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lunes, marzo 31, 2008

LA VICTORIA CHINA (PARTE I)

Sin algunos conocimientos históricos elementales no se comprendería el tema que abordo.

En Europa habían oído hablar de China. Marco Polo, en el otoño de 1298, contó cosas maravillosas del singular país al que llamó Catay. Colón, navegante inteligente y audaz, estaba informado de los conocimientos que poseían los griegos sobre la redondez de la Tierra. Sus propias observaciones lo hacían coincidir con aquellas teorías. Ideó el plan de llegar al Lejano Oriente navegando hacia el oeste desde Europa. Calculó con excesivo optimismo la distancia, varias veces mayor. Sin imaginarlo, se le atraviesa en su ruta, entre el Océano Atlántico y el Pacífico, este continente. Magallanes realizaría el viaje concebido por él, aunque murió antes de llegar a Europa. Con el valor de las especias recogidas se pudo pagar la expedición iniciada con varias embarcaciones, de las cuales sólo una regresó, como preámbulo de futuras colosales ganancias.

Desde entonces, el mundo comenzó a cambiar con pasos acelerados. Viejas formas de explotación volvieron a repetirse, desde la esclavitud hasta la servidumbre feudal; antiguas y nuevas creencias religiosas se extendieron por el planeta.

De esa fusión de culturas y hechos, acompañada por los avances de la técnica y los descubrimientos de la ciencia, nació el mundo actual, que no podría comprenderse sin un mínimo de antecedentes reales.

El comercio internacional, con sus ventajas y sus inconvenientes, se imponía por las potencias coloniales, como España, Inglaterra y otras naciones europeas. Estas, especialmente Inglaterra, pronto comenzaron a dominar el suroeste, sur y sureste de Asia, así como Indonesia, Australia y Nueva Zelandia, extendiendo su dominio por la fuerza en todas partes. A los colonizadores les faltaba someter al gigantesco país chino, de milenaria cultura y fabulosos recursos naturales y humanos.

El comercio directo entre Europa y China se inició en el Siglo XVI, después que los portugueses establecieron el enclave comercial de Goa en India y el de Macao al sur de China.

El dominio español de Filipinas facilitó el intercambio acelerado con el gran país asiático. La dinastía Qin, que gobernaba China, intentó limitar todo lo posible este tipo de operación comercial no favorable con el exterior. Lo permitieron solo por el puerto de Cantón, ahora Guangzhou. Gran Bretaña y España tenían grandes déficits por la baja demanda del enorme país asiático, relacionados con mercancías inglesas producidas en la metrópoli, o productos españoles procedentes del Nuevo Mundo no esenciales para China. Ambas habían comenzado a venderle opio.

El comercio del opio en gran escala era dominado inicialmente por los holandeses desde Jakarta, Indonesia. Los ingleses observaron las ganancias que se aproximaban al 400 por ciento. Sus exportaciones de opio, que en 1730 fueron de 15 toneladas, se elevaron a 75 en 1773, embarcado en cajas de 70 kilogramos cada una; con él compraban porcelana, seda, condimentos y té chino. El opio y no el oro era la moneda de Europa para adquirir las mercancías chinas.

En la primavera de 1830, ante el desenfrenado abuso del comercio de opio en China, el emperador Daoguang ordenó a Lin Hse Tsu, funcionario imperial, combatir la plaga, y este ordenó la destrucción de 20 mil cajas de opio. Lin Hse Tsu envió carta a la Reina Victoria pidiéndole respeto a las normas internacionales y que no permitiera el comercio con drogas tóxicas.

Las Guerras del Opio fueron la respuesta inglesa. La primera de ellas duró tres años, de 1839 a 1842. La segunda, a la que se sumó Francia, cuatro años, de 1856 a 1860. También se les conoce como las Guerras Anglo-chinas.

El Reino Unido obligó a China a firmar tratados desiguales, por medio de los cuales se comprometía a abrir varios puertos al comercio exterior y a entregarle Hong Kong. Varios países, siguiendo el ejemplo inglés, impusieron términos desiguales de intercambio.

Semejante humillación contribuyó a la rebelión Taiping de 1850 a 1864, la rebelión Bóxer de 1899 a 1901 y, por último, a la caída de la dinastía Qin en 1911, que por diversas causas —entre ellas la debilidad frente a las potencias extranjeras— se había vuelto sumamente impopular en China.

¿Qué ocurrió con Japón?

Este país, de antigua cultura y muy laborioso, como otros de la región, se resistía a la "civilización occidental" y durante más de 200 años —entre otras causas por su caos en la administración interna— se había mantenido herméticamente cerrado al comercio exterior.

En el año 1854, después de un viaje exploratorio anterior con cuatro cañoneras, una fuerza naval de Estados Unidos al mando del Comodoro Matthew Perry, amenazando con bombardear a la población japonesa —indefensa frente a la moderna tecnología de aquellos buques—, obligó a los shogunes a firmar, en nombre del Emperador, el Tratado de Kanagawa, el 31 de marzo de 1854. Así se inició en Japón el injerto con el comercio capitalista y la tecnología occidentales. Desconocían entonces los europeos la capacidad de los japoneses para desenvolverse en aquel campo.

Tras los yanquis, llegaron los representantes del imperio ruso desde el Extremo Oriente, temiendo que Estados Unidos, a quienes vendieron después Alaska el 18 de octubre de 1867, se les adelantaran en el intercambio comercial con Japón. Gran Bretaña y las demás naciones colonizadoras europeas arribaron rápido a ese país con los mismos fines.

Durante la intervención de Estados Unidos en el año 1862, Perry ocupó varias partes de México. El país perdió al final de la guerra más del 50 por ciento de su territorio, precisamente las áreas donde se acumulaban las mayores reservas de petróleo y gas, aunque entonces el oro y el territorio donde expandirse, y no el combustible, eran el objetivo principal de los conquistadores.

La primera guerra chino-japonesa fue declarada oficialmente el 1º de agosto de 1894. Japón entonces deseaba apoderarse de Corea, un Estado tributario y subordinado a China. Con armamento y técnica más desarrollados, derrotó a las fuerzas chinas en varias batallas próximas a las ciudades de Seúl y Pyongyang. Posteriores victorias militares le abrieron el camino hacia territorio chino.

En el mes de noviembre de ese año, tomaron Port Arthur, actual Lüshun. En la desembocadura del río Yalu y en la base naval de Weihaiwei, sorprendida por un ataque terrestre desde la península de Liaodong, la artillería pesada japonesa destruyó la flota del país agredido.

La dinastía tuvo que pedir la paz. El Tratado de Shimonoseki, que puso fin a la guerra, fue firmado en abril de 1895. Se obligaba a China a ceder Taiwán, la península de Liaodong y el archipiélago de las Islas Pescadores a Japón "a perpetuidad"; pagar además una indemnización de guerra de 200 millones de taeles de plata y abrir cuatro puertos al exterior. Rusia, Francia y Alemania, defendiendo sus propios intereses, obligaron a Japón a devolver la Península de Liaodong, pagando en cambio otros 30 millones de taeles de plata.

Antes de mencionar la segunda guerra chino japonesa, debo incluir otro episodio bélico de doble trascendencia histórica que tuvo lugar entre 1904 y 1905 y no puede omitirse.

Después de su inserción en la civilización armada y las guerras por el reparto del mundo impuestas por Occidente, Japón, que ya había librado la primera guerra contra China antes señalada, desarrolló su poderío naval lo suficiente como para asestar tan duro golpe al imperio ruso, que estuvo a punto de provocar prematuramente la revolución programada por Lenin al crear en Minsk, diez años antes, el Partido que posteriormente desataría la Revolución de Octubre.

El 10 de agosto de 1904, sin previo aviso, Japón atacó y destruyó en Shandong la Flota Rusa del Pacífico. El zar Nicolás II de Rusia, exaltado por el ataque, ordenó movilizar y zarpar, rumbo al Extremo Oriente, la Flota del Báltico. Convoyes de buques carboneros fueron contratados para llevar a tiempo los cargamentos que necesitaba la Flota mientras navegaba hacia su lejano destino. Una de las operaciones de traspaso de carbón se tuvo que realizar en alta mar por presiones diplomáticas.

Los rusos, al entrar en el sur de China, se dirigieron al puerto de Vladivostok, único disponible para las operaciones de la Flota. Para llegar a ese punto había tres rutas: la de Tsushima, su mejor variante; las otras dos requerían navegar al este de Japón, e incrementaban los riesgos y el enorme desgaste de sus naves y tripulantes. Lo mismo pensó el almirante japonés: para esa variante preparó su plan y situó sus barcos de modo que la Flota japonesa, al dar la vuelta en "U", todas sus naves, en su mayoría cruceros, pasarían a distancia aproximada de 6 mil metros de los buques adversarios, con gran número de acorazados, que estarían al alcance de los cruceros japoneses, dotados de personal rigurosamente entrenado en el empleo de sus cañones. Como consecuencia de la larga ruta, los acorazados rusos navegaban a sólo 8 nudos frente a los 16 de las naves japonesas.

La acción militar se conoce con el nombre de Batalla de Tsushima. Tuvo lugar los días 27 y 28 de mayo de 1905.

Participaron, por el imperio ruso, 11 acorazados y 8 cruceros.

Jefe de la Flota: Almirante Zinovy Rozhdestvensky.

Bajas: 4 380 muertos, 5 917 heridos, 21 barcos hundidos, 7 capturados y 6 inutilizados.

El jefe de la Flota Rusa fue herido por un fragmento de proyectil que le golpeó el cráneo.

Por el imperio japonés participaron: 4 acorazados y 27 cruceros.

Jefe de la Flota: Almirante Heichachiro Togo.

Bajas: 117 muertos, 583 heridos y 3 torpederos hundidos.

La Flota del Báltico fue destruida. Napoleón la habría calificado de Austerlitz en el mar. Cualquiera puede imaginarse cuán profunda herida causó el dramático hecho en el tradicional orgullo y patriotismo rusos.

Después de la batalla, Japón pasó a ser una temida potencia naval, rivalizando con Gran Bretaña y Alemania y compitiendo con Estados Unidos.

Japón reivindicó el concepto del acorazado como arma principal en los años venideros. Se enfrascaron en la tarea de potenciar la Armada Imperial japonesa. Solicitaron y pagaron a un astillero británico la construcción de un crucero especial, con la intención de reproducirlos después en astilleros japoneses. Más tarde fabricaron acorazados que superaban a sus contemporáneos en blindaje y poder.

No había sobre la Tierra ninguna otra nación que igualase a la ingeniería naval japonesa de los años 1930 en diseño de buques de guerra.

Eso explica la acción temeraria con que un día atacaron a su maestro y rival, Estados Unidos, que a través del Comodoro Perry los inició en el camino de la guerra.

Proseguiré mañana.

Fidel Castro Ruz
30 de marzo de 2008
7 y 35 p.m.

domingo, marzo 30, 2008

LOS CARACTERES CHINOS DEL LIBRO CIEN HORAS CON FIDEL

Por Nyliam Vázquez García (Juventud Rebelde)

Beijing.— Cien horas con Fidel ya está a la venta en chino. En las grandes librerías de esta capital es posible encontrar el grueso volumen de carátula roja, con el rostro de nuestro Comandante en Jefe grabado a relieve. Las palabras del líder cubano fueron convertidas en cientos de miles de caracteres para que llegaran sus ideas hasta el país más poblado del planeta.

No fue una tarea fácil, pero las ocho personas que hicieron posible el proyecto de traducir al mandarín la segunda edición revisada por el propio Fidel, sienten ese tiempo de sus vidas de una manera especial. Cuatro de ellos estudiaron en la Universidad de La Habana en distintas etapas. Ex embajadores o académicos, todos son traductores de alto nivel del español en la República Popular China y llevan en el corazón a la Isla infinita. Quizá por eso, en el diálogo con tres de ellos, fue evidente el brillo en los ojos rasgados, la humildad en el tono de voz, y las evocaciones constantes a los compañeros que no estaban presentes.

Vivieron unos meses de sacrificios y entrega total a esas páginas donde ellos mismos reconocen una savia esencial. Entonces, la voz de Fidel los acompañó íntimamente. Algunos dejaron atrás sus vacaciones, otros cancelaron viajes al exterior: todos se entregaron a la obra. En el camino hasta la presentación del libro en la Academia de Ciencias Sociales de China el pasado 6 de marzo de 2008 quedaron decenas de horas de sueños y miles de consultas para que no hubiese ni un solo error.

LA SORPRESA

Huang Zhiliang, ex embajador en varios países latinoamericanos, funcionario de la Embajada china en Cuba en la década del 60, en varias oportunidades traductor del Che y amigo entrañable de los cubanos, fue el primero en iniciar la traducción de Cien horas con Fidel, seis meses antes que el resto de sus colegas. Entonces no lo sabía.

«En vísperas de la Cumbre de Países No Alineados, que tuvo lugar en La Habana en septiembre de 2006, la Embajada cubana en Beijing me dio una tarea urgente. Yo debía traducir un importante artículo de Fidel Castro en un plazo de tres días. Tuve que trabajar día y noche, porque era el capítulo 24, dedicado a América Latina, uno de los más extensos del libro», dice este «joven» de 75 años con su calma ancestral y un español de lujo.

«Cumplí esa misión a tiempo y el material fue directamente enviado a Cuba. No podía siquiera imaginarlo: Fidel regaló el libro con el capítulo traducido al chino al compañero Yang Jiechi, entonces vicecanciller chino, y a los miembros de la delegación que asistió a la Cumbre del NOAL como observadores.

«Para ellos fue una gran sorpresa encontrar en el interior del libro un capítulo traducido al chino. También para mí, porque no imaginaba cuál iba a ser el destino de la traducción. Uno de los compañeros de esa delegación me regaló un ejemplar. Entonces pensé: Este libro es muy interesante, vale la pena traducirlo al chino».

DE LAS LETRAS A LOS SIGNOS

Luego de medio año, la idea se materializó en un proyecto conjunto de la Embajada de Cuba, el Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de China (ILAS) y el apoyo financiero de la Corporación de Minerales No ferrosos de China (MINMETALS). Song Xiaoping, director del Centro de Estudios Cubanos del ILAS y coordinador de la edición de Cien horas... recuerda los comienzos.

«Cuando iniciamos el trabajo organizativo, incluso había algunos traductores fuera de la ciudad, pero al recibir nuestro llamado enseguida se incorporaron. El profesor Mao Jinli estaba en Hainan y regresó de inmediato para sumarse a este equipo. Xu Shicheng no solo tradujo varios capítulos, también se encargó de la revisión y edición del resto de los compañeros».

Song Xiaoping nos cuenta que varias editoriales se interesaron por el material, pero escogieron la más calificada para esta empresa. La Editorial de Ciencias Sociales de China es la encargada de garantizar la distribución y circulación de la obra, que consta de diferencias esenciales en relación con el resto de las lenguas a que ha sido llevada, más de una docena desde que se publicara por primera vez en mayo de 2006.

El prólogo, escrito por Fidel especialmente para esta edición, es el orgullo de todo el equipo que trabajó en el proyecto.

«Nosotros solicitamos, a través de la Embajada de Cuba, que el propio Fidel nos escribiera un prólogo. Según nos contaron luego, cuando él supo que estábamos trabajando, se puso muy contento y aceptó gustoso. El resultado final es ese Mensaje al Pueblo de China, que diferencia nuestra edición de las que hasta ahora han visto la luz», apunta Song Xiaoping, sin poder evitar que una chispa radiante le ilumine el rostro.

El profesor Song, quien estudió en Cuba en la década del 80 y es ahora uno de los más reconocidos estudiosos sobre nuestro país en la nación asiática, destaca de modo especial a sus compañeros: «Los traductores son todos de muy alto nivel y muy responsables, porque no solo se ocuparon de la traducción, sino que incluyeron notas, innecesarias para el público cubano, pero imprescindibles para los lectores chinos».

DE UNA FOTOCOPIA A 5000 EJEMPLARES

«Nosotros teníamos la primera edición de Cien horas... que nos había regalado Esteban Lazo cuando se creó acá el Centro de Estudios Cubanos dentro del ILAS. Pero comenzamos a traducir aquel libro que Yang Xiang, asesor del vicecanciller chino, regaló al embajador Huang tras el regreso de la delegación china de la Cumbre NOAL en La Habana», cuenta Xu Shicheng, profesor de la CASS, un hombre alto, conversador y expresivo hasta la médula.

Con una risa contagiosa y complicidad velada agrega: «El embajador Huang me prestó el libro firmado por Fidel y le saqué fotocopia. Con eso iniciamos el trabajo. Luego la Embajada de Cuba envió ejemplares al Instituto y los repartimos, pero yo preferí continuar con esa fotocopia.

«Hicimos una división por capítulos. Cada uno tradujo alrededor de tres, en dependencia de la extensión. Liu Chengju trabajó el último, que creo es el más extenso, y el embajador Huang, cinco; es quien más tradujo».

Xu Shicheng, con sus 64 años, recuerda con gran cariño la estancia en Cuba como parte del segundo grupo de becarios de su país a la Isla, entre 1964 y 1967. También, y lo dice con orgullo, que su colega Hao Mingwei llegó en el primer grupo de estudiantes chinos.

«Liu Chengju es la única mujer del grupo. Ella ha escrito mucho sobre el Che Guevara y sobre Fidel, y varios ensayos sobre Cuba. Su hija estudió en la Universidad de Las Villas», nos revela Shicheng.

«Claro que hubo dificultades. Hemos consultado dudas a varios funcionarios de la Embajada y como la traducción la hemos hecho ocho personas, he debido hacer una revisión muy cuidadosa para unificar términos. En la traducción al chino una palabra tiene varias posibilidades de concretarse en caracteres, depende de quien haga la traducción. Ese es el caso de Sierra Maestra, por ejemplo. En el libro hay muchos nombres de sitios geográficos y de personas... ha sido necesario buscar la traducción exacta, así que tuvimos que usar muchos diccionarios y enciclopedias», apunta Xu Shicheng.

DEVOLVEMOS CONOCIMIENTOS

«Quisiera decirle al compañero Fidel que la obra es de mucha importancia y alimenta la vida espiritual del pueblo chino. Le deseamos a Fidel buena salud y que siga escribiendo, para nosotros seguir traduciendo», expresa Song Xiaoping.

Por su parte, Huang Zhiliang, reclinado en una de las sillas del salón de la Embajada de Cuba, habla lento y emocionado: «Para mí el proceso de traducción de esta obra ha sido muy placentero, muy emotivo. Me impresiona profundamente el pensamiento de Fidel Castro, su lenguaje ameno y su tono irónico. Realmente es un dirigente muy inteligente y carismático. Yo deseo un pronto restablecimiento de su salud y que siga dirigiendo a la Revolución. Siempre digo a los amigos que mientras más se conoce el pensamiento de Fidel Castro, mayor admiración se siente por él».

Para quien antes de llegar a este diálogo estaba revisando la traducción de las Reflexiones del Comandante, las palabras para Fidel llegaron en ráfaga, llenas de nostalgias y certezas.

«Nosotros que estudiamos en Cuba le tenemos mucho cariño a Fidel, al pueblo de Cuba y al Partido Comunista cubano. Consideramos que es nuestro deber dar a conocer al pueblo chino la Revolución Cubana, el pensamiento de su líder, la contribución de este al proceso y al movimiento socialista internacional».

Y concluye Xu Shicheng:

«Consideramos que nuestro trabajo es importante para la comprensión mutua entre los dos pueblos hermanos. Cuba nos educó, perfeccionó nuestro español y ahora nosotros le devolvemos nuestros conocimientos. Damos gracias al pueblo cubano por habernos preparado. Hemos querido que la traducción de Cien horas con Fidel y de las Reflexiones, también sea nuestro especial regalo por el aniversario 50 del triunfo de la Revolución Cubana».

ALGUNOS DATOS DE INTERÉS

Cien horas con Fidel fue el libro más buscado por los lectores del mundo en 2007 y ha sido editado también en Italia, Portugal, Francia, Grecia, Brasil, Turquía, Corea, Eslovaquia, Noruega, Japón, Israel, Dinamarca, Croacia, Rusia, Vietnam, Bulgaria, Estados Unidos e Inglaterra.

Los traductores al chino (mandarín) son:

1. Huang Zhiliang, ex embajador chino en varios países de América Latina.
2. Song Xiaoping, director del Centro de Estudios Cuba del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de China (ILAS)
3. Xu Shicheng, investigador titular del ILAS
4. Mao Jinli, investigador ILAS (jubilado)
5. Xu Wen Yuan, investigador ILAS (jubilado)
6. Hao Mingwei, investigador ILAS (jubilado)
7. Bai Fengsen, investigador ILAS
8. Liu Chengju, investigadora ILAS

EL DESTACAMENTO REGRESA INVICTO

El miércoles 26 de marzo, Lisandra Guerra, con 20 años de edad, se coronó en Manchester, Gran Bretaña, campeona mundial en la modalidad de 500 metros contra reloj en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Pista, tras competir reñidamente con atletas de 37 países. ¡Qué sana y legítima satisfacción, porque es fruto de nuestra educación, nuestro deporte, nuestra juventud, nuestras mujeres! ¡Honor a quien honor merece!

Pero hoy no hablaré del deporte. Ese mismo día 26, regresó invicto el Destacamento del Contingente Henry Reeve que prestó servicios de emergencia en Perú.

El terremoto se produjo el 15 de agosto de 2007. Su intensidad fue de 7,9 grados en la escala Richter. El destacamento arribó al Cuzco el 18 de agosto. Prestarían sus servicios durante dos meses, tiempo calculado como requerimiento urgente.

La necesidad demandó dos veces y media más tiempo. Realizaron 153 292 consultas, entre ellas 65 299 en los propios hogares de los pacientes. Estuvieron en Perú hasta el 25 de marzo de 2008, siete meses y siete días.

Al mando del destacamento viajó el doctor Juan Carlos Dupuy Núñez, responsable del Contingente Henry Reeve cuando se creó el 19 de septiembre de 2005, jefe también de la Brigada Médica en Pakistán. Varios de los miembros del destacamento laboraron en Pakistán e Indonesia. Ni uno solo de los 77 hombres y mujeres dejó de cumplir su deber.

Han escrito con letras de oro páginas imborrables en la historia. Contra esa dignidad y conciencia se estrellan las melladas armas del imperialismo.

Dada la gratitud y reconocimiento del pueblo peruano, no fue moralmente posible partir de ese país sin que otros miembros del Contingente viajaran a prestar sus servicios.

Hablaré en los próximos días de China. Ya está elaborado el material, faltarían sólo pequeños retoques.

No intenté siquiera escribir sobre la conmemoración del 20 Aniversario de la Batalla de Cuito Cuanavale, que fue la prueba suprema de la conciencia internacionalista alcanzada por nuestro pueblo. Prefiero que quienes fueron testigos personales de los heroicos acontecimientos a lo largo de un período que no duró un día, sino meses, hablen en honor de los gloriosos caídos.

Ayer escuché la Mesa Redonda sobre el Congreso de los intelectuales y artistas de Cuba, a punto de iniciarse. No cabe duda de que los debates serán de gran interés.

Estaremos atentos, observando los acontecimientos, mientras Bush hará de las suyas durante los primeros días de abril en Bucarest y el Mar Negro, como hemos denunciado. ¡Y ojo con el Vice! Así se advertía en los tiempos de la república colonizada.

Fidel Castro Ruz
Marzo 29 de 2008
7 y 16 p.m.

sábado, marzo 29, 2008

BARACOA Y EL PRESAGIO DE LAS BALLENAS

Por José Llamos Camejo (Radio Guantánamo)

Guantánamo.- Desde el amasijo que fue su hogar del malecón baracoense y con la vista fija en el azul del océano que tiene delante, lanza Adelaida el reproche “este mar es un resala'o, mira lo que me hizo”.

La rodean decenas de objetos en absoluto desorden, fragmentos de muebles, paredes, cristales, ventanas y puertas; pero Adelaida sigue escudriñando con su mirada en el mar infinito, como quien trata de desentrañar un enigma.

Piensa, quizá, que desde algún punto lejano de esa inmensidad oceánica, partió el ataque sorpresivo y furioso de las olas “malditas” que irrumpieron en su vivienda y en las de otros 167 vecinos hasta arrasar literalmente 47 de ellas y dejar el resto con daños severos.

Un círculo infantil, una institución escolar, un parque, un agro mercado y cinco edificios multifamiliares sufrieron la arremetida del mar, el desastre no pudo arrebatar vidas humanas, pero son cuantiosas las pérdidas materiales.

ACLARACIÓN DE UN EXPERTO Y RUMOR EN EL MALECÓN

¿Qué ocurrió?, “la llegada de un mar de leva que partió de las grandes olas que se generan en el Atlántico, unas veces a causa de anticiclones migratorios combinados con frentes fríos, otras por huracanes o tormentas tropicales”, asegura el meteorólogo Enrique Perigó, Jefe del Grupo de Pronósticos, del Centro Meteorológico de Guantánamo.

Según Perigó, “Las Bahamas actúan como barrera natural que impide al oleaje descargar su tremendo poder sobre el norte de Cuba, pero una brecha de 54 kilómetros en el Paso de Mayaguana, abre paso a un cañón profundo que se extiende hasta muy cerca de las costas de Baracoa, a través de ese cañón las olas generadas a cientos de kilómetros llegan a este punto de la isla prácticamente sin perder altura ni intensidad”.

Es la explicación del experto; pero en Baracoa, donde superstición, mitos, leyendas, imaginación e intuición habitan la ciudad y su gente, algunos asocian el trágico hecho a la extraña visita que lo precedió en dos semanas, aunque algunos de ellos basan su afirmación en factores naturales.

¿PRESAGIO, SEÑAL O CASUALIDAD?

A principio de marzo irrumpió en el litoral baracoense una ballena adulta acompañada de su bebé, las dos danzaron paralelas al malecón muy próximas a la orilla, la gente acudió a disfrutar aquel “espectáculo que fue algo maravilloso, pero trágico, porque ellas trajeron la desgracia que vino después”, sostiene Adelaida Cuza.

“Siempre he oído decir que un pez grande cerca de la costa es mala señal, ahora lo creo porque detrás de la ballena vino el desastre, aquí jamás había ocurrido algo semejante”, comenta Gloria Mosqueda, mientras a unos metros de ella, Maribel Merencio exterioriza su convicción de que “esos bichos enormes vinieron a presagiar la tragedia, nos estaban anunciando el mal tiempo y no nos dimos cuenta, pero traían el aviso, yo he leído que las ballenas son misteriosas”.

“Viven muy lejos de aquí, en zonas polares, son de agua fría, ¿qué otra cosa vinieron a hacer a este lugar, que no fuera avisarnos del peligro del mar?, pregunta Josefina Pineda, otra vecina de Baracoa y agrega, “ellas nos advirtieron, nosotros no escuchamos su alerta”.

“Aquellas ballenas trajeron la tempestad, aquí dicen que por ellas llegó la desgracia”, fustiga Iraelda O'conor, interpelada por Ofelia Cuza “no es justo culparlas a ellas, su visita trajo distracción, no hay superstición en que hayan venido, lo hicieron para evadir el mal tiempo, sencillamente percibieron un comportamiento anormal de la naturaleza en el lugar donde estaban”.

¿Real o supuesto el vínculo entre la extraña visita de las ballenas a Baracoa y el desastre que sobrevino después?, ¿misterio, pura casualidad, realidad o simple rumor?

INDICIOS

Como estudioso de los cambios del clima y sus efectos, el meteorólogo Enrique Perigó no descarta la posibilidad de que sea cierta la relación entre la llegada de los cetáceos y la posterior embestida del mar, “de hecho, algunos estudios prueban la aguda sensibilidad y las conductas extrañas de ciertas especies de animales ante los cambios del tiempo”.

“De manera que, visto el asunto desde ese punto de vista, la llegada de las ballenas a Baracoa quizá pudieron ser la señal de lo que venía, lo admito solo como una posibilidad, no dispongo de las pruebas que lo demuestren científicamente”.

MÁS ALLÁ DEL RUMOR

En medio del rumor y la interrogante, una verdad se abre paso: los baracoenses no enfrentan solos la destrucción que el mar les produjo, desde los primeros instantes las máximas autoridades políticas y gubernamentales a instancia de municipio y provincia, acudieron al lugar del desastre.

Carlos Lage Dávila, Vicepresidente del Consejo de Estado, evaluó la situación en el litoral baracoense y dialogó con los afectados, transmitió seguridad y confianza, reiteró que el país dispone de los recursos necesarios para restablecer la normalidad de inmediato.

Quizá la imaginación de los baracoenses y el paso del tiempo conviertan en una leyenda más de las tantas que puebla a Baracoa, el vínculo, real o supuesto, entre la presencia de las ballenas en las costas de la hermosa villa, y el mar de leva que le siguió. la ciudad paisaje, una de las más antiguas de América, fundada en 1492 por Cristóbal Colón, no tardará en recobrar el tradicional atractivo del malecón desde donde Adelaida mira de vez en vez hacia el azul del mar infinito, como quien trata de desentrañar, o quizás espantar, el enigma de la ola “maldita” que la dejó sin hogar.

TIMIDA Y MAGNIFICA

Por José Luis Estrada Betancourt (Juventud Rebelde)

Con legítima modestia se sonroja cuando aseguran que la vieron en la portada de la prestigiosa revista Danse Light Magazine. Merecedora de innumerables distinciones, premios y reconocimientos

Al parecer, Anette Delgado nació para ser la primera en muchas cosas, como si no bastara con tener que lidiar día y noche con su genuina timidez. Por eso no puede evitar sonrojarse cuando alguien le asegura que vio su hermosa imagen de bailarina clásica en la portada de la prestigiosa revista Danse Light Magazine, después que los expectantes parisinos abarrotaran el Grand Palais para ver el Giselle, coreografiado por Alicia Alonso, y que se estrenara justamente en la Ópera de París. Tiempos después su fotografía volvería a ser centro de la publicación gala, solo que esta vez la Delgado aparecía como la Kitri de Don Quijote.

Pero es que también Anette fue la bailarina escogida por el gran Julio Bocca para que lo acompañara en su despedida de El lago de los cines; la misma muchacha que tuvo la responsabilidad de representar a la Isla en el XVII Concurso Internacional de Ballet de Varna, tras 11 años de ausencia de los cubanos, que antes habían hecho historia en Bulgaria. Esta joven artista, merecedora de la Distinción por la Cultura Nacional, sería, además, la primera Medalla de Oro del I Concurso Internacional de Academias de Ballet de La Habana. Y este motivo, junto a su impresionante quehacer como primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, ha conllevado que hoy, al lado de figuras como los maestros Fernando Alonso y Ramona de Saá, integre la selecta nómina del jurado del afamado certamen, en su décima edición.

Y no obstante, aunque a muy temprana edad el ballet se convirtió en el centro de su vida, no fue un arte que se le diera así de fácil. Ella estudiaba gimnasia rítmica en la Isla de la Juventud, pero un buen día sus padres la llevaron a ver una función del BNC que la hipnotizó.

«Tenía ocho años, pero no he podido olvidar que, además de un fragmento de Las Sílfides y de Don Quijote, subió a la escena Muñecos, de Alberto Méndez, interpretado por Ana Leyte. Cuando concluyó la presentación, ella me regaló un par de zapatillas con el que llegué como poseída a mi casa. Ver ese pas de deux me hizo saber que quería ser bailarina».

«Claro, no era tan sencillo. Se lo dije a mis padres, pero mi papá estaba de servicio como médico en la Isla, donde no existe escuela de ballet. Y no obstante, decidieron cambiar sus planes para que hiciera las pruebas en La Habana. Así y todo, mi mamá al principio no quería. Ella había estudiado algo de ballet y lo había abandonado, trabajaba en el BNC, y sabía que era una carrera de mucho sacrificio, que sería una vida entregada esencialmente a eso y no lo quería para mí. Pero insistí tanto que no le quedó más remedio que darse por vencida», hace memoria ahora Anette.

«Entré casi de última a la Escuela Elemental de Ballet Alejo Carpentier, donde empecé dando clases en la “noctura”, como se le llamaba a la sección que iniciaba alrededor de las cinco de la tarde y terminaba a las diez y media de la noche. Esos cinco años de L y 19 fueron muy difíciles en mi carrera, sin embargo me alegra que haya sido así, porque eso me obligó a trabajar muy duro, sin tener tiempo para pensar en las cosas que por lo general les interesan a los niños de mi edad. Por la mañana tenía escolaridad en otro centro y después, inmediatamente, ballet. Y no obstante, era tan feliz...».

—¿Por qué esta etapa fue tan complicada en tu preparación?

—Es que después de tantos sacrificios hubo un momento en que pensé que se me acababa la vida. Todavía en tercer año yo era muy chiquita, la más pequeña de mi grupo, y algunos profesores conversaron con mis padres, porque pensaban que lo mejor era que me sacaran de la escuela, pues no veían en mí a una futura bailarina. A lo mejor no reunía todos los requisitos que se exigían. Tú sabes que en ese instante se valoran muchas cosas: extensiones, empeine, salto, demiplie... Mis padres me sentaron y hablaron conmigo con inteligencia y mucho tacto —estamos hablando de una niña de 11, 12 años—, para tratar de convencerme de que podía elegir otro camino. Mas yo les aseguré que quería seguir, que quería ver por mí misma si podía o no podía.

—¿Cómo lograste superar ese escollo?

—Con mucho trabajo, yo misma me asombro, porque que una niña de esa edad tomara esas decisiones... Pero en aquella época solo existía el ballet para mí, no había espacio para otra cosa en mi cabeza. Y me esforcé el triple en comparación con el resto de mis compañeras. Me pasaba todo el tiempo estudiando videos, viendo cómo podía arreglar este paso o el otro, y recibí no poco apoyo. Además de otras maestras de L y 19 que sí confiaron en mí, me ayudó mucho Ana Lobé, que formó parte del BNC, y quien en las tardes me daba clases para que pudiera superar poco a poco mis deficiencias. Había decidido llegar hasta el final, si suspendía el pase de nivel no habría nada que hacer, pero no podía quedarme con la duda de qué hubiera pasado de haber continuado. Y bueno, mira, aquí estoy.

—No es la primera vez que sucede algo así...

—Porque no solo lo he demostrado, creo que hay muchachos «limitados» que al final llegan más lejos que aquellos que lo tienen todo, porque para qué esforzarse si siempre les salen las cosas, y no van más allá, mientras que a los que les cuesta se ejercitan día a día. Estos últimos son quienes se convierten en verdaderos bailarines, porque el éxito en esta carrera no solo depende de las cualidades físicas y técnicas, sino también de gustarte mucho y de entregarte con tesón, sin desfallecer.

—Pero después de ese período, Anette apareció en la ENA y en festivales...

—Sí, y se lo agradezco con el alma a mi maestra Ramona de Saá. Ella fue un día a L y 19, mientras cursaba el quinto año para ver a las muchachas, antes del pase de nivel. No olvido que estaba en el aula con su hija, Margarita, a quien le dijo: «esta joven tiene posibilidades, vamos a trabajar». Y ella le contestó, sí, pero es muy chiquita —ellos querían que repitiera un año más. Pero Ramona (Cheri) se mantuvo en su propuesta: «No, vamos a probarla. Que vaya al pase de nivel y veremos qué sucede».

«En verdad no tenía planeado ir, pero me presenté y fui el primer expediente. En lo adelante, Cheri depositó una confianza inmensa en mí. Me trabajó mucho y, de repente, estaba haciendo roles de solista, mis primeros pas de deux, y participando en concursos y festivales, hasta que llegué al afamado concurso de Varna: un gran reto.

«Cuando nos dieron la noticia fue un poco estresante, porque pensábamos que sería imposible igualar el nivel de quienes nos antecedieron. Es más, estábamos convencidos de que no cogeríamos medalla. Algo sí estaba muy claro en nosotros: había que bailar y bailar bien, porque formábamos parte de la Escuela Cubana. Sin embargo, aunque Yosvani Ramos y yo arribamos tarde, pues estábamos en un encuentro de academias en Italia, nos llevamos la medalla de plata y el premio a la mejor pareja.

«Éramos puro nervio. Recuerdo que estábamos maquillados, listos en la pata del teatro para salir a bailar, cuando la maestra nos dijo que nos habían dejado para la jornada siguiente. Fue como un cubo de agua fría, pero al otro día bailamos con muchos deseos y el resto ya lo sabes.

«De Varna retornamos a Italia para cumplimentar las funciones que nos quedaban pendientes y a nuestro regreso me incorporé al Ballet Nacional de Cuba, justo en un año de Festival Internacional de Ballet de La Habana. La gente de mi grupo ya llevaba un tiempo en la compañía, pero yo no sabía qué hacer, hasta que poquito a poquito fui adaptándome a mi nueva casa».

—¿Cuándo aparecieron los papeles importantes?

—No puedo situar la fecha con exactitud, lo que sí te puedo decir es que desde que llegué tenía a los profesores atentos a mí. Josefina Méndez, por ejemplo, me veía por los pasillos y me preguntaba: ¿por qué no estás practicando? Siempre me obligaban a entrar a los salones, porque, con mi pena, tendía a apartarme. Aunque siento que desde un principio se habían fijado en mi labor, me alegra haber empezado por abajo, primero por cuerpo de baile y luego como corifeo, porque cuando asumí el papel principal de un ballet conocía perfectamente la trayectoria. Lo primero grande que interpreté fue justamente La fille mal gardée, la misma obra con la cual había competido en Varna. La compañía estaba de gira por España y compartí el escenario con Svetlana Ballester. Ella lo hacía un día y yo otro con Rolando Sarabia (padre). Después vino Cascanueces.

—¿Te sorprendió el ascenso a primera bailarina?

—Bueno, después de haber sido ascendida a corifeo me contrataron dos años en el Joven Ballet de Francia, lo que representó una experiencia significativa, pues me permitió descubrir otra escuela. Esa etapa me enfrentó a los contemporáneos, que me ayudaron a saber dominar mi cuerpo, a moverlo con control. Cuando volví al BNC lo hice nuevamente como cuerpo de baile. No obstante, me estrené en El lago de los cisnes, lo que no me lo podía creer. Luego pasé a bailarina principal. Fue un salto muy alto. A partir de ese momento, asumí los diferentes roles. Ya sabía que, en cualquier momento, llegaría el nombramiento de primera bailarina. Pero igual, cuando en abril de 2005 me dieron la noticia, el alegrón fue inmenso.

—¿Algún rol que si pudieras rechazarías?

—Una vez me dieron a hacer la mujer de Bodas de sangre, es un ballet que a mí me encanta y disfruto cuando lo veo, pero no estaba en mí. Los primeros ensayos fueron traumáticos, porque ese baile español, ese taconeo, no estaba incorporado, y no lograba cogerlo. Quizá era un problema más de la mente que del cuerpo y el tiempo de preparación había sido escaso. Siempre he rezado para que no me lo den y así ha sucedido. Otro que me dio un poco de temor fue Diana y Acteón, porque es un pas de deux muy fuerte técnicamente, que hay que bailar con fuerza, y mi baile es más lento, más suave, yo soy incapaz de hacer brazos bruscos, me cuesta... Sin embargo, lo saqué, pues lo que me hace salir adelante es sentirme retada.

—Hablabas del taconeo, pero ¿cuánto se sufre en puntas?

—Uno empieza a trabajar en eso sobre todo en la ENA. Es complicado, pero es una técnica que se aprende, aunque se sufre mucho porque vamos en contra de la naturaleza al estar el cuerpo apoyado encima de los dedos, y las uñas se lastiman, salen los callos... Por suerte no soy de ampollas, pero sé de muchachas que sí, y bailar con ellas es un dolor que nadie imagina. Pero uno se adapta, y a la hora en que estás en el escenario se te olvida. Yo misma he perdido un pedazo de una uña y he bailado. Es increíble, porque termino los ensayos con las lágrimas afuera, sin embargo, cuanto sube el telón es como si tuvieses amnesia. A lo mejor cuando cierran las cortinas estoy tirada en el piso, pero antes lo disfruté desmedidamente.

—Cierra el telón. ¿Algún momento en que hayas sentido una tristeza muy grande?

—Sí, como no. En un El lago de los cines. Justo cuando iba a empezar los fouettés me fui para el lado y salí disparada como una muñeca de trapo. Lo que sentí en aquel momento no se lo deseo a nadie, quería que me tragara la tierra, porque soy muy exigente conmigo misma y no me podía permitir algo así. Tuve que sobreponerme y seguir bailando, quizá por ello ha sido una de mis funciones más aplaudidas. Luego vino Josefina Méndez y me dijo: recuerda que un paso técnico no es una función, es el conjunto, solo tuviste un fallo y eso le sucede a cualquiera. Se valora más que te recuperes a que te quedes ahí pasmada. Todas nosotras hemos pasado por eso.

—Muchas bailarinas alejan la maternidad para no acortar su carrera. ¿Ese es tu caso?

—Desde que tenía 15 años pensaba que mi primer bebé lo tendría a los 28. Mira, en el ballet quizá eso sí sea algo que nos distinga de las otras muchachas, pues por la carrera tenemos que postergar la maternidad o adelantarla (hay casos en que han tenido sus hijos y han continuado sin problemas). Todo depende de cómo salga ese embarazo. En lo personal, estoy loca por convertirme en mamá, pero siento que ahora no puedo parar, porque estoy en uno de mis mejores momentos, y lo quiero aprovechar. Cuando llegue el momento llegará.

viernes, marzo 28, 2008

AMPLIARAN LOS SERVICIOS DE TELECOMUNICACIONES EN CUBA

Tomado de Juventud Rebelde

La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, S. A. (ETECSA), ha dado prioridad a un programa inversionista que permitirá iniciar la ampliación de algunos servicios en función del desarrollo de las telecomunicaciones en el país.

La obtención de créditos y tecnologías con países amigos permitirá implementar un Programa de Desarrollo de las Telecomunicaciones en los próximos años que contribuya a una mejoría paulatina de los servicios de telefonía a nuestra población.

En este empeño, la prioridad será para los municipios con más baja densidad telefónica y los asentamientos poblacionales con más de 300 habitantes que aún no cuentan con servicio telefónico.

En una primera etapa se transitará por soluciones que permitan el uso colectivo de este servicio. En nuestro país, desde 1991 se introdujo de forma limitada la telefonía celular. A partir del proceso inversionista actual, ETECSA está en condiciones de ofrecer a la población el servicio de telefonía celular que se formalizará mediante contrato personal en la modalidad de prepago.

En los próximos días se informará a la población los procedimientos para los cambios de titularidad de los ciudadanos cubanos que hasta la fecha lo han adquirido por vía indirecta y el inicio de los nuevos contratos a las personas naturales cubanas interesadas.

Este servicio se ofrecerá en CUC, lo cual permitirá sufragar el desarrollo de la conectividad por cable que tiene un importante rol en la informatización de la sociedad, así como posibilitará la introducción de nuevos servicios telefónicos en moneda nacional.

Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA)

27 de marzo de 2008

Nota de la Redacción: El Ministerio de la Informática y las Comunicaciones nos ha informado que próximamente emitirá las regulaciones que permitan asegurar la puesta en marcha y el control de este programa de manera ordenada y progresiva.

jueves, marzo 27, 2008

¡JUEGA, CACHAO!

Por Joaquín Borges-Triana (Juventud Rebelde)

El pasado lunes 24, el diario Granma daba a conocer a sus lectores la noticia de la muerte de Israel López, el célebre Cachao, quien falleciera el sábado 22 a consecuencia de problemas renales. En lo que va de semana, en uno que otro espacio de nuestra radio se han dedicado programas o comentarios a propósito del legado que para la música cubana representa la obra del eminente compositor y contrabajista. Quien haya tenido la oportunidad de seguir la prensa internacional de por estos días, ya sea en medios impresos, cables de agencias, publicaciones digitales, habrá comprobado el cúmulo de trabajos que la desaparición física de Israel López ha suscitado.

El domingo en la mañana, un par de corresponsales de órganos foráneos acreditados en La Habana me telefonearon para preguntarme mis opiniones sobre la huella de Cachao entre nosotros. Ocurre que el fallecimiento de esta figura, que en el presente 2008 cumpliría 90 años de edad, presupone el fin de la generación que fuera protagonista del nacimiento de un singular capítulo en la historia de nuestra música, el de las llamadas descargas, fenómeno del que él fuera uno de sus gestores en la década de los 50.

En una entrevista que le concediera al periodista español Carlos Galilea durante el 2007, Cachao recordaba del siguiente modo el surgimiento, en 1957, de las hoy tan populares descargas: «Las cosas de uno. Siempre con ideas nuevas. Cité a los músicos después del trabajo en los night clubs. A las cuatro de la madrugada. Y ahí empezamos a grabar hasta las nueve de la mañana. En cinco horas hicimos los números de la primera descarga. Entonces les recomendé que se pusieran trajes medievales, de hierro y eso, porque después de que la gente oyera esa locura nos iban a matar».

Empero, aquellas descargas del LP Cuban Jam Sessions in Miniature se convirtieron en todo un suceso, no solo para la época sino para cuanto acontecería posteriormente en el jazz afrocubano. El estilo que él impuso a la hora de tocar el contrabajo, ha marcado a instrumentistas de diferentes generaciones en nuestro país y que van desde su propio sobrino, Orlando «Cachaíto» López (muy reconocido en los últimos años por su participación en el Buena Vista Social Club), Papito Hernández, Silvio Vergara, Jorge Reyes, hasta gente muy joven como Carlos del Puerto (hijo) o Carlitos Ríos, una de las más recientes revelaciones del contrabajo en Cuba.

Pese a que entre determinados músicos de la Isla se sigue y estudia el legado de Cachao, a que su música de vez en cuando suena en las emisoras radiales cubanas, gracias a que en los 90 la EGREM puso en circulación en formato de CD algunas de sus antiguas grabaciones, y a que uno que otro de nuestros investigadores ha escrito acerca de la vida y obra de Israel López, no puede asegurarse que entre nosotros se le conozca como debiera ser. Cuando se piensa en el hecho de que los cubanos no somos un pueblo milenario sino que tenemos una historia bastante joven, apenas cinco siglos, hay que concluir que no podemos darnos el lujo de no incentivar la memoria cultural y perder del patrimonio nacional a figuras de la talla de Cachao.

Un breve repaso por su existencia deja claro lo intensa que la misma fue. Él no hacía distingos entre un tipo de música y otra, por eso se le vio como integrante de la Filarmónica de La Habana, bajo la dirección de personajes del prestigio de Herbert von Karajan, Igor Stravinsky y Heitor Villa-Lobos, o como miembro de la, en su época, muy popular charanga del flautista Antonio Arcaño, formación para la que, en compañía de su hermano Orestes «Macho» López, compusiera numerosos danzones, como Buena Vista Social Club o Chanchullo, aún vigentes en el repertorio de no pocas orquestas en Cuba y el extranjero.

Dejo para otros la discusión de si Israel y Orlando son o no los creadores del mambo. Para mí lo importante es que resulta difícil hallar trayectorias tan integrales como la del recién fallecido contrabajista, y que en los 90 reverdeció laureles a partir del documental Como su ritmo no hay dos. Dado que él fue un hombre alegre, mi particular tributo es servirme un trago de ron, colocar uno de sus discos en mi equipo sonoro y gritar como en los viejos tiempos: ¡Juega, Cachao!

DEJAME QUE TE CUENTE...

Por Raúl Martínez Rodríguez (La Jiribilla)

Ignacio Jacinto Villa y Fernández, conocido internacionalmente por el nombre de Bola de Nieve, es una de las figuras de mayor significación en la historia de nuestra música, gracias a su rigor artístico y auténtica cubanía.

Nació este pianista, cantante y compositor el 11 de septiembre de 1911 en la calle Máximo Gómez, número 32, esquina a Versalles, en la villa de Guanabacoa, en la ciudad de La Habana.

El padre era cocinero de profesión. A la madre, Inés Fernández, negra cuentera, organizadora de fiestas y capaz de bailar la mejor rumba de cajón o el toque de Yemayá, durante sus laboreos caseros se le podía oír entonando una romanza de zarzuela, sentada a su máquina de coser o frente a la batea de ropa; asimismo, alimentaba amorosamente a sus seis hijos (Juliana, Berta, Domingo, Orlando, Raquel e Ignacio), sobrevivientes de sus trece partos, y con esa misma ternura cuidaba a Pancho, el pavo real de Oshún, monarca y guardiero de la casa.

Inés era hija de Estanislao Bertematti, mayombero y sabio en las yerbas, ñáñigo y capataz en los muelles del puerto de La Habana, quien había criado a su hija Inés entre congos, carabalíes y comparsas de diablitos bailarines y salidas de cabildos en las calles de Guanabacoa en Día de Reyes. En ese mundo de hombres rayados, plantes, babalaos, santería, música y danzas en las fiestas de bembé, iba creciendo y asimilando lo que lo rodeaba el pequeño Ignacito.

Tomasa (Mamaquica), su tía-abuela, fue otro personaje familiar decisivo en la vida y en el aliento de la vocación del niño, pues gracias a ella y a su marido, el español José López Sella, dueño de la Bodeguita de Sella, inició Ignacio las primeras letras en la escuelita particular de la maestra Juanita Benette. Ya por esa época un compañero de clase le había llamado, quizás con un sentido humorístico, Bola de Nieve, apodo que le disgustaba al principio, pero que fue aceptando más tarde a medida que por él se iba dando a conocer en todas partes del mundo.

También alentado por Mamaquica, a los doce años de edad comenzó sus estudios de solfeo y teoría de la música con el notable maestro Gerardo Guanche, en el Callejón Mora o de los Bomberos, esquina a Desamparados, y poco después inició el aprendizaje del piano en el Conservatorio de José Mateu, situado en la calle Adolfo del Castillo, entre Bertematti y Jesús Nazareno, en Guanabacoa. Inicialmente, se pensó que Bola de Nieve estudiaría la flauta o la mandolina, pero al final él se decidió por el piano. “Tenía que ser artista”, aseguraba Mamaquica.

De la casa de la calle Máximo Gómez donde nació Bola, a causa de las vicisitudes económicas que obligaban a la familia Villa y Fernández a mudarse con frecuencia, se trasladaron a otros lugares en Guanabacoa, y así vivió Ignacio junto a su familia en las calles Cadena número 13, Corral Falso y Padilla, Maceo, Palo Blanco números 30 y 52, Candelaria número 28 y 3/4, División número 61 (donde fallecieron en 1953 sus padres Inés y Domingo, con una semana de diferencia luego de cincuenta años de unión), y por último en la calle Librero.

En 1927 matriculó en la Escuela Normal para Maestros. Según el escritor Miguel Barnet, los estudios de Bola de Nieve en este centro docente le sirvieron para dotarlo de una cultura integral y una visión del mundo muy personal, lejos de lo meramente “farandulero”. No pudo iniciar entonces los estudios de Pedagogía en la Universidad de La Habana por motivo de los disturbios estudiantiles y la crisis económica padecida durante la dictadura de Machado, y como joven pobre y además negro tuvo que ganarse el sustento y a la vez ayudar económicamente a su familia laborando como pianista en el cine Carral de su ciudad natal, acompañando películas silentes, y más tarde corno integrante de la Orquesta de Gilberto Valdés en el cabaret La Verbena, de la Avenida 41, en Marianao.

A fines de 1929 y con dieciocho años de edad, Bola de Nieve fue alentado por un grupo de artistas y amigos a presentarse en una imitación del actor y cantante José Borhr en el Teatro Nacional (hoy Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana), lo cual resultó un rotundo fracaso: pero esta fallida presentación como solista no lo desanimó, y prosiguió sus estudios con más ahínco, convencido de que por ese camino llegaría a su estilo único y a su triunfo final.

A principio de los años 30, Ignacio Villa se destacaba como excelente pianista acompañante de varios cantantes que actuaban en la capital, entre ellos la eminente soprano cubana Zoila Gálvez. En ocasión en que se presentaba en el roof garden del hotel Sevilla Biltmore, la genial intérprete Rita Montaner lo escuchó, y la impresión que su técnica pianística le causó fue tan grande, que de inmediato le propuso que fuera su pianista acompañante exclusivo. Luego de aceptar dicha oferta, realizó en 1933 su primer viaje al extranjero, a México, en cuya capital actuó junto a Rita en el teatro Politeama, y por su talento y simpatía personal obtuvo la admiración y la amistad de prestigiosos compositores como María Greever, Agustín Lara y Guty de Cárdenas, entre otros.

Una noche en que la Montaner se encontraba indispuesta, la dirección del teatro le solicitó a Ignacio que sustituyera a la artista en el espectáculo, a lo que en primera instancia se negó rotundamente, pero después de muchos ruegos accedió, y para su asombro fue presentado por primera vez con el sobrenombre artístico de Bola de Nieve, con el que solo era llamado hasta entonces por sus amigos y conocidos. Esa noche, atemorizado, con su voz escasa pero siempre personal, expresiva y musical, interpretó la canción afro Vito Manué, tú no sabe inglé, de Grenet y Guillén; en esta actuación como solista puso a prueba el excepcional poder de comunicación que lo caracterizaría durante toda su carrera, y al final de este debut recibió una ovación de parte de un público integrado por cuatro mil personas que colmaban el teatro, como premio a su depurado y particular estilo, a su entrega artística y sobre todo a su genuina cubanía. Para Bola de Nieve, desde ese momento, el pueblo mexicano tuvo una especial significación: aseguraba que México era su otra patria, porque la noche de su debut había nacido por segunda vez, y entre el artista cubano y los mexicanos se anudaron lazos emocionales que trascendían la simple amistad.

Luego de este rotundo éxito, pasó a actuar en el Lírico de México, y en la radio y cabarets del país azteca. Más adelante inició una gira por los Estados Unidos de Norteamérica, en unión de la propia Rita Montaner y de los destacados cantantes Pedro Vargas, Hermanas Campos, Enriqueta Faubert y Juan Martínez Casado. Cuando volvió a Ciudad México, se unió a Ernesto Lecuona, con quien actuó el 30 de junio de 1934 en el cine Máximo, donde también se presentaban las cantantes Margot Alvariño y Luisa María Morales.

A su regreso a Cuba en 1935, y bajo contrato exclusivo del maestro Ernesto Lecuona, Bola se presentó con este afamado pianista y compositor en el teatro Campoamor, y el 18 de enero en el Teatro Principal de la Comedia; juntos ejecutaron a dos pianos las obras El cabildo de María la O y Como arrullo de palmas, dos obras muy conocidas de Lecuona. También ofrecieron varios conciertos con las notables compositoras Sara Jústiz, Carmelina Delfín y Ernestina Lecuona. Gracias al gran éxito obtenido en estos recitales, Bola de Nieve, en el mes de abril de 1936, efectuó su primer viaje a la Argentina como parte del elenco de la Compañía de Ernesto Lecuona. Junto a la destacada cantante cubana Esther Borja, a Ernestina Lecuona (pianista y compositora), María Cristina Antinea (bailarina) y Mapy Cortez (bailarina, cantante y actriz), actuó con rotundo éxito en teatros, cabarets y en las emisoras Radio Splendid y Radio Mundo, de la capital, y también tomó parte en la filmación de la película Adiós, Buenos Aires, en la que además actuaron Lecuona, Ernestina y Esther. Las visitas de Bola a Argentina se sucederían a partir de entonces, y siempre cosechó grandes triunfos artísticos.

De vuelta a La Habana con un enriquecimiento de su prestigio conquistado en el extranjero, fue invitado el domingo 2 de junio de 1936 por el Grupo Índice, de Matanzas, y ofreció un recital de sus canciones en el exclusivo Liceo Artístico y Literario de dicha ciudad, catalogado por la directiva de esta institución como un acto de alta cubanía que puso de manifiesto los méritos indiscutibles de un verdadero artista, exponente de una nueva música cubana. Sus obras Carlota ta morí y Drumi, mobila, entre las diez que interpretó, fueron juzgadas por la crítica y el público asistentes como dos ejemplos de música de vanguardia.

En 1937 Bola de Nieve hacía mucho tiempo era considerado miembro permanente de la Compañía de Ernesto Lecuona, y después de realizar con esta algunas presentaciones en La Habana, embarcó con su elenco rumbo a Buenos Aires, para un segundo encuentro con el público argentino, ocasión aprovechada por Ignacio para visitar Chile y Perú —en este último país se presentó en el Teatro Municipal de la ciudad de Lima, con una notable aceptación del público y la prensa. Cuando en 1941 fue aplaudido en el teatro Avenida, con la revista de Lecuona La Habana en Buenos Aires, y en 1943 en el Conservatorio Nacional de Buenos Aires, donde ofreció un recital de canciones a los profesores y alumnos, ya Bola era considerado en varios países de la América Latina uno de los artistas cubanos más distinguidos.

Durante los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, Ignacio Villa, al igual que otros artistas, se vio precisado a permanecer en Cuba actuando en la radio, el teatro y el cabaret, solo o con la Compañía de Ernesto Lecuona. En el mes de septiembre de 1947, fue contratado por la Compañía de Conchita Piquer para integrar un espectáculo de variedades y ofrecer recitales en distintos lugares de España; en Madrid se presentó en unión de la famosa cantante española en los teatros Lara, de la Zarzuela y en la Villa Romana; en Valencia en el Teatro Principal, y en Barcelona en el Poliorama. El resultado de su apoteósico triunfo en estas importantes plazas artísticas fue la extensión de la gira hasta Zaragoza, Sevilla, Córdoba y Jerez de la Frontera.

Al llegar Lecuona y su compañía a España en 1948, Bola de Nieve se unió al grupo, encabezado por el barítono René Castelar y la bailarina Rosita Segovia, entre otros, y junto a ellos inició una larga gira por los Estados Unidos de Norteamérica. En la ciudad de Filadelfia se presentó en el Café Society, donde alternaría con los notables cantantes Lena Home, Teddy Wilson, Art Dayton y el famoso bajo norteamericano Paul Robeson, ferviente admirador del cubano; en los teatros Puerto Rico y San Juan, de Nueva York, participó en espectáculos integrados por artistas tan renombrados como la cantante y actriz argentina Libertad Lamarque, Lou Walter, Tony Gary, Eva Garza y Fausta Curbelo. Cuando, el 21 de noviembre de 1948, Bola ofreció un concierto de música cubana en el famoso Carnegie Hall de Nueva York, el periódico The New York Times lo calificó como una verdadera revelación, por su personalidad artística, y el genial cubano fue comparado con el francés Maurice Chevalier y con el norteamericano Nat King Cole. Según Bola de Nieve, esa noche recibió una de las emociones más grandes de su vida, ya que sin haber tocado aún, el público le tributó una ovación cerrada; después de su ejecución, tuvo que salir nueve veces al escenario.

En 1950, a pesar de su intenso trabajo y los constantes viajes al extranjero, mantenía el programa Gran show de Bola de Nieve, que se transmitía todos los lunes a las 9:00 p.m. por las frecuencias de CMQ Radio, espacio en el que además de cantar, dirigía la orquesta e invitaba a figuras cubanas y extranjeras. Cuando se inició la televisión en Cuba en 1950, Bola fue uno de los primeros artistas vistos en los programas estelares de CMQ Canal 6 y en el Canal 2 de Televisión Nacional.

En junio de 1953 intervino junto a Rita Montaner, la pareja de bailes populares Elpidio y Margot, y la bailarina Sonia Calero con el Ballet de Alberto Alonso, en la producción musical Danzón en el cabaret Montmartre. Ya por estos años había tomado parte en varios filmes en la Argentina, entre ellos los titulados Melodías de América con el tenor mexicano José Mojica, y Embrujo, con la actriz Alicia Barrié. También por esta época había salido al mercado su primer disco de larga duración, grabado para la firma RCA Victor mexicana, con canciones propias y de Adolfo Guzmán, María Greever, Vicente Garrido, Eliseo Grenet y Armando Oréfiche, y orquesta bajo la dirección del maestro José Sabré Marroquín.

Entre 1951 y 1958 efectuó varias giras por Francia; fue aclamado en París en la exclusiva boîte Chez Florence en 1951, y en Copenhague en 1953. Asimismo triunfó en Niza, Roma, Venecia y Milán en 1957, y posteriormente en Dinamarca y en España, donde grabó su segundo disco de larga duración para la firma Montilla, conformado por obras de compositores cubanos.

En 1954 había viajado de nuevo a México, y con la aceptación acostumbrada se había presentado en la radio, la televisión y en el club Villa Fontana. En este país Bola de Nieve, por su talento y simpatía personal, se ganó el respeto profesional de personalidades como Pedro Vargas, Toña la Negra, Tata Nacho, Agustín Lara, Vicente Garrido, José Sabré Marroquín, Lucha Reyes, Alberto Domínguez, Silvia Pinal, Luis Pérez Mesa, y otros muchos, lo que confirma una de las características más sobresalientes de Ignacio Villa: ser “un artista de artistas y escritores”. Intelectuales como Pablo Neruda, Jacinto Benavente, Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, Roberto Fernández Retamar, Miguel Barnet, y artistas como Andrés Segovia, Edith Piaf, Paul Robeson, Erich Kleiber, Esther Borja, Luis Carbonell y otros que harían interminable esta lista, veían en Bola de Nieve uno de los intérpretes más sensibles nacidos en Cuba.

Fue invitado en 1956 a la ciudad de Washington, donde ofreció un recital de canciones en el Salón de las Américas de la Unión Panamericana, con el que inauguró los conciertos de la temporada de verano de ese año; la actuación del cubano tuvo tal repercusión, que la Revista Américas, en el mes de octubre de ese mismo año, lo calificaría como “maestro de la canción cubana”. Según palabras del propio artista, la preparación y la ejecución de este recital y sus experiencias significaron un nuevo capítulo en su carrera futura como concertista. De ahí en lo adelante sus actuaciones estarían dirigidas a públicos dispuestos a disfrutar una actividad de concierto, y preparaba sus programas con mucho más rigor musical y artístico. A su regreso a Cuba, y como muestra del respeto que sentía por el arte prodigioso de la bailarina cubana Alicia Alonso, actuó para ella en la emisora Radio Mambí, en un programa de despedida que le hicieron a la artista con motivo del inicio de una extensa gira que la llevaría por toda Europa. Poco después sería Bola de Nieve el reclamado por los países del viejo continente Al retornar a la patria, la televisión le dio la bienvenida presentándolo en el Cabaret Regalías y en Jueves de Partagás, dos de los programas de mayor audiencia de la época.

En 1958 Bola de Nieve contaba cuarenta y siete años; había definido y perfeccionado su estilo de decir una canción de manera universal partiendo de las raíces de su propia nacionalidad, y tanto en su labor de intérprete como en la de compositor, lograba comunicar su mensaje de forma ingeniosa, a la manera de los viejos cuenteros, con gracia y expresividad utilizaba su voz ronca y áspera, que recordaba la de los abuelos negros esclavos, y al cantar a veces contaba antiguas historias, en las que aparecían distintos personajes que incorporaba magistralmente, para lo cual se preparaba como un actor. La improvisación para él no existía: estudiaba y maduraba a diario, y como músico contaría hasta el fin de su vida con el notable profesor Rafael López, quien era su entrenador en el piano. Con su erudición dominaba tanto la canción caricaturesca, la de inalterable elaboración y la de inflexiones folklóricas de cualquier país, y como recursos expresivos utilizaba por igual la melodía, el ritmo y el mensaje de los textos, elementos con los que imprimía fuerza a todo lo que ejecutaba. Según sus propias palabras, de María Cervantes tomó los toques románticos venidos de Manuel Saumell, Ignacio Cervantes y otros compositores cubanos del siglo XIX, pero independientemente de su sólida formación cultural y musical, era un creador autodidacta, muy intuitivo y observador. Amaba el teatro, la danza, la literatura y la pintura, pues desde sus comienzos descubrió que todos los géneros eran beneficiosos para la formación de un artista.

En su personalidad latía una fuerza que lo hacía sobreponerse ante cualquier vicisitud. Para Bola de Nieve no existía público malo sino artistas que no convencen. Si una obra no le gustaba al público, pero él estaba seguro de sus valores, no hacía concesiones, seguía insistiendo y mejorándola hasta que gustara: esa era su verdad.

Aunque sea brevemente, debemos referirnos a su labor como compositor. Jamás se reconoció como tal; sin embargo, dejó un grupo de hermosas canciones, que cuando eran cantadas por él alcanzaban su pleno esplendor. Todas responden en su estructura formal a lo más depurado del cancionero tradicional cubano, conjugado con el buen gusto de los textos. Ejemplo de ello son sus obras Arroyito de mi casa, No dejes que te olvide y Si me pudieras querer. En aquellas compuestas en los finales de su vida, apreciamos a un Bola de Nieve mucho más maduro musicalmente, y dentro de esta línea están Becqueriana y Ay, venga, paloma, venga, esta última con texto de Nicolás Guillén; en ambas el compositor emplea una depurada técnica, con una armonía más contemporánea.

Para Ignacio Villa y Fernández, el triunfo de la Revolución Cubana significaría una seguridad no solo económica, sino, como diría él, espiritual, pues según sus propias palabras, antes nuestros artistas, para poder sostenerse, tenían que vivir con el constante agobio de lograr otro contrato antes de que finalizara el que estuvieran cumpliendo.

Cuando fue creado el Consejo Nacional de Cultura (CNC) en 1961 —actual Ministerio de Cultura—, en su plantilla inicial sería Bola de Nieve uno de los artistas de mayor valor. En el mes de septiembre de 1961, como saludo al Primer Congreso Nacional de Escritores y Artistas Cubanos, participó en los recitales de Música Folklórica Popular y Vernácula, en la sala de Bellas Artes de la ciudad de La Habana. También contaron con su presencia el primer y segundo Festivales de Música Popular Cubana, celebrados en el teatro Amadeo Roldán —precisamente en este escenario, después de 1959, Bola de Nieve hizo costumbre ofrecer un recital de medianoche en espera del 26 de Julio. En febrero de 1962 fue enviado por el Gobierno Revolucionario cubano a efectuar una extensa gira por varios países socialistas, y como todo un embajador de nuestra música, estuvo en Checoslovaquia, República Popular China y Unión Soviética. En la ciudad de Praga visitó distintos centros de trabajo y actuó en el Teatro de la Comedia; obtuvo un éxito sin precedentes en China, donde se presentó en la sala Pekín y fue atendido por relevantes personalidades artísticas y políticas; en la Unión Soviética fue aplaudido en la prestigiosa sala Chaikovski, de Moscú. Ni el idioma ni la distancia de nuestras raíces fueron obstáculos para que el artista cubano pudiera comunicar el mensaje cultural de nuestro pueblo; como siempre, engalanó de impecable etiqueta a la canción cubana y a los cantos y toques de cajones sonados en los distintos barrios habaneros y en su natal Guanabacoa.

En 1964 y 1966, fue contratado para actuar en el restaurante Cardini Internacional de Ciudad México, donde inmediatamente se agotaron los lugares, reservados por sus admiradores y amigos. La televisión de este hermano país lo exhibió en sus espacios Revolución Musical Nescafé y Variedades Gerber Silvia, que centralizaba la cantante y actriz mexicana Silvia Pinal.

En 1965 se remozó el restaurante Monseigneur de las calles 21 y O en El Vedado, y a sugerencia de Bola de Nieve fue convertido en Chez Bola, íntimo lugar en el que el artista, además de cantar y tocar piano, dialogaba, hacía cuentos, chistes, anécdotas y saludaba de mesa en mesa.

Solicitado como de costumbre por artistas y escritores, el lunes 16 enero de 1967 hizo una presentación especial para los invitados al Encuentro Rubén Darío, organizado por la Casa de las Américas en Varadero, Matanzas. Ese mismo año integró la delegación artística que participó en la Expo 67 de Montreal, Canadá, y a su regreso ofreció diversos recitales en toda la isla, grabó dos discos de larga duración para la EGREM e infinidad de programas de televisión. Cuando en 1969 Bola de Nieve realizó una gira por la antigua provincia de Oriente, durante la cual se presentó en las bibliotecas provinciales de Holguín, Bayamo y Santiago de Cuba, ya su salud se estaba quebrantando: la diabetes y el asma, dos viejas dolencias del artista, habían hecho crisis en varias ocasiones, pero a pesar de todo se mostraba animoso y optimista.

El 20 de agosto de 1971 se dejó admirar en el teatro Amadeo Roldán en un homenaje a Rita Montaner: fue su última presentación en público. En la televisión sería en el Álbum de Cuba, junto a su querida amiga Esther Borja. Cuando le informaron de su próxima visita a Perú y que pasaría de tránsito por Ciudad México, no pudo dejar de exteriorizar el regocijo que le producía viajar nuevamente a estos dos países. Antes de partir concedió varias entrevistas para la radio y la prensa escrita cubanas. En México fue invitado a hospedarse en la residencia de sus amigos el ingeniero Luis Medina y su esposa; la noche anterior a su sorpresiva muerte, ocurrida en la madrugada del 2 de octubre de 1971, Bola de Nieve se había retirado temprano a la habitación que ocupaba en aquella casa, y nadie sospechó que ese día sería el último en la vida de Ignacio Villa y Fernández. Trasladado el cadáver a Cuba, su sepelio fue acompañado por un numeroso público y las más altas personalidades artísticas, culturales y políticas. Su deceso causó una verdadera aflicción nacional. Decir adiós a tan eminente artista correspondió al Poeta Nacional Nicolás Guillén, su amigo y admirador de muchos años. Había desaparecido una de las figuras artísticas de raíces más hondas en la historia de la música cubana.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Barnet, Miguel. «Bola de Nieve: su universal cubanía». Bohemia (La Habana), 29 de septiembre de 1978.

Campoamor, Fenando G. «Bola de Nieve o la Sinfonía de Guanabacoa». Bohemia (La Habana), 15 de octubre de 1971.

Conte, Antonio. «Bola de Nieve: Déjame que te cuente». Cuba Internacional (La Habana), enero de 1972.

Gómez Sicre, José (Pepe). «Palabras». En: Anales del Grupo índice, marzo de 1935 a marzo de 1936. Matanzas, 1936.

González, Reynaldo. «De Guanabacoa a Venecia, Bola». El Caimán Barbudo (La Habana), año 17, edición 185, mayo de 1983.

Nass, Raúl. «Bola de Nieve, el fabuloso Ignacio Villa, maestro de la canción cubana». Revista Américas (Washington), octubre de 1956.

Rodríguez Sosa, Fernando. «Bola con su sonrisa v su canción». Revolución y Cultura (La Habana), núm. 108, agosto de 1981.

Sarteur, Ramiro. «Una personalidad sorprendente: «Bola de Nieve»». Carteles (La Habana), 28 de agosto de 1949.

Solís, Martha D. «¡Bola era así!». Siempre (México, D.F.). núm. 957, 27 de octubre 1971.

OTRAS FUENTES

Diario de la Marina (La Habana), 22 de enero de 1950, 13 de junio de 1953 (magazine ilustrado) y 5 de julio de 1953.

Excélsior (México, D.F.), 12 de febrero de 1971 y 4 de octubre de 1971.

Siempre (México, D.F.), núm. 955, 13 de octubre de 1971.

El Día (México, D.F.). 4 de octubre de 1971.

Testimonios: Félix Ayón, Raquel Villa y Domingo Villa.

Colaboradores: Domingo y Raquel Villa (hermanos de Bola de Nieve), Pedro Simón, Tomás Fernández Robaina, Mercedes Celia Rodríguez, María Teresa Linares, José Piñeiro Díaz, Maria Antonieta Díaz, Edilia Piñón, Raquel Montejo y Carmelina Muñoz.

Bola de Nieve, Editorial Letras Cubanas, 2004. Selección de textos, anexos y notas de Miguel Ojeda.


MÚSICA DE BOLA DE NIEVE

1.- Saludo
2.- La vie en rose
3.- No puedo ser feliz
4.- Ay amor
5.- La flor de la canela
6.- Si me pudieras querer
7.- Alma mía
8.- Tu no sospechas
9.- Drume negrita
10.- Ay, mama inés
11.- Chivo que rompe tambó
12.- Manisero
13.- Mesié Julián
14.- Despedida

miércoles, marzo 26, 2008

YEMAYA

Tomado de Cubayoruba

Yemayá es la Orìsà de la maternidad. Ella es la guardadora de todas las riquezas. Nuestros desperdicios son su tesoro. Lo que se pierde puede ser reobtenido con la ayuda de Yemayá. Cuando buscamos a Yemayá en la naturaleza tenemos que buscar en el mar. En los océanos en donde encontraremos a Yemayá. Las crestas de las olas contra las costas y rocas. Es en esta forma que Yemayá toma los ofrecimientos y sacrificios. En esta misma forma ella construye y/o destruye, ofreciendo bendiciones o quitándolas.

Lo que es tomado de ríos y arroyos, es dado a Yemayá. Todos los desechos y desperdicios incluyendo los ofrecimientos son tomados y llevados al océano y al mar. Este es el porqué los Yoruba dicen "Nadie conoce lo que hay en el fondo del mar".

La fuerza destructiva de Yemayá viene en la forma de olas. Este poder no va ni viene solo. La luna y los vientos juegan en una parte mayoritaria de esta energía destructiva. Sin embargo hay otra cara de esto. Si, el viento sopla haciendo rizos y ondas sobre el agua y el empuje gravitacional de la luna hace que el agua se eleve más y más alto, haciendo más rizos y ondas. El agua comienza a arroyarse y crea más viento, y el empuje gravitacional de la luna dibuja las ondas más y más alto, moviéndose más aire en múltiples direcciones. Esto es un ciclo contante de este evento que brinda vida de la muerte y ayuda a sostener un balance perfecto.

YEMAYÁ

Madre de Chango. Si no es la madre carnal, lo adora como una madre, (hay quien sostiene que Obatalá parió a Chango y tuvo que abandonarlo porque era fruto del pecado). Yemayá parió a los 16 orishas. Es la dueña de las aguas y representa al mar, fuente fundamental de la vida. Sus colores son el azul y el blanco.

Fue mujer de Babalú Ayé, de Aggayú, de Orula y de Oggún. Le gusta cazar, chapear, manejar el machete. Es indomable y astuta. Sus castigos son duros y su cólera es terrible, pero justiciera. Su nombre no debe ser pronunciado por quien la tenga asentada sin antes tocar la tierra con las yemas de los dedos y besar en ellos la huella del polvo.

Según algunos, procede de Oyó, otros dicen que es de Mina.

Es más temible y de mayor jerarquía que Oyá, la dueña del cementerio, de la centella y del vendaval, concubina de Chango. No hay más que una Yemayá, una sola con siete caminos o avatares. En el Diloggún habla en Oddi (7) su día es el sábado.

CAMINOS DE YEMAYÁ

Awoyó: La mayor de las Yemayá, la de los más ricos vestidos, la que se ciñe siete faldas para guerrear y defender a sus hijos. Cuando sale a pasear, se pone los adornos de Olokun y se corona con el arcoiris, Ochumare.

Akuara: De dos aguas. En la confluencia de un río, allí se encuentra con su hermana Ochún. Vive en el agua dulce, es bailadora, alegre, pero poco recta, no hace maleficios. Cuida a los enfermos, prepara remedios, amarra abikús.

Okute (o Okutí): la de azul pálido, está en los arrecifes de la costa, "Portera de Olokun". Lo mismo se encuentra en el mar, en el río, en la laguna, que en el monte, es en este camino mujer del dios de la guerra y de los hierros, Oggún, come en su compañía y acepta las ofrendas tanto en el mar como en la manigua. Cuando guerrea, lleva colgados de la cintura, el cuchillo y las demás herramientas de Oggún. Trabaja mucho. Es una amazona temible. El ratón le pertenece. Con él envía mensajes a sus omó, o suele transformarse en ratón para visitarlos y le teme al perro. Es de genio violento, retador, muy severa y rencorosa. Vive internada en el monte virgen o en parajes desolados. Es hechicera, experta en preparar afoche. Le gusta bailar con un majá enroscado en los brazos. Detesta el pato y le encanta el carnero. Son suyos, los corales y las madreperlas.

Konla: La de la espuma. Está en la resaca, enredada en una manta de lino. Naviera, vive en las hélices de los barcos.

Achabá: Peligrosísima, sabia y voluntariosa, la que lleva en el tobillo una cadena de plata. Su mirada es irresistible, su aire altanero. Fue mujer de Orula y su palabra la acata siempre Ifá. Para oír a sus fieles se vuelve de espalda. Sus amarres no se desatan nunca.

Asesú: Mensajera de Olokun, la de agua turbia, sucia. Muy seria va al caño, a las letrinas y cloacas. Come pato. Recibe las ofrendas en compañía de los muertos. Es muy lenta en complacer a sus fieles.

Mayaleo o Mayalewo: Vive en los bosques en una poceta o en el manantial. En este camino se asemeja a su hermana Ochún Ikole, porque es bruja. Tiene estrechas relaciones con Oggún.

ATRIBUTOS

El sol, luna llena, ancla, salvavidas, bote, siete remos, siete aros de plata, estrella. Todos elaborados en plata, acero, lata o plomo.

Iruke (rabo de caballo con mango) adornado con cuentas azules y blancas.

Usa manto de burato ricamente adornado. Agogó (campanita) que se utiliza para saludar y para que preste atención cuando se habla con ella. Abanico con varillaje de nácar y oro adornado con cuentas y caracoles.

Agbebé‚ (abanicos redondos hechos de pencas de guano, adornados con plumas de pavo real, caracoles y cascabeles). Todos estos atributos son adornados con patos, peces, redes, estrellas, caballitos de mar, conchas y en miniatura, todo lo relativo al mar, siempre llevan cuentas azules y blancas alternas.

COLLARES

Siete cuentas de cristal transparente, llamadas de agua y azules, en Yemayá Ocutí son de agua ultramarino.

En Yemayá Ayabá o Achabó, azul pálido y agua.

Yemayá Asesú: azul oscuro y perlas opalinas o cuentas de jabón.

VESTIDOS

Bata con serpentinas azules y blancas, símbolo del mar y la espuma, especie de cinto ancho de tela y un peto en forma romboidal sobre el ombligo.

FLORES: Flor de Agua y violeta.

PERFUME: Verbena.

ANIMALES: Carnero, gallo, paloma, guineo, jicotea, pato, gallina, loro, ganso, codorniz. Para Yemayá Asesú, el cerdo con una ceremonia muy cuidadosa.

Yemayá Ocute‚ no come pato. Yemayá llama sus chicharrones a las cucarachas.

YERBAS ESENCIALES DEL ASIENTO

- Lechuguilla – Yerba añil – Verbena – Prodigiosa – Paraguitas (quita solito)

- Flor de Agua – Helecho – Berro – Lechuga – Yerba Buena – Albahaca Morada – Guamá

- Guásima – Botón de oro – Yerba de la Niña – Coate ó Colonia – Marilope – Panetela

- Huevo de Gallo – Helecho de río – Guacamaya – Yerba Mora – Corazón de paloma

- Cucaracha - Diez del día – Orozú – Palo de canela

martes, marzo 25, 2008

ALFREDO SADEL

Por Leonardo Depestre Catony (Radio Metropolitana)

Muchas veces los dúos hacen historia; sobre todo cuando unen sus voces figuras solistas de primer orden como el cubano Benny Moré y el venezolano Alfredo Sadel, ambos popularísimos en sus respectivos países.

El único número que por la década del 50 grabaron juntos El Bárbaro del Ritmo y El Tenor de Venezuela, como se les llamó respectivamente, fue “Alma libre”; un bolero del compositor Juan Bruno Tarraza, pianista nacido en Cuba y establecido en el exterior, donde hizo carrera.

Todavía se recuerdan las voces de los intérpretes en una de las estrofas, que tanta popularidad alcanzó:

Si me quieres, sé querer;
Si me olvidan, sé olvidar,
Porque tengo el alma libre
Para amar.

Alfredo Sadel estuvo en Cuba varias veces: 1955, 1956, 1978; actuó para la televisión y aquí, como en toda Latinoamérica, cosechó éxitos.

Tuvo en su repertorio a los compositores Ernesto Lecuona, Agustín Lara y Rafael Hernández; y el bolero alcanzó en su estilo timbres estelares.

La muerte llegó inesperada el 28 de junio de 1989, cuando el cantor, en su plenitud, contaba 59 años.

El Consejo Municipal de Caracas acordó decretar dos días de duelo y se le declaró Hijo Ilustre de Caracas. El presidente de la nación asistió al sepelio. Y el pueblo, su pueblo, lo despidió por millares.

De la relación establecida entre Benny y Sadel se cuenta esta anécdota del decenio del 50: El primero, con su banda, había terminado sus actuaciones en Venezuela y se disponía a cobrar las estipulaciones del contrato cuando el empresario dio inicio a una serie de argumentaciones pretextando evadir el pago. Benny perdió los estribos. Contaba él: “Un día que yo no podía aguantar más, fui a verlo para reclamarle el dinero. El hombre se me fue por tangente y quiso darme nuevos plazos. Bueno, a mí se me oscureció la vista y le fui para arriba. Creo que del pleito salió con dos o tres facturas.”

En aquella situación, contó Benny con el apoyo de Alfredo Sadel, secretario general del Sindicato de Músicos de Venezuela, quien junto al cubano Ignacio Villa (más conocido por Bola de Nieve), logró resolver la disputa y gestionó el pago del contrato.

Alfredo Sadel fue uno de los artistas venezolanos que dejó su huella en el pentagrama cubano y además en el recuerdo, porque fueron y son aún muchos los que se deleitan con sus grabaciones.

PALABRAS QUE VAN Y VIENEN

Alerta con empleo de extranjerismos
Por Celima Bernal (Juventud Rebelde)

Todas las familias guardan anécdotas que se repiten a través de los años. En la mía —¿cómo iba a ser de otra manera?—, hay algunas que recuerdo siempre. Entre ellas, esta; la he narrado en varias ocasiones, y ahora voy a contártela: Mi abuelo paterno, José Antonio Bernal y López era oficial del Ejército Libertador. Cabalgó detrás de Maceo durante la invasión, hasta Pinar del Río. Después del triunfo, fue situado en esa provincia. Una mañana, se presentó ante él un soldado, y le anunció —Coronel, en mis ratos de «ocío», voy a estudiar italiano.

—¡Animal! —le contestó indignado—, en los de ocio, aprenda español.

Cada vez que me entero de alguno embulladísimo por comenzar a hablar otros idiomas; cada vez que oigo a alguien empleando palabras extranjeras, pronunciadas, para colmo de males, del modo más extraño que pudieron hallar a mano, me acuerdo del viejo. Claro está, no es el caso: aquel pobre hombre acentuó incorrectamente un vocablo castellano; pero ¡qué bueno sería aprender bien nuestra lengua! Después, ¡ah!, después, matricúlese, si así lo desea, en cursos de los casi 6 000 idiomas que se conocen hoy en el mundo.

Muchos emplean look. Es voz inglesa. Se oye constantemente entre nosotros como imagen o aspecto de las personas e incluso, aunque con menos frecuencia, de las cosas. No es necesario acudir a ese vocablo; podemos decir: imagen, aspecto. Pero lo peor no es el extranjerismo; sino el modo incorrecto de pronunciarlo. En lugar de «luk», dicen «lux». En la entrada léxica de lux, leemos: En física, unidad de iluminación.

Impasse es francés. Significa situación de difícil o imposible resolución, o en la que no se produce ningún avance. En nuestra lengua existen equivalentes: punto muerto, callejón sin salida. Pues la utilizan y muy mal, lo hacen con el sentido de pausa, de detención temporal de un asunto. Se les escucha: «Y ahora, aprovechemos este impasse para...». ¡Qué desacierto!

Hay dos expresiones latinas, con las que la gente se equivoca lamentablemente: Motu proprio, y grosso modo. La primera significa con movimiento propio. Se usa como: por propia iniciativa. Actuó motu proprio en esa gestión. No digamos: motu propio; recordemos que se trata de una locución latina, y en esa lengua, llevaba una r en la sílaba final. Tampoco antepongamos a ella, «de» ni «por». A la locución: grosso modo: a grandes rasgos o aproximadamente, se le agrega incorrectamente una «a» delante. Nada de: «a grosso modo»; sino: Te lo explicaré grosso modo.

LAS RESPUESTAS DE HOY

Un viejo amigo, Marcelino de la Peña y Toranzo, me llamó justamente alarmado. En un programa radial, donde se hablaba de la lucha contra el Aedes aegypti, oyó que se referían a la hembra del mosquito, como «la mosquita». No es correcto. Sería algo así como decirle vaco al toro, o foco al macho de la foca.

Julio Carreras, de San Cristóbal: Tiene razón, Nankín —o Nanking en la lengua tradicional— fue capital de China en varias ocasiones. Desde hace años lo es Pekín, y sus naturales son pekineses, mejor: pequineses. También aparece registrada: Beijing, que remite a Pekín, Pequín, así es que se prefieren estas últimas. Ahora se usa mucho Beijing. En una ocasión, me contaron que los chinos decían: «Los extranjeros pronuncian mal Beijing, por eso se ha extendido: Pekín, que se les oye casi igual a todos». Fíjate, los perros son pekineses o pequineses, no «beijingneses».

lunes, marzo 24, 2008

BUSH EN EL CIELO (II)

El martes 18 de marzo se cumplió el quinto aniversario del arresto de más de 70 vendepatrias, cabecillas de la quintacolumna del imperialismo en Cuba que, pagados por el gobierno de Estados Unidos, violan las leyes del país y comparten la tesis de que este oscuro rincón del mundo debe ser barrido del mapa. Con motivo de la fecha, un vocero del Departamento de Estado calificó el hecho como "primavera negra", un término de connotación racista. Podríamos llamarla "primavera blanca". La oscuridad no existe en el espacio sino en las mentes. ¡Qué enorme diferencia entre los métodos del gobierno de Estados Unidos y los de Cuba! Ninguno de los mercenarios fue torturado ni privado de abogado o juicio, aunque este fuese de carácter sumario, previsto en las leyes si existe peligro de agresión; tienen derecho a visitas, acceso al pabellón familiar y demás prerrogativas legales como todos los reclusos, y si en algún momento la salud lo demanda seriamente, son puestos en libertad sin que las exigencias del imperialismo y sus aliados determinen absolutamente nada. Los exhortamos a que hagan con la población penal de Estados Unidos lo mismo que Cuba. La Revolución exige respeto a la soberanía y no el perdón.

Al cumplirse el miércoles 19 de marzo cinco años de la estúpida guerra desatada en Iraq, Bush echa mano de alguna declaración, ficticia o real de Bin Laden, aunque en este último caso no se diga la fecha en que fue formulada ni puedan asegurar que es su voz. Investigarán, prometen. Nadie sacó nunca tanto provecho de tales materiales para moldear la opinión de los ciudadanos de Estados Unidos y muchos otros países del mundo con cultura y creencias similares, para justificar las brutales y genocidas guerras que tanto el imperialismo necesita. No cesa de formular y repetir una y otra vez las palabras y frases seleccionadas. Las personas e instituciones aludidas, sin excepción, se sienten obligadas a replicar, sean o no ciertas las declaraciones. Obsérvese simplemente el provecho que Bush saca año por año, desde el primer día de los hechos ocurridos el 11 de septiembre.

De la conferencia de Bucarest, Bush se moverá a la de la OTAN, y de allí dará un salto con garrocha a Croacia, que mantuvo disputas con Serbia, cuyo Presidente fue sometido al Tribunal Penal Internacional por lo de Kosovo, que lo juzgó y condenó. ¿Habrá fallecido realmente de muerte natural en prisión? ¿Qué paz se alcanzará por esos extraños vericuetos?

El sueco Hans Blix, quien fuera jefe del equipo de inspectores de la ONU que buscó diligentemente armas de destrucción masiva en Iraq, el cual comparte muchas de las ideas y mentiras de la siniestra filosofía del imperio, escribió con motivo del quinto aniversario: "La invasión de 2003 fue una tragedia para Iraq, para Estados Unidos, para la ONU, para la verdad y la dignidad humana. No podían tener éxito en eliminar las armas de destrucción masiva porque no existían, ni podían triunfar en su declarado objetivo de eliminar a los miembros de Al Qaeda porque estos no estaban en Iraq y entraron después en el país atraídos por los atacantes."

La Asociación de Ulemas Musulmanes, máxima autoridad religiosa sunita en Iraq, declaró con motivo del quinto aniversario: "El ocupante ha entrado en nuestra tierra a la fuerza y no se va a marchar a menos que se emplee la fuerza. Cualquier llamado hecho por políticos que aceptan trabajar bajo el paraguas de la ocupación, debería considerarse como una invitación a la rendición y a la capitulación. Las fuerzas de ocupación han convertido a Iraq en la zona más peligrosa del mundo. La era de la ocupación acabará en breve."

El Vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, sin reponerse del cansancio por el fatigoso encuentro con Karzai en Afganistán, conversó ayer viernes y hoy sábado con el Rey Abdullah de Arabia Saudita para recabar su cooperación y la de la OPEP en los abastecimientos de petróleo y pagar con dólares devaluados. En realidad, no puede haber guerra sin petróleo ni petróleo sin guerra.

En el escenario de América Latina el alto mando ecuatoriano declaró que las bombas utilizadas en el ataque contra el campamento de Raúl Reyes fueron GBU-2/B Paveway con más de 500 libras de peso, ubicación y precisión exactas mediante tecnología de avanzada. Fueron 10 y dejaron cráteres de 2,80 metros de diámetro y 1,80 metros de profundidad.

En Europa occidental, Sarkozy, cuya luna de miel con el electorado francés terminó hace unos días, esperaba impaciente a McCain y su séquito de senadores republicanos proisraelitas. McCain lo exhortó a integrarse a los mecanismos de la OTAN, defendió la guerra de Iraq y fustigó fuertemente a China. Mientras tanto, Hillary y Obama se desangran atacados desde la derecha, la izquierda y el centro. No existe nada más parecido a un manicomio. Entre los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, lo que se discute es la guerra segura contra la guerra probable.

Hoy coincide el discurso radial de Bush con el Día de Pascua. ¿Qué se le ocurre? Un mensaje que, aunque breve, bastan unos cuantos párrafos o frases para comprender:

"Esta es la fiesta más importante de la fe cristiana. Y durante este período especial y sagrado, cada año millones de estadounidenses se detienen para recordar un sacrificio que trascendió la sepultura y redimió al mundo.

"La Pascua es una fiesta que nos llama de regreso a casa. Es una ocasión para reflejar sobre las cosas que más importan en la vida: el amor de la familia, la risa de amigos y la paz que proviene de estar en el lugar que usted llama su hogar... "

"Estados Unidos tiene la bendición de tener las mejores fuerzas armadas del mundo, compuestas de hombres y mujeres que cumplen su responsabilidad... "

"En la Pascua, recordamos especialmente aquellos que han dado sus vidas por la causa de la libertad. Han vivido las palabras del Evangelio: Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos... "

"Cada año, millones de estadounidenses dedican tiempo para alimentar a los que tienen hambre, y vestir a los necesitados, y velar por la viuda y el huérfano... Millones de personas en el mundo recuerdan el regalo que eliminó la punzada de la muerte y abrió la puerta hacia la vida eterna... "

"Gracias por escuchar."

Bush se imagina que Dios lo premiará por acelerar el día del Apocalipsis y el Juicio Final, sentándolo después a su diestra en un lugar de honor. Entonces tal vez abandone los gestos de odio que acompañan sus discursos, para morar bajo el mismo techo junto con las almas de los seres humanos que exterminó en su guerra contra el terrorismo, la inmensa mayoría niñas y niños, adolescentes y jóvenes, mujeres y ancianos, a los que no hay razón alguna por la cual culparlos.

El Antiguo Testamento habla de arcángeles que la ambición transformó en enemigos de Dios y fueron enviados al infierno. Es difícil desechar la idea de que en la cabeza de Bush están los genes de algunos de aquellos arcángeles.

Hoy es sábado. El día está pobre en noticias políticas. Los reporteros descansan.

Fidel Castro Ruz
Marzo 22 de 2008
5 y 19 p.m.