis Lazo parece haber nacido para ser lanzador. Sin embargo, advierte que su pasión es el baloncesto. "Ese es mi deporte preferido, pero era muy malo. En la vida, uno no es lo que quiere, sino lo que puede".

En sus inicios en el béisbol volvería a comprobarlo. "Lo que más me gustaba era fildear, pero en eso también era malo". Incluso, tras hacer sus primeras actuaciones como monticulista, lo sacaron de la EIDE. "Me dejaron fuera por baja calidad. El director del equipo decía que yo no iba a ser pelotero".

Tal vez por ello hoy considere que para ser un buen pitcher se necesita sobre todo "mucha voluntad." Atleta de probado coraje en momentos cruciales, confiesa que a pesar de que en el terreno luzca tranquilo, la procesión va por dentro. "Cuando voy a tirar, aunque sea contra el equipo más débil del campeonato, desde que escucho el Himno Nacional me pongo tenso".

¿El día que vas a lanzar, qué haces?

Fumar tabaco y caminar por el barrio, para tratar de relajarme.

¿Cómo has logrado preservar tu brazo durante tanto tiempo?

Gracias al entrenamiento diario. No se puede coger vacaciones. Eso me lo decía un preparador y tenía razón. Es importante trabajar mucho las pesas para que el brazo esté fuerte.

Dueño de una temible recta, uno de los mejores sliders del mundo y un ritmo intenso de trabajo en el box que busca impedir la concentración del bateador, Lazo se define como un hombre fiel a su país y a su equipo. A los 37 años, no le quedan títulos por conquistar en el béisbol, y su grandeza no se limita al terreno. Así lo confirma el hecho de apadrinar el hogar de niños sin amparo familiar de Pinar del Río, desde hace casi una década.

Trato de atenderlos lo mejor que puedo. En las vacaciones, los llevo a la playa, a Viñales, porque ellos no tienen con quién ir a esos lugares.

¿Ser el hombre con más juegos ganados en la pelota cubana, significa que eres el mejor?

No, hay otros como Rogelio García, Braudilio Vinent, Jorge Luis Valdés, que para mí, fueron mejores. Es un error pensar que el que más triunfa es superior. Puede que el pitcher con más victorias esté en un equipo muy bateador; hay quienes tienen promedio de cuatro, cinco, seis carreras y ganan muchos juegos, y otros con promedio de una y pico o dos, no ganan tanto, porque el equipo no los respalda.

¿Abrir o relevar?

Me gusta más trabajar de relevo, en situaciones difíciles y con el estadio lleno.

¿La victoria que recuerdas con más cariño?

En los Juegos Olímpicos de Atlanta’ 96. Todavía era un novato y fui el ganador del último juego, en la discusión de la medalla de oro.

¿El momento más duro?

El de Sydney 2000, cuando perdimos con los norteamericanos. Hubiese querido dar nueve ceros, pero no pude.

¿El evento más importante?

El Mundial de Taipei de China, en el 2001. Tuvo mucha calidad, y fue uno de los torneos donde mejor me sentí.

¿Los equipos más difíciles?

Metropolitanos, Matanzas y Cienfuegos.

¿El bateador más incómodo?

Los que ocupan del séptimo al noveno puestos de cualquier selección.

¿El estadio donde te resulta más difícil lanzar?

El Capitán San Luis. El público te exige mucho. Recuerdo que una vez exploté y me empezaron a gritar. Eso me afectó. A un atleta le duele que el pueblo lo trate de esa manera, porque haya perdido un juego. Y donde más me gusta actuar es en el Latinoamericano, eso ni se pregunta.

Allí también te han gritado...

Sí, pero son los contrarios.

Antes de comenzar la pasada Serie Nacional, Lazo afirmó que esa sería su última temporada. No obstante, al concluir el torneo, asistió al Premundial de Béisbol de las Américas, en Puerto Rico. Al parecer, en reconocimiento a su formidable trayectoria, tendría la oportunidad de despedirse del deporte con el equipo grande; pero allí solo tiró una entrada, en un partido decidido y sin importancia.

¿Alguna lesión?

No tenía ningún problema. Simplemente no me pusieron. Yo hubiese querido que mi última salida fuera de otra manera. Me hubiera gustado tirar en la final. Al menos, dos o tres innings. Nunca pensé que mi última actuación oficial sería así.

¿Y ahora, a qué te vas a dedicar?

Siempre me ha gustado trabajar con niños. Es lo que espero hacer a partir de este momento.

Quién sabe cuántas veces el propio Pedro Luis Lazo se ha formulado la misma pregunta en busca de nuevos incentivos que le ayuden a lidiar con la nostalgia; y como hoy, habrá repasado su vida, desde el día en que decidió ser pelotero e imitar a Luis Álvarez, un atleta sin grandes resultados, pero que despertó su interés hacia la pelota, por la manera de entregarse en el terreno.

"El retiro debe verse como algo normal. Tiene que pasar un día y hay que saber enfrentarlo, pero es triste. Imagínate, son 20 años en el béisbol. Va a ser duro tener a todos mis compañeros cerquita y saber que no voy a pitchear".

ESTADÍSTICAS

· Pedro Luis Lazo Iglesias (1973) debutó en la XXX Serie Nacional (1990-1991) con el equipo Forestales.

· En 1991 integró el elenco que participó en el Campeonato Mundial Juvenil.

· Desde 1995 formó parte de la Selección Nacional, con la cual asistió a los torneos más importantes del orbe.

· Con 2 426 ponches, es el segundo de por vida en ese departamento, superado únicamente por su coterráneo Rogelio García (2 499).

· Es el lanzador más destacado de los play off cubanos, en los que acumula 29 victorias, siete juegos salvados y 311 ponches en 402,2 innings.

· Posee el récord de más juegos ganados en Series Nacionales, con 257.


—Estadísticas tomadas del libro El rascacielos de Cuba (Juan A. Martínez de Osaba, Ediciones Loynaz 2010)

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