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domingo, agosto 15, 2010

INVITACION A UNA HISTORIA DE LA CORNETA CHINA

Por David González Gross (Radio Baraguá)

Palma Soriano.- El carnaval en Palma Soriano repite fórmulas conocidas en otras locaciones del Oriente de Cuba, pero a la vez tiene sus propias características, algunas olvidadas, otras que ahora se tratan de recuperar para mantener tradiciones, identidad y cubanía.

La corneta china vino de Santiago de Cuba allá por el año 1915 procedente de las provincias occidentales y forma parte del toque de las congas en la Villa del Cauto, tiene un solo tono, agudo, que recorre cientos de metros a la redonda y que algunos dicen que puede escucharse a más de un kilómetro.

La función de la corneta china es iniciar el concierto andante de la conga, aunque en ocasiones sigue el ritmo o traza una pauta dentro del mismo como un estímulo sonoro. Uno de los toques clásicos de la corneta china es el sostenido que es parodiado al final por una descarga de tumba conjunta.

El andar de la conga por las calles de la ciudad del Cauto es seguido por un mar de pueblo. La corneta china va haciendo esbozos de toque y eso le da a la conga una forma peculiar entre el arrastre de miles de pies llevando adelante el un-dos-tres-rebalen, un-dos-tres-rebalen, característico de esa danza popular.

Los primeros carnavales palmeros, allá por el año 20 del siglo pasado, eran simples recorridos de automóviles de marcas fastuosas como la Estudebequer, el Buick, y algunos autos módicos de la marca Ford. Muchachas de la época, hijas de familias “pudientes” viajaban en dichos carros a fin de exhibir su hermosura, accesorios y trajes. También se engalanaban coches de caballos y carretas tiradas por bueyes.

Era costumbre que las damas de sociedad se sentaran en los portales de la calle Real o José Martí para ver pasar el desfile de señoritas de la rancia burguesía, los varones tiraban a las muchachas huevos a los que les sacaba la “miaja” y llenaban de talco perfumado.

El “pueblo llano”, como lo llamaban los cronistas como Eduardo Vázquez, se limitaba a ver y su fiesta era en el atardecer y la noche, disfrutando de los bailes populares, las congas, los paseos y las fritas que a precio barato llenaban la población con olor a aceite hirviendo.

Los palmeros y las palmeras han sabido divertirse y ¡con permiso¡, me voy que viene una conga por la calle Primero de Mayo y Martí y ya saben voy detrás de ella....” Ay que rico....ay que rico....ay que rico.

Nota: En Santiago de Cuba fue tocada la corneta china por primera vez en el barrio del Tivolí por una comparsa llamada los Colombianos que era liderada por Feliciano Mesa, esta comparsa humilló a la de los nombrados “nietos de Kirina”, pertenecientes estos últimos al barrio y a la conga de los Hoyos.

El señor que tocó la corneta china en el año 1915 se llamó Juan Martínez, el que vivió en el barrio del Tivolí. En 1916 la comparsa de los Hoyos sacó la corneta china y les infligió la derrota aplastante a los de la comunidad del Tivolí.

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